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Entrevista

“Hay gente que dejó los estudios y ahora con la Covid los ha retomado”

“En Canarias todos conocen a alguien que estudió con Ecca, pero en la Península es una gran desconocida”, explica su nuevo director, José María Segura

“Hay gente que dejó los estudios y ahora con la Covid los ha retomado”

El jesuita José María Segura fue designado el pasado mes de mayo como nuevo director de Ecca. Lleva un mes al frente del cargo y le ha tocado adaptarse en un tiempo de cambios, en plena pandemia. Y es que, a pesar de ser Radio Ecca un referente en la educación telemática después de 55 años de historia en Canarias, le quedan por delante varios retos, según afirma en esta entrevista. Entre otros, lograr darse a conocer en la Península o sacar a colectivos vulnerables de situaciones de violencia con más y mejor educación. Tras formar a 40.000 alumnos el curso pasado, las matrículas seguirán estando abiertas.

¿Cómo ha sido este primer mes de contacto?

Ha sido intenso. Hay que pensar que Ecca no es una institución de formación al uso, contamos con más de 200 centros. Ha sido un mes de ir aprendiendo y conociendo las áreas de hay, los proyectos de cooperación, todo lo referente en cuanto a menores en CaixaProInfancia, empezar a visitar delegaciones en las Islas.

Al venir de fuera, ¿cómo ve el proyecto de Ecca?

Con esto que tenemos de la Covid Ecca parece que está especialmente preparada para dar una respuesta. Somos un centro de educación a distancia con más de 50 años de historia y hemos formado, según cálculos, a más de dos millones de personas. El equipo que voy conociendo es muy profesional, con un profundo sentido de servicio público. Se entiende como una entidad que trabaja al servicio de la sociedad canaria. En esta pandemia tenemos una gran responsabilidad, tenemos que ser instrumento para dar nuevas oportunidades. Por ejemplo, tristemente Canarias está a la cabeza en violencia de género, entonces, miramos cómo podemos responder a esta realidad. Está haciendo una gran misión en este momento.

¿Tiene objetivos por delante?

Dar a conocer Ecca. Es muy llamativo que aquí vayas a donde vayas todo el mundo sabe de alguien que ha estudiado con nosotros, todo el mundo la conoce y valora. Pero en Península es muy desconocida. Me pasó estar con una concejala del Ayuntamiento de Ourense, contarle los proyectos de Ecca con mujeres víctimas de violencia de género y preguntarse que porqué no lo tenían allí. Mi misión es cuidar la casa, tratar de ser respuesta en situaciones de crisis, acompañar a personas migrantes, poner el acento en mujeres supervivientes en violencia de género y luego dar a conocer la herramienta en Península dentro del tercer sector.

¿Es necesario dar un salto?

Sí, bueno, tenemos mucho que ofrecer. Creo que cuando conozcan Ecca fuera se van a multiplicar las posibilidades de colaboración. Este modelo que tiene de trabajar en alianza, ofrecer nuestro método. Tenemos ya presencia en la Península con varios proyectos en distintas comunidades autónomas, pero a mí, que vengo de allí, me parece poca, viendo lo que se hace y descubriendo la casa, lo que creo es que podríamos hacer muchas más cosas.

Históricamente han sido un referente en el modelo de la educación a distancia, pero, ¿aún así han tenido que adaptarse a la pandemia?

En el momento de declararse el estado de alarma nos pilló con 112 proyectos en marcha. Esto suponía que en poco tiempo teníamos que trasladar todo a lo digital, cuando en Ecca se combina parte presencial y los podcast. Hubo que acompañar al alumnado por mail, whatsapp, Facebook. Hay que reconocer el esfuerzo de los tutores. Tan solo hemos tenido que cancelar dos proyectos.

La pandemia ha obligado a muchas academias y centros a reinventarse hacia la educación a distancia, algo que ustedes llevan años haciendo. ¿Qué pueden aportar en este sentido?

Sí, de hecho nos han pedido un taller para acompañar a las comunidades educativas formales de la Compañía de Jesús y favorecer la tutorización online. Hemos visto que meter todo lo presencial en online no funciona, entonces estamos asesorando al profesorado para ver cómo hacer las tutorías, reconfigurar contenidos. La pandemia nos ha hecho darnos cuenta de que no hace falta reunirnos constantemente. La Covid-19, que ha supuesto mucho sufrimiento para mucha gente y sin minusvalorar toda la crisis que ha generado, nos ha hecho ver a las entidades que solas no salimos de esto.

¿Han aumentado el número de matrículas estos meses?

Hemos tenido un incremento del 20% en las matrículas, aproximadamente. En medio de esta mala situación, si estas en casa fórmate, en idiomas, en lo que sea, es lo que nos va a ayudar a salir de la crisis. Hay personas que dejaron sus estudios para trabajar en hostelería y al verse parada su actividad económica los ha retomado.

Otro tema candente en Canarias es el fuerte aumento de la inmigración irregular. Usted en Valencia trabajó con migrantes.

Entre un 15 y 17% de nuestro alumnado es extracomunitario. Nos planteamos cómo podemos aportar y ayudar en esta tesitura desde lo que sabemos hacer: dar oportunidades para la formación. Es una situación que está desbordando los recursos que hay. Ecca también tiene la misión de ayudar para que no se vea a estas personas como un peligro. Tenemos la obligación de sensibilizar y prevenir discursos de xenofobia.

A falta de estudios definitivos, se ha notado un aumento a raíz del confinamiento de las violencias en el ámbito familiar, del hogar. ¿Cómo pueden afrontar esa situación?

Es pronto para saber. Ecca una de las ventajas que tiene es que está muy pegada a la realidad. En función de lo que vayamos detectando podemos ir incorporando personas. Como institución educativa en nuestras alianzas se contempla un acompañamiento integral del menor, especialmente dentro de los protocolos de CaixaProInfancia. Al estar más tiempo en casa, todo eso [la violencia] se va a multiplicar, por eso tenemos que estar atentos.

Lo mismo con la violencia de género o la trata de mujeres.

El problema de muchas mujeres es la dependencia hacia su maltratador, psicológica y económica. Porque no tienen medios. Tenemos que reforzar nuestros programas, estar atentos. Es que ha tenido que llegar la Covid para plantearnos si es lógico tener a mujer escondidas detrás de luces de neón que sabemos que son explotadas. Ahí podemos trabajar directamente con Oblatas, Adoratrices o Amaranta.

Al final la formación es la gran vía de escape para ellas.

Cuando reúnen el coraje suficiente que les permite dar el paso necesitamos darles una posibilidad de formación para tener un medio alternativo de ingresos. Eso pasa por adaptarles los estudios. Cuando a las mujeres se les dan oportunidades luchan por salir adelante, son supervivientes. Ahí Ecca puede ser una herramienta y ese será mi empeño.

Al final la educación es una solución clave contra todo tipo de violencia.

Sin educación no saldremos de esta, las personas que nos vean y por las dificultades que tengan, estamos pensados para acompañar a alumnos que lo tengan difícil. Sin formación es muy complicado optar a un futuro laboral medianamente decente. Ahora estamos desarrollando también un curso para competencias digitales básicas, hay que pensar en atajar la brecha digital. Hemos creado ahora tutoriales para que los padres y madres puedan acompañar a sus hijos en los deberes telemáticos. Ahí la radio es una aliada imbatible.

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