¿Cree que se ha tirado mucho dinero público?

Se ve en toda España, con esos aeropuertos y el AVE en lugares donde no era necesario.

¿Algún ejemplo más cercano para nosotros?

El Puerto de Arinaga, una suculenta inversión que sigue sin tener actividad por el desencuentro entre las administraciones. No somos capaces de ponernos de acuerdo en defender los intereses generales por las diferencias que hay entre los partidos políticos. Esa es una de las cosas que esta crisis obligará a cambiar. El interés general debe estar por encima de las diferencias partidistas. De lo contrario, no avanzamos.

¿De verdad cree que la crisis operará ese cambio?

Ya se ha hecho. Se pedía a gritos una prisión para todos los ciudadanos canarios que estaban cumpliendo condena fuera. Pues nos pegamos 12 o 15 años discutiendo la ubicación. Me alegré el día que llegó el Estado y dijo: aquí. Y hubo una resistencia diciendo que eso iba a hundir el turismo. ¿Pasó algo? La cárcel era necesaria, ¿por qué tiene que llegar 14 años después? Anteponer el interés partidista al general es algo que no ocurre en el resto de ámbitos de la vida. Los empresarios tenemos nuestras diferencias a la hora de competir, pero a la hora de defender nuestro interés general lo hacemos unidos como una piña. Así debería funcionar también en la política.

¿Le alegró el puñetazo sobre la mesa del Estado? ¿Dónde queda la autonomía?

Soy defensor de la autonomía, pero hasta un punto. No puede traspasarse la línea en que cada cual gobierne como en su finca privada. Eso también se encargará de corregirlo la actual situación económica. Se ha descentralizado tanto, que ahora lo estamos padeciendo. Pongo un ejemplo, independientemente de que se trate de alguien del PSOE o cualquier otro partido: el Estado decreta que hay que tomar medidas de recorte en Educación y en una autonomía dicen que no entran por el aro. El decreto es nacional, para todos, porque todos estamos en España, no unos aquí y otros en Hungría. Eso sí, la autonomía que se niega a renglón seguido sube los impuestos. ¿Contra quién? Contra los ciudadanos.

¿Hay que buscar petróleo cerca de Canarias?

Por supuesto. No conozco un país que no explote sus riquezas, salvo que eso entrañe un riesgo insuperable. La tecnología avanza a gran velocidad. Nadie puede garantizar el cien por cien de riesgos cubiertos en ningún sector, pero hoy la tecnología del petróleo tiene previsto cómo atajar una emergencia. Otra cosa sería que se sacara a 500 metros de la playa, porque no da ni tiempo a reaccionar. Petróleo, sí o sí y estoy convencido de que se va a hacer. Paralelamente hay que desarrollar las energías renovables, pero hoy dependemos del petróleo.

Del gas se lleva hablando años y nunca ha llegado.

No es una riqueza de aquí.

Se dice que supondría un ahorro energético.

En concreto de 300 millones al año. No entiendo cómo no se ha llevado adelante. Es más limpio y mucho más barato, pero por las diferencias políticas no se ha traído, cosa que sí se va a hacer en Tenerife. Yo soy de los que piensan que una vez lo haya allí se acabará haciendo aquí pero ya hemos perdido mucho tiempo.

¿La reforma laboral era la que esperaba?

Es un avance con respecto a lo que teníamos, pero no está todo lo completa que tenía que estar. Lo triste es que tenía que haber llegado desde 2008 o 2009 para adaptarnos a las nuevas circunstancias.

¿Qué le falta a la reforma?

Yo respeto a los sindicatos y considero imprescindible su existencia, pero no este tipo de sindicatos que tenemos aquí. Los sindicatos deben defender al trabajador, pero en todos los aspectos, no defenderlo en contra de los intereses de la empresa. La reforma laboral no cubre todo.

¿Cuáles son las carencias?

Hay que combatir también el absentismo laboral. En la Administración tiene una incidencia difícil de creer. ¿Qué empresa puede soportar cifras del 14%? Otra cuestión es la de la movilidad. Si tengo una empresa con intereses en tres islas y necesito más personal en una de ellas, no puede ser que te digan que no se mueven. Arreglando todo lo que haya que arreglar para que no pierdan nada... El problema se da incluso en un cambio entre Las Palmas y Telde.

Despedir es más fácil.

Se dice que el empresario quiere tener libertad para despedir, pero un empresario que tiene un trabajador que cumple, que es productivo, lo que hace es mejorar sus condiciones y mantenerlo. Ahora, el empresario no está dispuesto a mantener personas que en el transcurso de los años no quieren progresar.

¿Qué opinión le merece la subida de impuestos que prepara el Gobierno de Canarias?

Parece que apuestan por la salida más fácil. En la situación que estamos soy totalmente contrario. El impacto lo sufre la sociedad. Subir el IGIC va a afectar a todas las compras y lo vamos a pagar todos. A mí me puede afectar menos, pero habrá a quien lo están llevando a un punto en que ya no lo soporte. Lo que logran así es restringir mucho más el consumo, por tanto habrá menos empleo y el círculo se cierra. Hay otros sitios donde se puede recortar. Entiendo que se puedan subir los impuestos cuando se hayan tomado todas las medidas de reestructuración en la Administración, como hace cualquier empresa. Nos hemos visto obligados a tomar determinaciones para subsistir y adaptarnos a la situación que estamos viviendo.