El fiscal que llevó el caso de los tres hombres acusados de introducir cocaína a Gran Canaria a través del Puerto de La Luz con el método conocido como el gancho ciego rebajó las condenas de todos ellos. A dos les redujo de nueve a seis años de cárcel y al tercero de nueve a cuatro años ya que el Ministerio Público consideró que este último era cómplice de los hechos.

Los procesados pretendían meter la droga al país bajo el método del gancho ciego, que consiste en esconder la sustancia estupefaciente en contenedores para después violentar- los y sacar la mercancía una vez que esta llegue a su destino, que en este caso era el Archipiélago canario.

Eloy D. C. fue el primero en sentarse en el banquillo la mañana de ayer en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas, por el juicio celebrado en contra de él y los otros dos implicados en la introducción de nueve kilogramos de cocaína procedente de Brasil que sería distribuida en Gran Canaria. Este procesado reconoció ante el juez, Emilio Moya, que sobre las 20.00 horas del 30 de septiembre de 2018 acudió al Puerto de La Luz en compañía de David Jesús S. S. y José Andrés G. R. para sacar la droga de un contenedor. Asimismo, aseguró que eran "peones".

"Nosotros somos unos simples peones, les ofrezco que cojan al rey", apostilló el encausado. Igualmente, admitió que se encargó de fracturar la puerta para poder sacar la sustancia estupefaciente del container de tipo frigorífico en el que trasladaron la cocaína.

También explicó que a José Andrés G. R. le pagaron 300 euros para que hiciera las labores de vigilancia y poder asegurarse de que nadie descubriese que sustraían los paquetes de droga. Posteriormente, relató que se guardó los nueve kilogramos de cocaína en su mochila, la cual entregó a David Jesús S.S., que fue capturado con el narcótico dentro de su vehículo.

Cabe destacar que los tres hombres lograron acceder al Puerto gracias a que Eloy D. C. es estibador portuario y ese día no se encontraba de turno laboral. Además, fue Eloy D. C. quien entregó a José Andrés G. R. el uniforme oficial de operario de las Sociedades Anónimas de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) para entrar al área de los contenedores sin ningún problema.

David Jesús S. S., por su parte, admitió que su participación en los hechos consistía en sacar la droga de las instalaciones portuarias en su coche, pero fue detenido por la Guardia Civil cuando fue a pasar un control ya que los agentes le pidieron revisar el vehículo y encontraron la cocaína dentro de una mochila que estaba debajo de uno de los asientos.

Un agente de la Guardia Civil manifestó que David Jesús S. S. realizó una "maniobra sospechosa" cuando le dieron la voz de alto y por ello fue que le revisaron el coche, en el que consiguieron casi diez kilogramos de cocaína ocultos en ladrillos "que estaban fríos". Por ello, sospecharon que la droga venía en un contenedor.

"Yo solo vigilé, nada más", sentenció el encausado José Andrés G.R. y explicó que le detuvieron "a unos 200 metros del contenedor" en el que venía la droga. Esta versión la apoyan los otros dos acusados, por lo que el fiscal consideró probado que este actuó en calidad de cómplice.

Por todo esto, el fiscal rebajó la solicitud de condena de nueve a seis años y tres meses de prisión para Eloy D. C. y David Jesús S.S. por un delito contra la salud pública en modalidad de sustancia que causa grave daño a la salud. Mientras, a José Andrés G.R. le redujo la petición de pena de nueve a cuatro años y seis meses por el delito de encubrimiento. También solicitó que se les imponga una multa a cada uno de ellos por el valor de la droga incautada. La cocaína tenía una riqueza del 90,06% y un valor de 302.263 euros en el mercado, según la acusación pública.

Los tres acusados utilizaron su derecho a la última palabra para manifestar su arrepentimiento y aceptar la pena solicitada por la acusación pública, por lo que los letrados de la defensa se adhirieron a lo requerido por el Ministerio Fiscal. De esta manera, el juicio quedó visto para sentencia.