Los socios del gobierno tripartito en funciones de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, Javier Doreste y Pedro Quevedo, celebran hoy su primer encuentro con la firme intención de reeditar el pacto de progreso por otros cuatro años más, un nuevo mandato en el que la ciudad tendrá que afrontar las obras de ensanche de la Avenida Marítima para poner en marcha la MetroGuagua en 2021. Otros retos pendientes son la mejora del servicio de limpieza, el inicio de la reconstrucción del barrio de Las Rehoyas y la terminación de la reposición de Tamaraceite, así como la reducción del tráfico para disminuir la contaminación.

Del anterior acuerdo queda pendiente, entre otras cuestiones, el control directo del servicio del agua por parte del Ayuntamiento. Los ciudadanos continúan esperando por el soterramiento de los nudos de Torre Las Palmas y Belén María -cuyo proyecto aún no ha salido a concurso pese al anuncio de Obras Públicas varios días antes de las pasadas elecciones- y la construcción de viviendas sociales, si bien todas estas obras son competencia del Gobierno canario.

Tanto el socialista Augusto Hidalgo, como Javier Doreste, de Podemos, y Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, coinciden en la necesidad de reeditar el pacto, que dan por seguro, aunque el reparto de responsabilidades cambiará en función de los resultados obtenidos. La mayoría de gobierno del pacto ha salido reforzada al pasar de 15 a 17 concejales, debido a los excelentes resultados de los socialistas que ganan cuatro ediles y de Nueva Canaria, que obtiene otro más.

Sin embargo, Unidas Podemos ha perdido tres puestos, lo que hará que tenga menos responsabilidades, algo que el concejal de Urbanismo en funciones, Javier Doreste, ve lógico. "Tendremos que soltar áreas", manifestó esta pasada semana, aunque no escondió su voluntad de conservar el área de Urbanismo y Vivienda para darle "estabilidad" a las políticas que se han venido haciendo hasta ahora. Nueva Canarias, por su parte, quiere una nueva distribución acorde con los nuevos resultados, aunque Quevedo no ha querido hablar de ello. En total, el PSOE aporta once concejales, Unidas Podemos, tres y Nueva Canarias, otros tres.

Pese a que todos coinciden al decir que el reparto de responsabilidades vendrá al final, desde la misma noche electoral ha empezó a circular un nuevo escenario de gobierno en el que se da por hecho que los socialistas de Hidalgo obtendrán dos áreas que perdería Podemos: Asuntos Sociales y Limpieza. La primera la gestionaría Carmen Luz Vargas, que vuelve al Ayuntamiento pues ya estuvo al frente de este servicio en el mandato de Jerónimo Saavedra. Limpieza pasaría a manos de Inmaculada Medina, la actual superconcejala de Carnaval, Parques y Jardines y Obras Públicas.

En el seno del gobierno municipal se habla también de que Encarna Galván, concejala de Cultura, cedería el área de Seguridad a Aridany Romero, edil de Deportes y Nuevas Tecnologías.

Otro área pendiente es la de Aguas, cuyo responsable en funciones y técnico del servicio, Roberto Santana, deja el cargo. El alcalde no ha aclarado a quien se adjudicará esta papa caliente, debido a las conflictivas relaciones con Emalsa. Preguntado si volverá a detentar el área de Hacienda -en su plancha electoral no figura ningún candidato con el perfil para llevar esa área-, se limitó a decir: "Esa parte la veremos al final de la película. Primero vamos a hablar de los intereses de la gente. No vamos a poner el carro delante de los bueyes". Hidalgo se mostró convencido la semana pasada de que no habrá mayor problema para conformar el nuevo pacto, aunque puntualizó que todos tendrán que ceder algo.

"Vamos a formar una propuesta de gobierno en la que todos cedan algo, no mucho, porque somos fuerzas que tenemos mucha sintonía desde el punto de vista ideológico. Lo podemos hacer con tranquilidad y sosiego por varias razones, la primera, porque llevamos cuatro años gobernando y nos conocemos; y en segundo lugar porque el respaldo de los ciudadanos ha sido contundente y eso nos da tranquilidad para negociar", sostuvo Hidalgo.

El líder socialista eludió hablar de sus actuaciones prioritarias en el próximo mandato. "Cada uno tendrá sus prioridades y tendremos que ceder, seguramente, algo, pero yo prefiero sentarme en la mesa y hablarlo con ellos". De la limpieza, uno de los servicios que más críticas ha generado, dijo que "sólo puede mejorar a medio y largo plazo, tras el acuerdo con los trabajadores y la inversión, la mayor en décadas, que hemos hecho, para renovar la flota".

Doreste, por su parte, apuesta por recuperar el documento del pacto por la ciudadanía de 2015 y ver "qué es lo que se ha cumplido y lo que queda pendiente", como la transición energética. Entre sus prioridades figura la reposición y rehabilitación de viviendas y el plan de movilidad vertical". El edil de Turismo Pedro Quevedo quiere avanzar en la transformación urbanística de la ciudad y la recuperación del patrimonio.