El Parque Tecnológico de Gáldar ofrece un espacio para atraer proyectos sostenibles

La Mancomunidad del Norte espera que antes del verano el ‘coworking’ lo lleve una empresa

Los alcaldes del Norte, el presidente del Cabildo, junto a los arquitectos que han hecho el proyecto.

Los alcaldes del Norte, el presidente del Cabildo, junto a los arquitectos que han hecho el proyecto. / LP/DLP

El Parque Científico Tecnológico Comarcal del Norte, que se encuentra en Gáldar, cuenta desde ayer con unas nuevas instalaciones que ofrecen tanto a jóvenes emprendedores como a empresas un espacio en el que puedan desarrollar todo tipo de proyectos sostenibles o relacionados con la economía circular. Se trata de un edificio que antes albergó un centro de menores, localizado en la Punta de Sardina, que tras las obras de reforma dispone de 300 metros cuadrados entre dos plantas donde se da cabida al concepto moderno de trabajo que se conoce como 'coworking'. Unas 20 personas pueden compartir ideas, trabajar o asistir a conferencias en las distintas salas de reuniones y oficinas virtuales que se han habilitado en este inmueble donde incluso se ha acondicionado una sala de descanso, y hasta una terraza con pérgolas y paravientos en la planta alta para mantener una reunión al aire libre con vistas al mar y a la Montaña de Gáldar.

Imagen de la fachada del nuevo edificio del Parque Tecnológico de Gáldar.

Imagen de la fachada del nuevo edificio del Parque Tecnológico de Gáldar. / DELFOUR_PHOTOGRAPHER

En el acto de presentación de las instalaciones, que tuvo lugar ayer, el presidente de la Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria, Sergio Nuez, señaló que para recuperar este inmueble, que se encontraba en estado de abandono, se dispuso de una subvención de 360.000 euros de la Consejería de Industria del Cabildo de Gran Canaria. Pero, añadió, que debido a que el pasado año se produjo un incremento de los precios de los materiales y los costes de construcción hubo que disponer de fondos propios de la Mancomunidad para poder culminar la obra que se había adjudicado a la empresa Construcciones Rodríguez y Luján por un plazo de cinco meses aunque finalmente se tardó en ejecutar casi un año porque surgieron imprevistos aparte de los financieros.

Ponerlo en marcha

El siguiente reto que le queda ahora a la Mancomunidad del Norte será la puesta en marcha de este edificio. «Estamos buscando financiación para dotarlo del resto de mobiliario y de todos los medios tecnológicos con el objetivo de abrir antes del verano», comentó el presidente de la Mancomunidad, y también alcalde de Teror, Sergio Nuez. Con todo, advirtió que para gestionar estas instalaciones, que se pretenden poner en manos de una empresa externa, es necesario contar con financiación pública y también privada.

«Este espacio va a permitir atraer inversores al Norte», destaca el alcalde de Gáldar

 Asimismo, añadió que «para que este espacio siga creciendo es necesario seguir contando con ayudas de todas las administraciones para poner en funcionamiento el ciclo integral del agua con la conexión de la desaladora y la depuradora». También informó que han solicitado al departamento de Costas del Gobierno canario el visto bueno para disponer de una parcela contigua de 1.000 metros para abrir hacia el mar el Parque Tecnológico con la construcción de una sala multifuncional que contará con un auditorio, y rematar con una avenida toda la franja costera de ese recinto científico de Gáldar.

Por su parte, el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, destacó ayer que «el Parque Tecnológico es un referente de la economía circular dentro del proyecto ecoisla, que está demostrando como la Mancomunidad y el Cabildo nos ponemos de acuerdo en distintas políticas que tienen como eje la reutilización de los materiales, el ciclo integral del agua, las energías renovables, en un espacio que puede dar pie a muchas intervenciones futuras».

Aunque el regidor de Gáldar reconoció que aún queda mucho por hacer, insistió en que «este espacio de ‘coworking’ de emprendimiento va a permitir atraer al Norte de la isla a inversores que posibiliten la diversificación de la economía». Para Sosa «ofrecer a los jóvenes, investigadores y personas que quieren trabajar en proyectos de sostenibilidad este lugar de trabajo integrado es el futuro». A su vez, puso de relieve que cuando hace 16 años el Ayuntamiento cedió a la Mancomunidad del Norte la parcela para ubicar el Parque Científico nunca imaginó el recorrido que iba a tener este centro.

La Mancomunidad del Norte pide a Costas permiso para hacer un auditorio y una avenida costera

Por su parte, el presidente del Cabildo, Antonio Morales puso de manifiesto que la puesta en marcha de este edificio supondrá un paso más hacia el desarrollo del modelo de diversificación económica que la corporación insular defiende para Gran Canaria, y que se está llevando a cabo con el impulso de las administraciones públicas y de la sociedad civil. 

Morales destacó la especial relevancia de esta nueva dotación, porque «es bueno que dispongamos de un lugar para la innovación y la diversificación productiva, que sirva de tractor de iniciativas locales, nacionales e internacionales, para la generación de actividad económica y para la creación de puestos de trabajo».

Las nuevas instalaciones de Gáldar se unen a la treintena de espacios de ‘coworking’ que existen en Gran Canaria, de los que 23 se sitúan en Las Palmas de Gran Canaria, tres en San Bartolomé de Tirajana, y otro en Telde, en Santa Lucía, en Agaete yen Arucas.

Una fachada de corcho

El nuevo edificio del Parque Tecnológico, diseñado por los arquitectos Jorge Hernández y Ramón Checa, está revestido en su exterior con un «abrigo» de paneles de corcho. El material, según explicó Hernández, convierte el edificio de ‘coworking’ de Gáldar en «pionero en Canarias en cuanto a la utilización de este revestimiento en las cuatro fachadas, que además, irán cambiando de tonalidad con el paso del tiempo, lo que le da una imagen característica y simbólica de la economía circular». Se trata de un material que combate bien los efectos de la acción del mar y por eso se ha elegido para este inmueble ubicado en la costa de Gáldar. La materia prima procedente de la corteza de los alcornoques es totalmente renovable, ya que el alcornoque regenera completamente su corteza cada 9 años. El arquitecto explicó que el corcho aglomerado es un material 100% natural y reciclable que proviene de procesos de producción ecológicos y sostenibles, resultando un material con huella de carbono negativa. | M.P.P.

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