Lágrimas y ovaciones por Manolo Vieira y los premiados a título póstumo

Los ilustres de Gran Canaria, los protagonistas de guiones inéditos que marcan la historia de la isla en diversos campos, pasearon por la alfombra azul del auditorio Alfredo Kraus en una noche cargada de emoción por las recientes muertes de varios de los premiados a título póstumo, como Manolo Vieira, Alexis Ravelo, Wendy Artiles o Jane Millares.

Detrás de cada premio siempre hay una historia que contar. En este caso eran veintitrés historias, casualmente los mismos que llevamos adentrados en el siglo XXI. A través de los videos que se mostraron anoche en el Auditorio Alfredo Kraus sobre la vida de cada uno de los premiados con los Honores y Distinciones que otorga cada año el Cabildo de Gran Canaria, los asistentes pudieron asomarse unos minutos a la vida de cada uno. Los relatos, por eso de que estaba medido al milímetro el tiempo, se hicieron cortos pero todos parecían sacados de un guion de cine. 

Siempre realidad supera cualquier ficción y los premios resultaron como una Isla de cine. Y así de auténtica se mostró la obra pictórica que hizo Jane Millares, el estilo de la danza de Wendy Artiles, los renglones de Dolores Campos, o la labor de Carmen Martín en su industria familiar.  Igual de real es el tarea que desarrolla hoy día cuidando al ganado y elaborando quesos María del Carmen Pérez, la labor en Tanzania de Amalia López o el trabajo artístico de Hildegard Hahn, así como la implicación de María Eugenia Palmás con las personas discapacitadas. 

Sin paridad

Al margen de cualquier cuestión de paridad, si que se apreció en la foto de grupo que eran pocas mujeres en la alfombra azul de estos premios. Hay que decir como algunas de las premiadas han fallecido los premios los recogieron sus hijos, parejas o hermanas. Aún así, resultó curioso que una semana después del Día Internacional de la Mujer, en una institución cabildicia que cumple 110 años de edad, todavía siga tirando más la faceta masculina. Se comentaba entre las pasillos que ojalá no haya que esperar mucho tiempo para que el jurado empiece a equilibrar la balanza, siempre teniendo en cuenta los méritos de cada persona. 

Sin quitar ni un detalle de la valía de los premiados varones, se escuchaba que quizás será porque no hasta ahora en la isla no ha habido una rectora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, labor por la que fue distinguido Rafael Robaina. Quizás es cuestión también de oportunidades. Con todo, el listón entre los premiados estaba muy alto. Es casi un imposible llegar a tener la gracia con la que contaba las cosas Manolo Vieira. Pero igual de valioso para la isla es el trabajo de artesanos como Juan Ramirez, el de  investigadores de la talla de Manuel Sosa, la entrega del sacerdote Jorge Hernández, la obra literaria que dejó Alexis Ravelo, la visión empresarial de Orlando Peñate, o la lucha detrás del bar de Juan Moreno. Y tan meritoria es la labor científica de Juan Ortega, la dedicación de médicos como Delvys Rodríguez en la lucha contra el cáncer, el trabajo solidario de Rafael Hernández, el de Jesús Santana en Jinámar, o el de los directivos de clubes deportivos como Juan Ruiz o Orlando Déniz. 

Agradecidos

A diferencia de los Premios Goya o los Óscar no había nominados. Las estatuillas estaban repartidas ya. Los premiados sabían de antemano, con una llamada de teléfono del presidente Morales, de su elección. 

Si en algo coincidieron los galardonados fue en mostrar su agradecimiento y el orgullo por haber sido honrados por la institución insular por su trabajo. 

Acto de Honores y Distinciones del Cabildo de Gran Canaria

Mucha emoción se sintió anoche en el auditorio Alfredo Kraus. El momento quizás más afectivo  se produjo cuando la mujer de Manolo Vieira, Pepa Hernández, recogió el galardón que a título póstumo se le concedió al humorista. Todos los asistentes se pusieron en pie y aplaudieron durante varios minutos, mientras la mujer del humorista no podía contener las lágrimas. 

Revive la emoción del acto de Honores y Distinciones del Cabildo de Gran Canaria

También recibieron una gran ovación Jorge Hernández, Delvys Rodríguez, Hildegard Hahn, Juan Ramírez y María Eugenia Palmás. La puesta en escena contó con un mapa de la isla de Gran Canaria con fondo azul y contorno en amarillo sobre el escenario. Fue el presidente Morales quien hizo entrega de cada uno de los galardones ante la mirada del vicepresidente de la corporación Miguel Ángel Pérez del Pino y de los portavoces de los grupos políticos.

En la bancada, que estaba totalmente ocupada, familiares y amigos, mostraron tanto cariño y cordialidad, que resultó sencillo que todos, mujeres y hombres ilustres se sintieran apreciados. De eso se trataba, de que la isla reconociera a esas personas que han destacado y destacan por la ocupación, tarea u oficio que han elegido.

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