DeLorean, la hamburguesa que llegó del futuro

Existe en la carretera del centro, poco más arriba del Hotel Escuela Santa Brígida, un pequeño local de apenas dos banquetas en la banda de babor en el que las hamburguesas regresan del futuro. Es DeLorean, que es la misma marca del fotingo sobre la que el doctor Emmett Brown inventó la máquina del tiempo y el condensador de fluzo que protagonizaban en los años 80 la trilogía cinematográfica Back to the future.

Al volante del chisme se sienta Roberto Martín, nacido en Madrid, pero criado en La Atalaya, al punto que desde el mismo DeLorean «veo la casa de mis padres», y quizá hasta la escuela donde rayó las primeras libretas. Martín continuó sus estudios de bachillerato en Lomo Blanco, pero con el bolígrafo en una mano y la hostelería en la otra, ya que siempre cursó y trabajó desde muy joven, hasta que terminó estudiando Marketing y un Ciclo Superior de Ventas.

Así es como entra en Flick Canarias hasta la crisis del 2008, en la que una regulación de empleo se apunta para recibir un finiquito con el que abre su primer negocio, «porque siempre tuve la inquietud de trabajar para mí mismo».

Ese negocio era de quita y pon, en un puesto de crepes en el mercadillo de Teror. Que salió mejor de lo esperado, al punto que empieza a empatar con otras pequeñas citas por los pueblos, trajín en el que coincide con un antiguo compañero de clases, Andrés Rivero, que comandaba otro puesto, uno de perros calientes. Con él comienza a rumbiar proyectos hasta que consolidan una idea e invierten juntos para crear el Aloha Bar, en Bernardo de la Torre. «Pero nos cansamos de los horarios que exigen los bares de copas y buscando algo más cómodo, pero sin salirnos de la hostelería, surgió el Rockabilly Burger Bar», hoy una cadena de cinco establecimientos que abre un primer local en Canalejas.

«Fue bien, pero decido desvincularme un tiempo de la hostelería hasta que vuelvo y me meto de cabeza con esta nueva hamburguesería, la DeLorean, que abre sus puertas el 19 de noviembre de 2020, en plena pospandemia».

Jilorio: hamburguesería DeLorean, de Santa Brígida

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La idea era la un local pequeño, «por si salía mal», pero erró en el cálculo, al punto que ya tiene una plantilla de cinco personas, y en vez de aquellas dos únicas banquetas, ahora se abre a 18.000 sillas, que es el censo a ojo de buen cubero de la villa satauteña, ya que Roberto y su equipo distribuyen los pedidos por toda la localidad. A ello se suma, el segundo DeLorean que estrenó en La Paterna este pasado agosto.

Apuesta por la calidad

Roberto reconoce que «la apuesta fue buena, porque nos hemos ganado a los clientes por la calidad del servicio y del producto», con una materia prima principal, sus carnes frescas, que provienen del propio pueblo de las medianías, y unos deliciosos panes que llegan del sur de grancanario.

Asegura que la apuesta por extremar la calidad es la propia del «exigente público que se espera de Santa Brígida y por ser conscientes de que teníamos que diferenciarnos de la competencia».

El resto es un reparto propio y unos tiempos de entrega de unos 35 minutos, «los veinte que le dedicamos en cocina, y los diez o quince que tardamos en llegar al cliente, que se pueden alargar un poco en los días más fuertes».

También reciben en el pequeño local, presidido por una cocina industrial, y en la que se da un curioso meneo, el de clientes que antes de salir del trabajo encargan su pedido y que luego recogen en el sitio en una espera en la que Roberto invita a la cerveza, el agua, o el refresco para que no falte de nada.

Pero, ¿y qué va en la caja?

Un menú muy completo

Pues en el apartado entrantes propuestas como el No seas gallina, McFly, con su solomillo de pollo de corral, crujientes con salsa sweet chilly salsa honey; o los Nachos DeLorean, de queso cheddar, guacamole, chilli con carne y frijoles, crema agria, pico de gallo, jalapeños y cebolla crujiente.

En cuestión de ensaladas de allí salen pitando la Riverside, con su col, su pollo marinado, la zanahoria, el queso gouda, cebolla y salsa de yogur casera; o la Clara, que se atreve con el parmesano, loyo, bacon, pollo crujiente, cherrys aliñados con miel y mostaza, crema balsámica y sésamo.

Todo ello con surtido de papas en varios formatos: las Plutonio, las Fluzo, las Monte, y las ‘radiactivas’ Papas Uranio, estas últimas, que vienen con cheddar, gouda, bacon, pollo marinado, chutney de mango y cebolla crujiente.

Abierto el apetito hay que entrar a la sustancia, que entre otras muchas, todas hechas a la brasa, va desde la hamburguesa más simple, la Cheese Burger de cebolla natural, cheddar, pepinillo y kétchup; a las elaboraciones más imaginativas, como la Lorraine, de rulo de cabra, cebolla caramelizada, mermelada de pimiento, tomate natural y huevo. O la mágica Pick Up, con capacidad de crecimiento infinito, con smash burger con cheddar y kétchup y a que por dos euros el filete y extra de chéddar, se puede ir añadiendo capas hasta que llegue al techo del local..., o al fondo del bolsillo del cliente. Culmina el festín con la gama de perritos calientes con salchicha roja de Casa Ricardo y postres como la torrija casera, con su pan brioche de hamburguesa, «que está feo que lo diga yo, pero que están buenísimas».

La receta TikToker

Cada dos meses DeLorean experimenta una hamburguesa estrella. Ahora toca la Biff Bacon, con doble de cheddar, bacon crujiente, baconesa con salsa inglesa y pimento de La Vera, mermelada con cebolla con chipotle en la base del pan y cebolla crujiente de topping. Pero hay otras propuestas que llegan desde las redes, como la que acaban de sacar conuna colaboración del TikToker, @elchiquitojuanangel, de la isla de El Hierro y que se presenta como Técnico Superior en Picarlo Menudo. Disponible hasta el 30 de noviembre, la suculenta ocurrencia, bautizada como La Juan Ángel, viene con filete de ternera, guacamole, salsa de chorizo de Teror, miel El Bardito, pimiento, queso majorero, salsa BBQ, huevo, chutney de dátiles y ajo y tomate natural. Suerte.