El reputado catedrático de Prospección Geofísica y Decano de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona, Albert Casas, aseguró ayer en relación al anuncio que Podemos y el reconocido ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Carlos Soler hicieron el jueves de la pasada semana sobre el hallazgo de aguas subterráneas en los malpaíses de Timanfaya, que "ha habido una euforia exagerada respecto a ese asunto, que intento matizar, y una falta de prudencia porque se han creado falsas expectativas sin tener la seguridad de que exista agua". Añadió que "el hecho de que hayamos encontrado una estructura favorable por debajo del malpaís con posibilidades de que haya un reservorio, no quiere decir, para nada, que haya agua. El agua en Lanzarote es un tesoro y el tesoro no se ha encontrado".
En opinión de Casas, "el señor Carlos Soler se ha adelantado tres pueblos en decir lo que ha dicho, pues en absoluto a partir de la información que yo he podido obtener se puede establecer con seguridad lo que él ha dicho. Él ha sido muy lanzado, pero en la vida hay que ser prudente porque no se pueden abrir falsas expectativas sin tener mucha más seguridad".
Casas hizo estas declaraciones con anterioridad a su participación este jueves en el acto que convocó Podemos en el Centro Cívico de Arrecife para presentar el estudio del acuífero y aclarar las dudas sobre el mismo. En la cita, además del propio Casas intervino Soler y el secretario general de Podemos en Lanzarote y consejero del Cabildo, Carlos Meca, moderó el encuentro.
El catedrático dirigió el equipo de geólogos que se trasladó a Lanzarote el pasado mes de noviembre para realizar el estudio de geofísica -financiado por la Fundación César Manrique y el Grupo Cicar- con el que se pretendía confirmar o refutar la tesis que desde hace más de quince años sostiene Soler, buscador de agua y funcionario del Gobierno de Canarias, sobre la existencia de un acuífero en Timanfaya, asunto por el que según este experto las instituciones canarias no han mostrado interés. Soler cifró en 17 hectómetros cúbicos el volumen de la bolsa de agua de lluvia aprovechable bajo Timanfaya, teniendo en cuenta un índice de evaporación del 50%, lo que supondría "en el peor de los escenarios el 70% de la producción actual en la Isla". Incluso, Meca llegó a calificar el descubrimiento como "la segunda revolución del agua en Lanzarote" después del hito que supuso la entrada en funcionamiento de la primera planta desaladora en 1966.
Sin embargo, Casas corrigió a Soler y aseveró en relación a esos datos que "eso es todo hipótesis porque no se ha medido ni demostrado en Lanzarote, absolutamente, cuál es la tasa de infiltración de la lluvia y, por lo tanto, no sabemos de qué recursos estamos hablando. No se ha hecho nunca una investigación para determinar esto, que tampoco es fácil".
Dijo además que "ni he dicho que haya agua ni le he dicho al señor Carlos Soler que podía decir eso. Es su interpretación subjetiva", sentenció. No obstante, Soler mostró ayer su convencimiento de el acuífero existe.
Casas coincidió en su argumento con la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias, que un día después de que Soler y Podemos hicieran pública la noticia del "gran aljibe en Timanfaya", aclaró que "hay posibilidad de aguas discontinuas en Timanfaya, aunque las pruebas geofísicas no son suficientes para detectar agua, pero sí para detectar otras variables que darían idea de que pudiera existir".
El catedrático confirmó "plenamente" lo apuntado por el Ejecutivo y reiteró que "las pruebas geofísicas son necesarias pero no suficientes, lo que siginifica que con el estudio (radiografía) que hemos realizado nosotros se puede poner en evidencia la existencia de zonas favorables pero, obviamente, esto es como encontrar una botella". Precisó que "hasta que no sepa si la botella está llena o vacía, si tiene líquido de buena o mala calidad y se conozca la cantidad de agua que hay no se puede decir nada". Casas subrayó que "todavía es muy prematuro decir las posibilidades existentes de encontrar el recurso hídrico subterráneo en esa zona, pero a partir de los resultados obtenidos conviene no descartar esa eventualidad y es muy necesario que la investigación continúe con nuevos estudios que progresivamente vayan confirmando o no la posible hipótesis".
El catedrático explicó que "lo que hemos obtenido ha sido una imagen que simplemente me permite precisar que por debajo del malpaís hay un relieve que permite determinar lo que sería el paleovalle fosilizado por la erupción [se refiere a las erupciones volcánicas del siglo XVIII] y si existe realmente, se puede determinar cuáles son las zonas preferentes para ese drenaje subterráneo". Ahora, puntualizó Casas, "que exista la estructura favorable no quiere decir que haya agua. La interpretación de Soler ha sido subjetiva", reiteró.
Acometer los sondeos
En el informe realizado por Soler a raíz del trabajo de campo de la Universidad de Barcelona se detalla que la segunda fase del proceso, aún no ejecutada, tras las pruebas geofísicas, incluiría la realización de los sondeos precisos para determinar tanto el volumen exacto de agua en el subsuelo como la calidad de la misma.
Casas aboga por "no descartar absolutamente la hipótesis de Soler, aunque haya detractores y partidarios, y de acometer los sondeos ya que si no se hacen, todo queda dentro de la mera especulación". Afirmó además que "aunque el caudal no equivalga, si existiese, al 70% de la producción insular, pero sí al 25% o 30% ya valdría la pena extraerlo por el interés estratégico del agua en Lanzarote".
