Agaete

El muelle que está en el limbo y quiere Agaete

El municipio pide el Muelle Viejo de Las Nieves a Puertos Canarios

Estudia poner un pantalán en el simbólico enclave que mira al Dedo de Dios

Vista de Las Nieves, con el muelle viejo a la derecha de la imagen, en la ensenada del Dedo de Dios, y a la izquierda el puerto. | lp/dlp

Vista de Las Nieves, con el muelle viejo a la derecha de la imagen, en la ensenada del Dedo de Dios, y a la izquierda el puerto. | lp/dlp / LP / DLP

Javier Bolaños

Javier Bolaños

El Ayuntamiento de Agaete ha solicitado a Puertos Canarios la cesión del centenario Muelle Viejo, situado junto al Dedo de Dios en Las Nieves, que es todo un símbolo para los vecinos y para los visitantes, que permanece en un limbo de competencias para su gestión, pese a que en su momento se postuló para convertirse en un Bien de Interés Cultural (BIC). El grupo de gobierno pretende de esta forma regularizar las actividades que se realizan en la zona, como las terrazas y la prestación de servicios y de mantenimiento, pero también poder darle vida a la ensenada, incluyendo la posibilidad de recuperar un antiguo proyecto que contempla instalar un pequeño pantalán para facilitar las actividades náuticas.

El Ayuntamiento se encarga de su limpieza, de la seguridad de los bañistas y realiza tareas de mantenimiento, incluido rehabilitar los solárium. Sin embargo, en la práctica no está en sus dominios y cada vez que tiene que realizar una actividad tiene que dirigirse como órgano competente de su gestión real al ente público de la Comunidad Autónoma de Canarias, que controla el conjunto del puerto de Agaete, y que es el más rentable de su red grancanaria gracias al tráfico marítimo con Tenerife.

El alcalde, Jesús González, reconoce que el Muelle Viejo se encuentra en un limbo entre administraciones, que pretende solucionar mediante la cesión. La petición ya ha sido tratada en el último consejo de administración de la autoridad portuaria regional, y ahora están estudiando los detalles del expediente. «Hay que buscarle un encaje», añade, ya que también habría que fijar los límites y detalles técnicos, teniendo en cuenta la actividad portuaria.

De las frutas a películas de cine

González señala que la situación actual puede generar problemas en el caso de un accidente, y también apunta que es indispensable este paso para organizar la situación de las terrazas, para que se regulen bajo las ordenanzas municipales.

El alcalde recuerda que esta zona es un símbolo para Agaete, tanto por la historia de este muelle como porque su icónica estampa con el Dedo de Dios, y los acantilados de Tamadaba y la costa con La Aldea. Además, señala que incluso para el rodaje de películas hay que clarificar el marco legal del antiguo malecón, que sirvió de puente de comunicaciones para el trasiego de frutas y verduras con Tenerife y Europa.

El espigón, visto desde el agua.

El espigón, visto desde el agua. / LP / DLP

El regidor aclara que la cesión permitiría abrir las puertas a una mayor proyección del muelle. Y recuerda que en su momento se diseñó un plan estratégico que contempla promocionar la actividad náutica, con propuestas como la colocación de un pantalán para asistir a piraguas y pequeñas embarcaciones. En este sentido, González se cuestiona la razón por la que Agaete no cuenta con empresas náuticas en sus aguas, pese a que vive de cara al mar.

El pleno del Ayuntamiento ya aprobó de forma unánime por todos los grupos políticos el 20 de noviembre de 2018 una iniciativa para tramitar la declaración del Muelle Viejo de Agaete como Bien de Interés Cultural (BIC). Sin embargo, la propuesta no ha tenido más recorrido, quedando en un cajón.

La zona de influencia del BIC, tal y como se publicó, iba a abarcar desde el viejo dique hasta la trasera del espigón de protección del puerto exterior, con unos 500 metros de radio, basado en el estudio ambiental del propio Gobierno para el puerto sobre dinámicas de litoral.

Ensenada natural de la Conquista

La infraestructura portuaria, cuya construcción se adjudicó en 1875, está incluida en el Catálogo Arquitectónico de Agaete con un grado de protección integral, es de propiedad pública y sobre ella se permite únicamente «la conservación, la restauración y la rehabilitación como tipos de intervención», según el citado expediente.

Un adolescente lanzándose al agua.

Un adolescente lanzándose al agua. / LP / DLP

En la zona se han encontrado restos de pecios, fragmentos de cerámicas y anclas de gran antigüedad a profundidades de hasta 40 metros, por lo que es muy posible que si se lleva a cabo una exploración submarina aparezcan más restos de relevancia histórica, ya que la zona servía desde hace siglos de fondeadero para barcos.

La torre fortaleza

La propuesta municipal contemplaba como datos históricos que en 1481 el Puerto de Las Nieves comienza su historia como ensenada natural de la Conquista de la parte norte de la Isla, vinculado al proceso de construcción de la torre fortaleza de Agaete. Con el posterior comercio del azúcar fue puerto de conexión con los mercados del norte de Europa, especialmente con Holanda, además de fondeadero de los barcos que comerciaban con Tenerife.

El Ministerio de Fomento aprobó el 9 de noviembre de 1864 la construcción del muelle de Las Nieves, diseñado por el ingeniero Juan de León y Castillo.

La obra se sacó a subasta en 1875 por 105.000 pesetas, adjudicándose al contratista local Antonio de Armas.

La grúa y las piedras del Roque

La obra fue aprobada el 9 de noviembre de 1864, pero no será hasta una década más tarde cuando el Ministerio de Fomento otorgue el visto bueno para su construcción. La idea original de León y Castillo era crear una infraestructura de 260 metros de longitud, realizado en mampostería, con mortero de cal y arena y con remates de cantería, empleando piedras del Roque de las Nieves y de canteras de Arucas, según Patrimonio Histórico del Cabildo. Las obras concluyen en 1903, tal y como lo conocemos en la actualidad, pero con solo 130 metros. Uno de los elementos más simbólicos es la vieja grúa, que muchos niños usaron como lanzadera al agua. Fue instalada en la primera mitad del siglo XX para la estiba de productos agrícolas de El Valle. Se trata de una pieza de un brazo de hierro, que está anclada en el suelo.

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