El sector turístico de Gran Canaria se encamina a uno de sus mejores años

Gran Canaria aspira este año a superar los 4,5 millones de turistas tras haber recibido a 2,43 millones de visitantes de enero a julio y batir el récord de facturación durante este verano, con un gasto acumulado de 2.000 millones de euros en esos siete primeros meses, lo que supone que la industria turística se encamina a uno de sus mejores años. El consejero de Turismo del Cabildo, Carlos Álamo, resaltó ayer estas cifras al presentar un balance de la situación del sector, que calificó de «positivo», con motivo de la celebración del Día Internacional del Turismo. 

«Aunque se pueda ver la botella medio llena o medio vacía», Álamo sostuvo que la industria turística «se ha recuperado tras los años duros de la pandemia» y aseguró que así lo confirman la mayoría de los datos «aunque aún queden problemas por resolver», entre los que citó la rehabilitación de los centros comerciales o la pérdida de camas en apartamentos por la residencialización. 

Según las estadísticas recabados por la entidad pública Turismo de Gran Canaria, el antiguo Patronato, el número de visitantes hasta finales de julio ascendió a 2.432.479, de los que 303.502 fueron nacionales, 464.900 alemanes, 456.177 nórdicos, 521.169 del Reino Unido y 686.731 del resto de países. En el verano se superó el número de llegadas de 2019, que fue el cuarto mejor año desde que existen estadísticas. 

«Ahora arranca la temporada de invierno, tenemos una mayor conectividad y todo hace indicar que acabaremos el año entre los mejores años de la historia del turismo en Gran Canaria y el mejor, más que probablemente, en términos de facturación», recalcó. 

Pernoctaciones

Entre otras cifras, Álamo destacó las más de 14 millones de pernoctaciones antes de agosto, lo que supone un 18% más que en el mismo periodo del año 2022. Un millón de esas pernoctaciones fueron de los propios canarios, un 9,3 % más. De hecho, Gran Canaria es en esa faceta la isla con mayor número de turismo interior.  

Respecto al gasto por cliente, que es uno de los puntos fuertes de la isla, se ha valorado en 1.409 euros por viaje. Solo los ingresos totales por alojamiento turístico se elevaron a 905 millones. La ocupación turística en ese periodo estuvo en el 77,56% y el índice de personas que repitieron estancia en Gran Canaria se fijó en el 74,76%, la segunda isla en preferencia tras Lanzarote. 

La estancia media de los turistas que eligen Gran Canaria para sus vacaciones es de 10,32 días, también la más alta del Archipiélago. «Tenemos un 30% más de facturación global y hubo meses que con menos presencia de turistas la facturación fue superior a la de las otras islas turísticas», afirmó el consejero, quien ofreció un dato significativo: el 82% de los clientes pasa más de tres horas fuera del hotel. Eso implica que visitan otros lugares de la isla y permite que la riqueza que genera la industria turística se reparta más entre los 21 municipios.  

«Hemos hecho un esfuerzo notable -subrayó Álamo- para diversificar los mercados, de tal manera que nuestra dependencia de los clientes que viajan con el sistema del todo incluido ha descendido». Así, según el informe del segundo trimestre de 2023, solo el 51,44% de los visitantes hicieron uso del paquete turístico, «un concepto que lleva años con una tendencia a la baja, pues en agosto de 2019, antes del Covid, era del 58%». 

Otro dato a reseñar, a su juicio, es que los alemanes, ingleses y españoles suman el 53% del total de turistas por países, lo que significa que la dependencia de Gran Canaria de esos tres mercados es ahora menor. «En el Cabildo no apostamos por el número sin atender a qué tipo de turistas viene y la calidad del mismo, sin estudiar qué modelo o paquete turístico es el que se contrata o si un cliente no sale del complejo hotelero ante el reclamo de la pulsera y el todo incluido; defendemos un modelo que pretende repercutir de manera positiva en la calidad de vida del grancanario», insistió.

Santa Águeda

Preguntado por la posición del Cabildo en el conflicto entre la patronal hotelera y la fábrica de cementos respecto el uso del puerto de Santa Águeda, de industrial a turístico-deportivo, Álamo aclaró que como consejero insular de Turismo no tiene competencia alguna para intervenir, pues es el Gobierno de Canarias en que otorga o retira las concesiones sobre ese muelle. 

Tras señalar que conoce la situación por ser vecino de El Pajar y por lo que ha leído en las últimas semanas, Álamo sí sostuvo que el anuncio del nuevo consejero regional de Obras Públicas, Pablo Rodríguez, «ha generado incertidumbre entre los vecinos y los trabajadores de la cementera».  

Recordó que el anterior Gobierno de Canarias, presidido por Ángel Víctor Torres, presentó «un horizonte distinto», que era la convivencia entre las dos industrias, los vecinos, la pequeña parte agrícola y la pesca artesanal que queda.  

«Se consideró la posibilidad de buscar otra localización, pero ese anuncio lo acelera todo porque hoy por hoy no existe un enclave donde se pueda ubicar; se aproximan cambios, que no tienen por qué ser malos, y lo que toca es que el Ayuntamiento atienda a sus vecinos le dé certezas de lo que va a ocurrir en esa zona», comentó.

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