El Molina Orosa realiza su primera intervención para corregir una deformación ósea con fijador externo

El dispositivo corregirá la deformidad del pie y alargará la extremidad de forma paulatina

Momento de la intervención para corregir una deformación ósea con fijador externo en el Hospital Universitario de Lanzarote Doctor José Molina Orosa.

Momento de la intervención para corregir una deformación ósea con fijador externo en el Hospital Universitario de Lanzarote Doctor José Molina Orosa. / Consejería de Sanidad

El Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha realizado su primera intervención quirúrgica para corregir una deformación ósea del pie a través de un fijador externo hexápodo.

La operación se llevó a cabo en colaboración con Juan Carlos García de la Blanca, cirujano ortopédico de la unidad de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y de miembros del Royal London Hospital, que se trasladaron a Lanzarote para guiar la intervención.

Equipo de profesionales responsable de la intervención para corregir una deformación ósea con fijador externo en el Hospital Universitario de Lanzarote Doctor José Molina Orosa.

Equipo de profesionales responsable de la intervención para corregir una deformación ósea con fijador externo en el Hospital Universitario de Lanzarote Doctor José Molina Orosa. / Consejería de Sanidad

El equipo de Traumatología del Molina Orosa realizó con éxito la cirugía consistente en la colocación de un dispositivo externo que paulatinamente corregirá la deformidad del pie y alargará la extremidad. La intervención se llevó a cabo a un paciente de 56 años para tratar de mejorar su calidad de vida, ya que tras sufrir un accidente, presentaba dolor a causa de una artrosis avanzada, y cuya pierna afectada se había quedado más corta.

Este tipo de dispositivos de fijación circular permite tratar patologías complejas de las extremidades con resultados muy precisos. En este caso, se trataba de corregir las deformidad del hueso y fijar la articulación, al tiempo que se busca salvar la diferencia de tamaño entre ambas piernas con el alargamiento de la tibia.

El paciente, que se recupera favorablemente, ha de llevar el fijador hexápodo durante al menos ocho meses y durante ese tiempo es el propio paciente el que debe manipular el dispositivo todos los días siguiendo las instrucciones médicas para lograr corregir la deformidad. Tras ese periodo en el que se mantiene un estrecho seguimiento clínico, se llevará a cabo una intervención más sencilla para la retirada del mismo.