La Academia de Bellas Artes se opone al derribo de la Biblioteca

La Real Academia Canaria de Bellas Artes ha emitido un manifiesto en defensa de la Biblioteca Pública del Estado, tras la sentencia a primeros de julio del Tribunal Supremo que ordenaba su demolición al Ayuntamiento y al Estado porque se habían saltado las normas urbanísticas. La entidad argumenta que se trata de un bien sociocultural que hay que salvaguardar "para evitar un perjuicio general muy superior al particular que se quiere evitar", ya que se trata de un bien cultural al que acuden los ciudadanos en busca del conocimiento.

La Real Academia Canaria de Bellas Artes, constituida en el Archipiélago por la Corona en 1849 y cuyo fin principal es velar por la cultura y el patrimonio artístico de las Islas, deplora el contenido de la sentencia y asegura que es causa de "escándalo público".

La institución subraya, sin embargo, que si bien "fue indebidamente construido sobre suelo no calificado para ello en su día, también merece que se considere que el plan urbanístico de la zona cambió después y su construcción en tiempos actuales tendría todo el respaldo legal necesario".

El manifiesto ha sido remitido ya al alcalde de la ciudad, Juan José Cardona; al presidente del Cabildo insular, José Miguel Bravo de Laguna, Insular; al ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, así como a otras instituciones como el Instituto de España y reales academias de San Fernando (Madrid), San Jorge (Barcelona), San Carlos (valencia) y Purísima Concepción (Valladolid); entre otras entidades culturales.

Se da la circunstancia que el Ayuntamiento va a solicitar al Tribunal Supremo la nulidad de las actuaciones para salvar la Biblioteca - de titularidad estatal, aunque está construida sobre suelo municipal- antes de presentar un recurso de amparo al Tribunal Constitucional, la última vía que le queda para frenar el dictamen de la sentencia.

"Sin entrar a discutir el fundamento jurídico que la sustenta, la sentencia es causa de escándalo público y de generalizado rechazo en Canarias, y especialmente en la isla de Gran Canaria, pues si bien el Tribunal Supremo se ha atenido a la letra de la Ley, apoyándola con las razones que ha estimado oportunas para que se cumpla, también es cierto que la facultad inherente a la judicatura de generar jurisprudencia podía en este caso haberse apoyado en la prioritaria valoración de un bien sociocultural aduciendo poderosas salvedades para evitar un perjuicio general muy superior al particular que se quiere evitar", se indica.

La institución aclara que una sociedad como la canaria, que sufre las consecuencias de la "lejanía y el desarraigo", se vería muy comprometida sin un centro cultural como este, "que presta un servicio continuo y amplio a esta sociedad". Y recalca que los jóvenes serán los grandes perjudicados si se lleva a cabo la demolición.

" El desatino que supondría demoler este edificio y con él los servicios que presta a la sociedad sería un paso atrás en la historia de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y por extensión de nuestra civilización y de nuestra cultura", se señala en el manifiesto.

Centro cultural

La Academia destaca que es un gran centro de cultura para la ciudad puesto que no solo presta libros sino que realiza actividades, encuentros, debates, presentación de libros que fomentan a todos los ciudadanos el conocimiento y el derecho a saber.

La Real Academia Canaria de Bellas Artes destaca además el valor arquitectónico del edificio, encargado y ejecutado por los arquitectos Palerm y Tabares de Nava entre 1995 y 2001, y que recibió en 2006 el premio de la Comunidad Europea como modelo de Biblioteca del Estado.

La institución insta al alcalde de Las Palmas de Gran Canaria a que acuda a todas las instancias pertinentes, tanto nacionales como internacionales, para tratar de evitar una decisión tan "contracultural e impopular" como la que generaría el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo además de los perjuicios a los ciudadanos.