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Bazar Peregrina: de las palanganas a Santa Rita

La tienda que fundó Heliodoro Ayala en 1954 comenzó vendiendo "de todo un poco" hasta especializarse en artículos religiosos y belenes

"Con lo mismo te vendía una Santa Rita, que un perfume", señala Cristian Mateos Lorenzo mientras termina de colocar una figurita del Niño Jesús en su vitrina. El Bazar Peregrina ha cumplido esta semana 65 años en el corazón del barrio de Triana. Comenzaron con unas estanterías repletas de palanganas, jabones, perfumes a granel y juguetes. Pero con el tiempo todo aquel menaje dio paso a los artículos religiosos y los belenes, un sector en el que hoy son toda una referencia en la capital grancanaria. "Hacemos encargos a Lanzarote, Fuerteventura, incluso nos han pedido santos muy concretos de pueblos de la Península y eso que toda nuestra mercancía viene de allí", explica el dependiente.

Heliodoro Ayala abrió el comercio en la calle Peregrina el cuatro de noviembre de 1954 con unas 70.000 pesetas en el bolsillo, detalla María Victoria Ayala, una de sus hijas. "Fue de los primeros en traer artículos del hogar de plástico", explica Mateos, quien lleva tan solo cuatro años al frente de la tienda pero se conoce sus rincones al dedillo. Aquellas estanterías se engalanaron entonces con palanganas, baldes y palas de barrer y el público acudía hasta allí ante la novedad que suponía este material en la capital. "También vendía perfumes y, sobre todo, los jabones, los swanstons venían en barras y se cortaban al peso aquí mismo", describe el dependiente sobre los mostradores donde ahora predominan todo tipo de figuras de la imaginería cristiana.

Ayala tenía un hueco en su tienda para los juguetes, pero también para otros productos de lo más variopintos. Su relación con lo espiritual llegó bien temprano, pues su hermano era sacerdote, explica María Victoria. "Empezó vendiendo unas pocas figuritas de Belén y también algunos santos", apunta. "Él se casó con una de las hijas de José Miguel Alzola y este tenía en esta misma calle una librería con artículos religiosos", añade.

Este último comercio terminaría cerrando, por lo que Ayala recogió toda aquella tradición. Las sotanas, el vino de misa, el incienso y los rosarios pasaron a copar la tienda, al igual que las figuritas de Belén. Y, aunque algunos de estos productos ya han desaparecido de los estantes por estar disponibles en la librería diocesana o por haber caído en desuso, explica Mateos, el Bazar Peregrina sigue siendo todo un referente en cuanto a artículos religiosos se refiere en la capital y en las Islas.

"Colaboramos mucho con las parroquias", apunta el dependiente. "Incluso hacemos encargos a otras islas, es difícil encontrar una tienda como esta en Canarias", añade. "La gente de Lanzarote nos pide mucho la Virgen de los Dolores de allí, la de los Volcanes", explica mientras señala una figura de la citada imagen expuesta en la vitrina principal de la tienda. La parroquia de San Cristóbal ha sido, por el momento, la última en confiarles un trabajo de grandes dimensiones. Una Virgen del Carmen de 1,2 metros de alto.

Tras el fallecimiento de Ayala padre a principios de este año, la tienda ha quedado en manos de su otra hija, Ana Sofía. Pero a pesar de los cambios la gente sigue entrando en busca de "calidad", detallan. "Aquí no hay nada de China, todo se hace en España, son figuras artesanales, hechas a mano", explica el dependiente. La mayor parte de la imaginería que venden se fabrica en Murcia, aunque también han realizado encargos al escultor andaluz Alejandro Yerpes.

Además de los denominados como "artículos de piedad", entre los que se cuentan los rosarios o las estampitas; las imágenes más demandadas son la Virgen del Pino, la del Carmen, y la de la Milagrosa, entre otras advocaciones marianas, detalla Mateos. Entre los santos, San Pancracio es muy recurrido a la hora de abrir un nuevo negocio por su carácter "protector".

En cuanto a las figuras de Belén, estas son de barro y lienzo y siguen el estilo tradicional de un taller catalán que las lleva fabricando desde 1800, comenta Mateos. "La gente que viene aquí a comprar busca calidad, no te va a un chino", señala María Victoria. En sus vitrinas lucen puentes de corcho, casitas, animales de todo tipo y nacimientos de todos los tamaños. "La lavandera y el pastor con la oveja en los hombros son las dos piezas que todo el mundo quiere tener en su portal", explica.

Las ventas de belenes no se hacen esperar y ya desde primeros de noviembre son muchos quienes se acercan al bazar de la calle Peregrina en busca de la pieza más singular. "La gente se anima cuando pasa Todos los Santos", señalan, aunque Mateos aclara que durante todo el año venden este tipo de artículos. No obstante, reciben encargos de muchos belenistas profesionales. "Tienen que pedirlas más o menos en mayo o junio, para que puedan estar listas pronto", apunta.

Precisamente, este dependiente se confiesa como belenista, pues ha llegado a participar y ganar en el concurso de nacimientos de Arucas. "Los Reyes me suelen poner alguna que otra figurita", comenta entre risas. Pero el agosto de este pequeño e histórico bazar no solo llega a finales del año. "Los días cercanos a los santorales se notan", apunta Mateos. Aunque recuerda un día en especial en el que se dispararon las ventas. "Después de que Belén Esteban le regalara a Jorge Javier Vázquez una estampita de San Judas Tadeo, en unas horas se nos acabaron", explica. "Ojalá salgan más santos en televisión, me dijo el proveedor", añade a modo de anécdota; una de las tantas que han vivido esas paredes en estas más de seis décadas.

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