‘Sandokán’ vuelve a vigilar el mar

Una escultura inmortaliza a Manuel Sosa en el lugar donde salvo centenares de vidas de bañistas en apuros

Homenaje a Sandokán en el puertillo de Bañaderos

Ahora inmortalizado en una escultura de bronce, Manuel Sosa Medina, Sandokán, vuelve a vigilar el mar desde la avenida de El Puertillo de Arucas, junto al banco de madera donde se sentaba cada día para evitar que nadie se ahogara en las peligrosas aguas de la costa norte de Gran Canaria. Tras una calle, un enorme mural y esta estatua, lo próximo será restaurar su barca y exhibirla en el paseo marítimo.  

«Quien le conocía, sabe que este homenaje le hubiese gustado», dijo emocionada su hija Melisa momentos antes de descubrir la estatua de Sandokán, esculpida en su posición habitual, de pie, con los brazos cruzados, oteando el litoral de El Puertillo y los charcones con su gorra marinera. Melisa no pudo evitar unas lágrimas al retirar la tela que tapaba la pieza de bronce y ver el rostro de su padre, que desde ahora formará parte del paisaje del barrio marinero de Arucas. 

En la tarea de descubrir la escultura y una placa conmemorativa le ayudaron el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el alcalde de Arucas, Juan Jesús Facundo. Ante un centenar de vecinos y amigos de El Puertillo, en el acto también intervinieron José Luis Hernández Chewy, diseñador de la pieza, e Itahisa Pérez Conesa, encargada de la fundición en bronce junto a sus alumnos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna. Todos ellos resaltaron   los méritos de Sandokán, que arriesgó su vida en centenares de ocasiones para rescatar a bañistas y pescadores en apuros.

Manuel Sosa ya da nombre a una calle del barrio y también tiene un gran mural con su rostro en un bloque de viviendas que se ve desde la autovía del Norte, pero faltaba una escultura en el lugar desde el que vigilaba la playa y advertía a los incautos de la peligrosidad de las mareas en esa zona. El Ayuntamiento también prevé restaurar su barca y ponerla como elemento decorativo de la avenida de El Puertillo. 

«Sandokán forma parte de la historia de este municipio y con esta escultura pretendemos recordar su imagen viva, que perdure en el tiempo para que todo el mundo reconozca la labor altruista que realizó durante muchos años», declaró el alcalde, quien apuntó que las vidas que salvó también le hicieron merecedor de reconocimientos como Hijo Predilecto de Arucas, premio Roque Nublo del Cabildo, Medalla de Oro de Canarias y Medalla al Mérito Civil, entre otros. 

Facundo dijo que Sandokán «es un emblema de todos los vecinos de El Puertillo, no solo de los que le deben la vida, sino por sus enseñanzas del mar y los consejos a los pescadores, pues conocía toda la costa del norte y a peligrosidad de sus mareas». Igualmente, siempre estaba dispuesto a colaborar con las fuerzas de seguridad del Estado cuando había que salvar a alguien del oleaje.  

Por su parte, el presidente del Cabildo resaltó que desde el año 1959 empezó a arriesgar su vida para ayudar a bañistas en apuros y lo largo de todo ese tiempo salvó  a más de 300 personas. «Primero nadando a pecho descubierto, después con el apoyo de una barca y finalmente con más medios de salvamento, él se autoimpuso la tarea de velar y proteger a los demás y afortunadamente se le hicieron muchos reconocimientos en vida», rememoró 

Morales, que estuvo acompañado por Teodoro Sosa, consejero de Presidencia, el departamento del Cabildo que apoyó económicamente la idea, comentó que tuvo la ocasión de saludarse y charlar con él cuando fue pregonero de las fiestas del barrio y consideró que personas como Manuel se convierten en un faro y una guía para el resto de la comunidad. 

«Esta escultura lo hará permanecer siempre, no solo en la memoria, sino para que cuando paseemos por aquí nos sirva de referente, de alguien que representa a los hombres y mujeres de Arucas y de Gran Canaria», manifestó Morales, quien insistió en que «las personas que dedican una parte de su tiempo a servir a los demás merecen un lugar privilegiado en la memoria y también en los espacios públicos, por lo que ahora se está haciendo una enorme justicia con Sandokán.  

José Luis Chewy, profesor de Bellas Artes, explicó que la iniciativa partió del alcalde Facundo hace siete años y se pudo ejecutar a través de un convenio con la Fundación Universidad de La Laguna, por lo que también tuvo una parte didáctica al permitir que los alumnos realizaron la fundición en bronce con el boceto y los moldes que se esculpieron en Arucas. 

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