La Fiscalía Provincial de Las Palmas solicita 16 años de cárcel para un conocido empresario de la restauración en Canarias. La fiscal delegada de Extranjería, Teseida García, acusa a Juan Francisco Gil Alonso de cuatro delitos contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, supuestamente por traer a inmigrantes de manera clandestina para emplearlos en sus restaurantes de Las Palmas de Gran Canaria.

El acusado, de 41 años, es propietario de tres establecimientos especializados en comida brasileña, mexicana y tailandesa. Según las conclusiones provisionales del ministerio público, el empresario contactaba con los inmigrantes, les "pagaba los billetes" a Gran Canaria, y les "prometía" regularizar su situación mientras trabajaban en sus negocios.

Sin embargo, después de los tres meses de estancia legal en España, Juan Gil se "desentendía" de sus empleados y éstos "quedaban en situación irregular". La fiscal acusa al empresario de usar "subterfugios" para introducir a ciudadanos extranjeros y ponerlos a trabajar en sus restaurantes, saltándose de manera "plenamente consciente" todos los trámites legales de ese tipo de contrataciones.

Hay casos en los que el empresario se desplazaba en persona a Brasil, con la intención de buscar cocineros en las "churrasquerías más conocidas" de Río de Janeiro. En esa ciudad se entrevistó con A. S. N. en noviembre de 2007. Le ofreció el billete de avión, un sueldo de 1.250 euros y tres meses de alojamiento gratis, además de arreglar su situación administrativa. La víctima llegó como turista el 14 de enero de 2008 y comenzó a trabajar dos días después, sin que a fecha de mayo de 2009 el empresario hubiera regularizara su situación.

Lo mismo ocurrió con otros tres compatriotas brasileños, aunque en esos casos contactó con ellos por teléfono. Todos fueron empleados del Candombe, uno de sus tres restaurantes en la capital grancanaria.