Agüimes.

Quico Cadaval: «No me gusta estar al día para evitar la acidez de estómago»

El director gallego ofrece ‘Fantasmas familiares’ en el Festival de Narración Oral de Agüimes

Quico Cadaval

Quico Cadaval / LP/DLP

El director gallego, adaptador teatral y narrador español, impulsor del movimiento de radioteatros surgido en Galicia en la década de los 90, Quico Cadaval, es uno de los cuentistas que conforman este año la 33º edición del Festival de Narración Oral ‘Cuenta con Agüimes’, que dará comienzo el 27 de febrero. Cadaval, ganador de un Premio Max en el año 2011, presenta su montaje ‘Fantasmas familiares’ el día 2 de marzo, en una sesión en la que compartirá el escenario del Teatro Municipal con la colombiana Carolina Rueda.

El narrador gallego, que también ofrece el 29 de febrero en el Centro del Profesorado de Las Palmas, la conferencia titulada ‘Aplicación del relato al aula’, cree que «los ingredientes de un buen cuento son similares a los de una buena comida. Materia prima de calidad, consistencia, sabor, cariño... pero sobre todo que esté el conjunto bien sazonado. El mejor cuento es el que se cocina con amor, como la mejor comida familiar».

De la tradición oral de su familia extrajo precisamente sus primeras historias, de la que surge el repertorio que ofrece en Agüimes. «En mi casa éramos muy aficionados a hablar con nuestros difuntos y antepasados. Hay muchas historias que son horribles y no ayudan y te resistes a contarlas», señala el autor, que confiesa que suele probar cómo funcionan sus historias en su círculo de amistades cercanas. «Volvemos a la conversación como instrumento creativo», añade. «Nací en una taberna. De hecho, el segundo olor que percibí fue el de los callos con garbanzos

«Tuve una adolescencia muy prolongada, de 30 años, más o menos. Durante ese periodo me gustaba contar historias muy truculentas, propias de la juventud. Luego llegas a la madurez y aparece un cierto pudor. Prefiero no emplear la desgracia con la intención de provocar risa. Me inspiro muy poco en la actualidad, porque nunca sabes si es verdad. No me gusta estar al día para evitar la acidez de estómago. A los gallegos lo único que nos interesa de un cuento es lo inexplicable. Hay gente que te dice, ¿quieres te cuenta un chiste? y yo le digo, prueba a contármelo antes y si ves que no lo entiendo, me lo explicas entonces, pero dame una oportunidad».

Cadaval sostiene que los contadores de historias «juegan en directo con la imaginación del público para que visite así el relato narrado. No es un acto memorizado. Si relatas una historia sin conseguir activar o estimular el imaginario de quien escucha, no estás contando, estás haciendo otra cosa. Creo que las historias son una acumulación de capas, de significados, de memorias que combinamos. Cuento historias desde niño sin saber que era un oficio artístico. Solía contar a mis amigos las películas que había visto en el cine.

Tuve la suerte de vivir en la taberna que regentaban mis padres por la que pasaban desde marineros a vendedores de pescado o feriantes, viviendo experiencias muy intensas e inadecuadas siendo un niño», recuerda el actor y director, que por ello confiesa haberse sentido tan cerca de la tradición oral popular como del estilo desafiante y deslenguado tabernario.

Cadaval, uno de los ‘platos fuertes’ de la cita más veterana de España, advierte sobre este evento que ha sobrevivido más de tres décadas impulsado por el ayuntamiento de Agüimes y en el que ha participado en varias ocasiones, «la sensación de comunidad que se produce entre narradores y narradoras invitadas con un público que es tan bueno que casi te hace la mitad del trabajo. En Agüimes hay momentos realmente mágicos.

Hay diversidad de propuestas en su programa, tanto para el público adulto e infantil y adolescente, que se desarrollan en muchos espacios distintos. Eso es la democratización de la palabra, de la memoria, el intercambio...», concluye.De un hombre que se define a sí mismo como performer, autor teatral, conferencista, charlista, caricato, excéntrico, director de escena, agitador cultural, coctelero social, cocinero, talent crew man, best boy, hijo predilecto, cronista local, y antropólogo diletante, podíamos esperar todo.