Entrevista | Delvys Rodríguez Abreu Jefe del servicio de Oncología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria

«Trabajo movido por la pasión, sin pensar en premios ni reconocimientos»

«Me siento muy afortunado por poder hacer lo que me gusta, ayudar a la gente y vivir dignamente de esto», afirma

El doctor Delvys Rodríguez Abreu.

El doctor Delvys Rodríguez Abreu. / LP/DLP

El doctor Delvys Rodríguez Abreu (Santa Clara –Cuba–, 1974) recibe este año el título de Hijo Adoptivo de Gran Canaria en reconocimiento a su amplia labor investigadora en el campo del cáncer de pulmón. El actual jefe del servicio de Oncología del Hospital Insular llegó a la Isla en 2007 y, desde entonces, no ha dejado de esforzarse para lograr avances que permitan mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes. 

De Santa Clara a Gran Canaria. ¿Qué le trajo hasta aquí?

La verdad es que me trajo mi expareja. Ella es cubana y estaba aquí con la que entonces era mi familia política. Llegué en 2007 y estoy encantado de vivir en una isla como esta. Curiosamente, también tengo antepasados que residían en Gran Canaria.

¿Cómo vivió el cambio?

Lo cierto es que fue un cambio radical. Imagínese lo que puede significar para alguien poder salir de Cuba con todos los problemas que ha habido siempre. En realidad, ya tenía experiencia viviendo fuera porque me pasé dos años estudiando en Suiza. Además, cuando vine a Gran Canaria, sabía que tenía que irme a Barcelona por un año porque había obtenido una beca para especializarme en el cáncer de pulmón. Ya en 2008, empecé a trabajar en el Hospital Insular. 

¿Cómo era el Hospital Insular por aquel entonces?

En estos 16 años la Isla ha crecido muchísimo, pero también lo ha hecho el Hospital Insular. De hecho, cuando llegué, solo trabajábamos aquí seis oncólogos. Ahora, en cambio, el equipo está compuesto por 14 médicos. 

¿Qué supone para usted el reconocimiento que le ha concedido el Cabildo de Gran Canaria?

Para mí es todo un honor y me siento profundamente agradecido y orgulloso. Tengo que reconocer que no me lo esperaba y que me emocioné muchísimo. Cuando vine a vivir aquí, mi sueño era que el servicio de Oncología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria no tuviera nada que envidiarle a ningún otro servicio de España y que los canarios no se vieran obligados a salir fuera para buscar tratamientos. La verdad es que he intentado conseguir esto movido por la pasión que siento por mi profesión, sin pensar ni un solo momento en premios ni reconocimientos y, mucho menos, en que podrían nombrarme alguna vez Hijo Adoptivo de Gran Canaria. 

"Cuando vine a vivir aquí, mi sueño era que los canarios no tuvieran que salir fuera para tratarse"

¿Por qué decidió especializarse en Oncología?

Detrás de esto siempre hay un tema personal. Mi madre había tenido cáncer y también varios familiares. En mi caso, desde que estaba estudiando el Bachillerato, tenía claro que quería ser médico especialista en Oncología. Lo cierto es que siempre me ha parecido un campo que plantea muchos retos y que obliga a investigar y a estar informado, algo que me apasiona. 

Desde hace dos años está al frente del servicio de Oncología. ¿Cómo asumió este desafío?

Con una gran responsabilidad. Mi idea es que todo el equipo tenga la oportunidad de crecer profesionalmente y que todos los oncólogos puedan ser líderes de opinión en las investigaciones que realicen sobre los diferentes tumores. Afortunadamente, trabajo con unos facultativos brillantes. 

¿Qué es lo que más le enorgullece de su trayectoria?

Lo que más me gusta y a la vez me enorgullece es el hecho de atender a los pacientes. Muchos médicos, cuando van creciendo profesionalmente, pierden el trato cercano con ellos, pero a mí lo que más feliz me hace es atender a las personas. Me siento muy afortunado por poder hacer lo que me apasiona, ayudar a la gente y vivir dignamente de esto. Cuando logramos prolongar la supervivencia de un paciente y mejorar su calidad de vida, soy la persona más feliz del mundo. 

"Cuando logramos mejorar la supervivencia de un paciente, me siento la persona más feliz"

Usted es un referente en el campo de la investigación. ¿Cree que el hecho de vivir aquí lo ha ayudado de alguna forma a desarrollarse profesionalmente?

Sí. Cuando estaba en Barcelona, mi profesor me dijo que si me marchaba a Canarias iba a retroceder en mi carrera por la falta de recursos, pero se equivocó. Para mí fue un reto. Desgraciadamente, la incidencia del cáncer de pulmón en las Islas es alta y por eso empecé a investigar en este campo. Esto es lo que ha permitido avanzar y ampliar los recursos humanos y materiales. En resumen, lo que al principio era un problema se convirtió en una oportunidad.

¿Considera que se apuesta lo suficiente por los estudios?

Creo que hace falta apostar más. Canarias tiene el potencial suficiente para ser un referente en el país en materia de investigación. Ahora bien, necesitamos más investigación básica de laboratorio en Oncología, contar con más apoyos institucionales y potenciar la docencia. Hay que tener en cuenta que la mejor oportunidad que puede tener un paciente con cáncer es poder participar en ensayos clínicos.

¿Cómo imagina el hospital dentro de unos años?

El hospital se ha quedado pequeño para la cantidad de pacientes que atendemos, por lo que espero que en los próximos años pueda crecer de una vez por todas. Está previsto que en el complejo se construya la torre de especialidades pediátricas y ampliar las instalaciones del Insular con el derribo del CULP. Solo deseo que esto se lleve a cabo cuanto antes y que el servicio de Oncología pueda disponer también de una unidad de investigación translacional básica y de otra centrada en los estudios en fase uno. En realidad, me visualizo trabajando en un servicio así. 

¿Qué retos quiere conquistar?

Entre los retos que me marco destacaría, precisamente, el hecho de poder realizar investigación básica en cáncer de pulmón. Quiero decir que este año es probable que podamos hacer en Canarias biopsias líquidas a los pacientes con cáncer de pulmón. Sin embargo, me gustaría que pudiésemos conseguir logros a través de las investigaciones propias, pues ahora mismo los estudios son externos y están promovidos por los grandes laboratorios. Además, me encantaría poder desarrollar en el Archipiélago una inmunoterapia personalizada dirigida a cada paciente. 

¿Cree que su futuro está en la Isla o tiene previsto trasladarse a otro lugar?

De momento, creo que seguiré en la Isla porque aquí tengo a mi familia y estoy muy feliz. No obstante, como también soy profesor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y por mi propia carrera profesional, tendré que rotar en algún hospital de fuera para poder cumplir mis sueños y seguir creciendo. 

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