La primera fase de la investigación judicial sobre los robos de medicamentos en la Cooperativa Farmacéutica Canaria (Cofarca) se ha saldado hasta el momento con 18 imputados, 12 de los cuales deberán prestar declaración en las próximas semanas ante el juez que instruye el caso, Luis Galván, según confirmó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

El magistrado ya interrogó en el Juzgado de Instrucción número 6 de la capital grancanaria a los primeros seis implicados en la trama. A todos se les imputan los delitos de hurto continuado, contra la salud pública y estafa, los mismos cargos que la Policía Judicial atribuye a los otros 12 implicados, quienes han sido citados ahora por el juez.

Lo más probable es que la autoridad judicial mantenga las imputaciones a los 12 nuevos encartados, pues existen indicios delictivos para ello, según sostienen fuentes conocedoras de las actuaciones. De hecho, está prevista una segunda fase de investigación destinada a concretar dónde y a quién eran vendidos los fármacos sustraídos de la cooperativa.

Al menos hay seis implicados en la trama que trabajan en Cofarca, aunque el consejo rector de la cooperativa ya ha expulsado a dos de ellos y tiene previsto hacer lo propio con otros cuatro. Además, los investigadores sospechan que pueden haber farmacias involucradas en la compra de la mercancía hurtada, pues se trata de productos que se venden de manera habitual en este tipo de establecimientos. Hay abiertas pesquisas en ese sentido, aunque hasta el momento no se ha producido la imputación de ningún farmacéutico.

También están pendientes varios informes que cuantifiquen las pérdidas causadas por los robos y el tipo de medicamentos sustraídos. Hasta el momento no se tiene constancia de que se trapicheara con sustancias estupefacientes destinadas al mercado negro de las drogas, aunque sí se han podido robar productos muy controlados que precisan autorización facultativa para su venta.

En general se trata de artículos que van desde analgésicos hasta cualquier tipo de tratamiento dispensado en farmacias, tales como ampollas para la caída del cabello, cremas solares o sustancias para combatir el sobrepeso, entre otros productos.

Y es que el material hurtado era almacenado en el trastero de la vivienda de uno de los imputados. Luego era otra persona la que se encargaba de pasar por allí para realizar los pedidos, pues los cabecillas de la organización ya habían consolidado una clientela habitual de compradores.

Los investigadores sospechan que los robos se producen desde hace seis o siete años. Sin embargo, los empleados de Cofarca imputados no llevaban más de dos años robando. Fue la dirección de la cooperativa la que se percató de lo que estaba ocurriendo y lo denunció ante la Jefatura Superior de Policía de Canarias. La denuncia se presentó el pasado 29 de enero y dio pie a la actual investigación policial, que sigue abierta. No se descartan más imputaciones.