San Bartolomé de Tirajana

El belén de 700 horas de Nacho Maya

El joven artista plástico es por séptimo año el autor del nacimiento municipal de Maspalomas, que crea de forma artesanal con ayuda de su padre, Gerardo Maya.

Cuenta que apenas tenía unos meses de vida cuando su padre lo cogía con un brazo mientras con el otro iba armando en su casa el portal de belén, pieza a pieza, sin que él, en sus primeras percepciones del mundo, apartase la vista de cada una de las figuras. Ahora, 21 años después, el joven Nacho Maya es por séptimo año consecutivo el autor del nacimiento municipal que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana expone en la Casa Condal de San Fernando, un portal que comenzó a realizar de forma artesanal con apenas 15 años y después de que las fronteras de su casa se le quedasen pequeñas para un belén que crecía un poquito más cada año. «En mi casa la Navidad es una época que siempre se ha respetado y mi padre se trabajaba los belenes más de lo normal», cuenta Nacho, «no solo ponía el portal, sino que incluía muchas casas, distintos oficios y hasta agua».

Escena de los Reyes Magos en el belén de Maspalomas.

Escena de los Reyes Magos en el belén de Maspalomas. / LP/DLP

Ya más mayor, pero siendo aún un niño, Nacho se apuntó a clases de pintura y dibujo, una tarea que lo motivó aún más a caminar por el universo de las artes plásticas y a coger las riendas de aquel belén familiar tomando sus primeras decisiones: unos bocetos que triunfan y otros que descarta. Y el belén, año tras año, empezó a crecer. «Llegó un momento en que la casa se quedó pequeña porque venía todo el mundo, venían amigos, vecinos y amigos de los vecinos», relata este joven, hoy técnico superior de artes plásticas y estudiante de primero de Historia del Arte.

«Ser el belenista es todo un orgullo, primero porque este es mi municipio y segundo porque por aquí pasan familias enteras año tras año, y eso hace que todo esto tenga éxito».

Los caminos cruzados de varias personas en el Centro Cultural de Maspalomas dieron a Nacho la posibilidad de que el Ayuntamiento le cediese un espacio público para trasladar ese belén por el que todo el mundo se interesaba, primero a la biblioteca de aquel centro de cultura y luego a la Casa Condal, su ubicación actual. Fue así como el joven se convirtió, casi sin darse cuenta, en el belenista de cabecera del municipio. «Hasta entonces no había belenes municipales; se hacía uno pequeñito en la iglesia de San Fernando y otro que preparaban los vecinos en Tunte, pero nunca hubo esa tradición como ahora», señala el autor de un nacimiento tradicional hebreo que este año conmemora el 800 aniversario de la creación del primer belén en Greccio, Italia. «Ser el belenista es todo un orgullo, primero porque este es mi municipio y segundo porque por aquí pasan familias enteras año tras año, y eso hace que todo esto tenga éxito».

Búsqueda de información, compra de materiales, realización de bocetos, tallaje a mano de todas las casas y resto de infraestructuras elaboradas con poliestireno extruido y capa de pintura. Para este belén, que comenzó a crear en septiembre -aunque normalmente empieza en agosto-, Nacho ha empleado, calcula, unas 700 horas de un trabajo en el que ha contado con la colaboración de su padre, Gerardo Maya, carpintero y juguetero de profesión, quien ha sido el artífice, entre otros elementos, de las puertas, ventanas y balcones de madera que tiene cada estructura. La magnitud del trabajo ha hecho que, solo en el montaje, Nacho haya necesitado tres semanas dedicando doce horas al día de lunes a viernes, unas 180 horas.

Escena del nacimiento en el belén de Maspalomas.

Escena del nacimiento en el belén de Maspalomas. / LP/DLP

El arduo trabajo de Nacho se ha materializado en un belén que una vez más ha vuelto a crecer, al pasar de los 12 a los 20 metros cuadrados, y en el que ha colocado unos 110 personajes que representan una variedad de oficios como la carpintería, la herrería, la panadería, la cerámica, la hojalatería o la hilandería. Resalta, además, las piezas del nacimiento, estrenadas el año pasado y obra del escultor madrileño José Luis Mayo, y un timple como elemento identitario canario.

En esta edición, el cartel anunciador del belén está ilustrado con una imagen de Juan de Miranda, pintor canario del Barroco como homenaje por su tricentenario. Se trata de la ‘Adoración a los Reyes Magos’, una imagen que está en la ermita de Nuestra Señora de la Consolación de El Guincho, en Garachico. El nacimiento de Nacho Maya puede visitarse hasta el 5 de enero de lunes a viernes, de 16:00 a 20:30 horas.

Suscríbete para seguir leyendo