La Federación de Empresarios del Transporte avisa de las pérdidas económicas que sufrirán las empresas relacionadas con el sector. La prohibición de los vehículos pesados -guaguas y camiones- de ir por la GC-1 en su entrada a Las Palmas de Gran Canaria a raíz del derrumbe de un muro de mampostería en la mañana de ayer supone un duro contratiempo para estos negocios en plena campaña de Navidad. Especialmente, teniendo en cuenta que el cierre parcial de la autovía, el principal acceso a la capital por el sur, se ha traducido en atascos kilométricos que alcanzaron ayer la zona de Arinaga y los cuales se prolongaron durante varias horas.

"Nos va a afectar y mucho, el coste añadido para las empresas del sector será importante", apuntó ayer Agustín Espino, presidente de la Federación. Este asegura que los atascos suponen un coste tanto de tiempo como de combustible y, además, hace deteriorar la confianza de los destinatarios. No obstante, la autopista del Sur supone un importante nexo entre los polígonos industriales de El Goro y Arinaga, donde se concentran buena parte de empresas logísticas de la Isla, y la zona de El Sebadal y el Puerto de La Luz.

"Aunque los camiones vayan vacíos, estos tienen que ir al Puerto para recibir las importaciones, y los retrasos suponen pérdidas", señaló Espino. Como ejemplo, indicó que si un camión hace un servicio de cinco contenedores diarios, para cubrir el mismo con el nivel de atascos que se produjeron ayer habría que utilizar dos camiones para poder cumplir plazos.

Espino señaló, además, que este derrumbe se ha producido en un momento "malo", pues todavía quedan días por delante de campaña de Navidad. "Otra cosa es que se hubiera producido el 20 de diciembre, cuando casi toda la mercancía de las fiestas ya está distribuida, pero ahora es pronto aún", explicó, pues definió estos días como un momento "pico" dentro de la temporada.

Por otro lado, Espino destaca que el sector de la alimentación es uno de los más afectados. La mayor parte de los centros logísticos de las grandes cadenas de supermercados en Gran Canaria se encuentran en el corredor este de la Isla -El Goro y Arinaga- por lo que los atascos kilométricos a la entrada de la capital suponen una demora en la reposición de productos en la ciudad y en las localidades del Norte.

Los transportistas tendrán hoy una reunión con Miguel Ángel Pérez, consejero de Transportes y Obras Públicas del Cabildo, con la intención de conocer cómo irán los trabajos de reparación de la vía, los plazos que se barajan y las alternativas que estarán disponibles próximamente.

Mientras, todo el tráfico pesado que quiera acceder a la ciudad deberá hacerlo por la GC-3, la circunvalación y, preferentemente, acceder a la Avenida Marítima y el Puerto a través de la GC-31, el túnel de San José. Tanto la Federación de Transportistas como la DGT han recomendado no utilizar la GC-23 y el túnel de Julio Luengo para no atascar zonas que ya de por sí suelen estar congestionadas, más teniendo en cuenta que en la actual campaña navideña hay zonas de la ciudad como Mesa y López donde el tráfico aumenta, sobre todo con los últimos cambios viarios.