El fenómeno de la feminización de la pobreza ha terminado por consolidarse en la Comunidad Autónoma. Alrededor del 90 por ciento de las peticiones de ayuda que reciben las parroquias en la provincia de Las Palmas procede de mujeres que son, al tiempo, cabezas de familia y desempleadas. Mientras, el aumento de la pobreza en mujeres mayores de 65 años se ha constatado en el último año.

Ésos son algunos de los datos más relevantes que Cáritas Diocesana dio a conocer ayer de su memoria anual de actividades correspondiente a 2007, que señala que fueron atendidas por sus servicios generales 163 personas más que en 2006, resultando un total de 11.821 ciudadanos asistidos.

Junto al incremento de la pobreza femenina, Ana Margarita Rivero, coordinadora de Acción Social de Cáritas, destacó como otro de los puntos que afectan a la exclusión social el papel destacado de la pobreza infantil, en donde se corrobora que "asistimos a un empeoramiento de la situación de la infancia" por la aparición de hogares monoparentales y precariedad laboral.

Precisamente, el crecimiento del paro y el debilitamiento de prestaciones junto a la paralización de las nuevas ayudas (como las amparadas por la Ley de la Prestación Canaria de Inserción), son otras de las circunstancias que están extendiendo el fenómeno de la exclusión.

Según denunció Rivero, el 85 por ciento de los cuidados que se realizan a personas mayores los hacen mujeres y, entre ellas, el mayor porcentaje se localiza en personas con edades entre los 55 y los 70 años.

SALARIO. Además, la responsable de Acción Social de Cáritas subrayó que en Canarias la pobreza también está haciendo mella en la población infantil y se refirió al estudio de la fundación Foessa 2006 (del que se hizo eco este periódico hace varias semanas) que destaca que uno de cada tres niños vive en Canarias en situación de pobreza, frente a la media nacional que señala a uno de cada cuatro menores.

El desempleo y el alto crecimiento del paro, sobre todo en los últimos meses por la crisis económica, está ayudando a que la exclusión se expanda. En este sentido, José Domínguez, delegado episcopal de Cáritas, afirmó ayer que la crisis se está dejando sentir en las parroquias por el volumen de peticiones de ayuda por parte de las familias. "Familias que se ven sin poder pagar la hipoteca, el coche. Es otro tipo de pobreza la que está emergiendo, que está acentuando el deterioro del trabajo".

En esa línea, Cáritas confirmó ayer que muchas familias padecen "dificultades para llegar a fin de mes", una cifra que la estadística oficial sitúa ya en el 45,2 por ciento de las que residen en la Comunidad Autónoma canaria.