Por primera vez, el Colegio de Enfermería y la Consejería de Sanidad han celebrado conjuntamente un acto homenaje, coincidiendo con el Día Internacional de la Enfermería, en reconocimiento de aquellos profesionales con una trayectoria destacada.

Por este motivo, Manuel Vallecillo, Rosario Santana, Maribel Barragán y Carmen Rodríguez se convirtieron ayer en referentes de la enfermería canaria en el acto homenaje celebrado en el auditorio del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín. Todos ellos disfrutaron de una emotiva jornada en la que se valoró, principalmente, la dedicación a la comunidad a través de su labor como enfermeros.

Manuel Vallecillo recuerda, a sus 89 años, las dificultades que pasó en los años cuarenta en el desarrollo de su profesión. Era una época con pocos recursos en el ámbito sanitario y escasos adelantos en el instrumental de trabajo.

En apenas hora y media debía atender en su consultorio de enfermería a ochenta pacientes. Luego, dedicaba una parte de su horario a las visitas a domicilio. Además, los medios de transporte eran precarios. Manuel Vallecillo, entonces un muchacho, no sólo ponía a prueba sus conocimientos como enfermero, sino también la resistencia de sus piernas a bordo de su bicicleta. Se trasladaba de una punta a otra de la ciudad poniendo inyecciones y realizando todo tipo de curas a los pacientes.

Él representa la figura de los tradicionales practicantes, quienes ponían las inyecciones con jeringas de cristal y agujas desinfectadas a fuerza de hervir agua. En el año 1985 colgó su maletín, pero "aún soy capaz de poner una inyección en caso de emergencia, porque gozo de buen pulso. Hoy veo que se conversa mucho y se trabaja poco".

Rosario Santana y Maribel Barragán, también homenajeadas, aún están en activo. Ambas coinciden en que la sanidad ha sufrido un proceso de deshumanización generalizado. "Cuando empezamos a trabajar en 1968 se daba mucho cariño a los pacientes, pero ahora asistimos en espacios más amplios y eso dificulta la tarea", añade Barragán.