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Barrios Pendientes | Plan Especial de San Nicolás

El Plan del Risco contempla proteger e integrar al barrio inmuebles singulares

El Ayuntamiento plantea recuperar el Portón de la calle Doctor Manuel de la Nuez y la Casa de La Escobera como bienes patrimoniales, tal y como pidió la población

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Antigua Casa de la Escobera, en el barrio del Risco Andrés Cruz

El barrio de San Nicolás cuenta en su entramado urbanístico con algunos edificios singulares que aportan un valor añadido al patrimonio arquitectónico e histórico del Risco y de la ciudad en su conjunto, y que en la actualidad se encuentran deteriorados o escondidos en medio de un mundo de callejuelas estrechas y cuestas interminables. Por eso, uno de los objetivos que se plantea el Plan Especial de Regeneración del Risco de San Nicolás (API-03) es el de recuperar e integrar al resto del vecindario estos espacios de especial relevancia sociocultural, sobre todo en las rutas peatonales que se plantean para visitantes, y que, de esta manera, puedan conocer más sobre la realidad de los barrios populares capitalinos en el pasado a medio plazo.

Según detalla el documento que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria remitió a la Junta de Gobierno para su aprobación el jueves pasado, se promoverá que las edificaciones singulares actualmente deterioradas se reutilicen para otros usos sociales. Y lo hará sobre dos inmuebles que fueron planteados por las asociaciones vecinales que participaron en el diagnóstico comunitario previo a través de la iniciativa Barrios Pendientes: el Portón en la confluencia de la calle Doctor Manuel de la Nuez con Real del Castillo y la Casa de la Escobera, también en la calle Doctor Manuel de la Nuez.

Además, se pretende también ampliar la red dotacional en el interior de San Nicolás, proponiendo nuevos enclaves relacionados con la nueva red de movilidad que se creará con este Plan Especial, con vías peatonales, ampliación de aceras en otras calles que se ensancharán y más bolsas de aparcamiento en distintos puntos del vecindario. Para ello, se utilizarán parcelas deterioradas. Por otro lado, el documento flexibilizará los usos, lo que posibilitará un amplio abanico de opciones que se adaptarán a los requerimientos de la población residente en cada momento.

Según Agustín Suárez, miembro de la asociación sociocultural Amigos y Amigas del Risco (Amirisco), lo que se trasladó en su momento tanto al Ayuntamiento como al equipo redactor del Plan Especial fue el interés que existía en el muestrario de inmuebles de distintas épocas que hay en el barrio. "Confluyen desde las casas-cueva, que fueron casi las primeras en erigirse, a la variabilidad de edificaciones que luego se van sucediendo, de múltiples tipologías", señaló ayer. En su opinión, es importante que estos edificios históricos "pudieran estar dentro de los itinerarios que se plantean para el barrio", que buscan explotar su valor paisajístico, tanto interno como externo. Y es que no se trata solo de resaltar ese interés arquitectónico, sino también porque reflejan las economías populares y las tradiciones etnográficas que había antaño y que deberían seguir conservándose de una u otra manera.

La idea que propone Amirisco es instalar paneles informativos en ambos enclaves para divulgar su valor

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"Si esas edificaciones se derrumban para construir nuevas casas, pues perdemos la memoria de esas cuestiones que son interesantes. No solo que se protejan, sino también que se rehabiliten y formen parte de los bienes patrimoniales del barrio", explicó Suárez, quien agregó que alrededor de la ermita de San Nicolás de Bari hay muchas casas antiguas que consideran el "núcleo histórico" de este enclave de la capital grancanaria.

Todavía no se ha especificado qué se tiene pensado hacer en los dos enclaves de San Nicolás que se quieren recuperar, pero la idea que se planteó en su momento fue la de rehabilitarlos, ya que se encuentran deteriorados en la actualidad, y ponerlos a disposición del público para que pudiera visitarlos y conocer más acerca de ese valor singular. Por ejemplo, instalando una serie de paneles informativos que reflejen el uso que se les daba, las particularidades de las construcciones o los modos de vida de quienes vivían en ellos. De esta manera, se tendría una suerte de enclaves de interpretación acerca del pasado a medio plazo de la ciudad en sus entornos más populares y pintorescos. De esta forma, no se tendrían "museos muertos" sino espacios muy vivos que sirvan a las nuevas generaciones para conocer cómo vivían sus ancestros.

Los residentes ensalzan el listado de edificaciones de distintas épocas que hay en San Nicolás

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Es especialmente relevante en los dos inmuebles que se incluyen en el Plan Especial su valor arquitectónico. En el caso de la Casa de la Escobera, es el prototipo de vivienda construida entre el siglo XVIII y el XIX con muros de piedra seca, sacada de cantos de barranco, y una techumbre de madera de tea a dos aguas. En la actualidad, se encuentra bastante deteriorado por el paso del tiempo y la ausencia de mantenimiento tras quedar abandonada, pero algunos de esos elementos identificativos se mantienen en pie y pueden servir para entender los métodos de construcción que se utilizaban en la Isla antaño. "Es una tipología de arquitectura rural tradicional canaria que en el Risco pervive", comentó Suárez.

Por su parte, el Portón de la confluencia de la calle Doctor Manuel de la Nuez con Real del Castillo es un ejemplo de otro prototipo de construcción propia de los barrios menos pudientes de la capital, ya a finales del siglo XIX y principios del XX, y que también se dan en barrios como San José, San Juan o San Roque, además de en el propio Risco. Esta tipología de solar tiene en su interior numerosas viviendas, generalmente de una sola altura, en las que se vivía de manera comunal en torno a un patio o entrada colectiva y que quedaban resguardadas por el denominado portón. "Todavía hay portones bastante bien conservados en San Nicolás, y por ello le planteamos al Ayuntamiento que en este tema patrimonial e histórico del barrio, podría ser interesante que se mantuviera estas edificaciones, y formaran parte de ese interés arquitectónico", aseguró el miembro de la asociación Amirisco, quien apuntó que todavía existen algunos en uso.

Edificios con historia

Además de los dos inmuebles que se pretenden recuperar para el Plan Especial, también hay una serie de edificios patrimoniales a lo largo y ancho del Risco, que cuentan con singularidades que les hacen únicos. El Ayuntamiento capitalino ya detalló en su catálogo de patrimonio arquitectónico hasta cinco inmuebles del barrio que tendrían especial protección por su interés arquitectónico, entre ellos la propia ermita de San Nicolás de Bari. Alrededor del templo, una serie de viviendas unifamiliares también están dentro del marco regulador de este catálogo. El resto de edificaciones se encuentran en la calle Domingo Guerra del Río. Si bien, los vecinos pidieron que se revisara dicho documento para sacar de la lista algunas viviendas que se han trasformado con el tiempo, e incluir otras que no están. | C.A.

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