El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha modernizado el arsenal de la Policía Local con nuevas pistolas y la creación de un taller armero propio.

El gobierno municipal, que también ha adquirido recientemente armas táser, sigue reforzando el equipamiento del cuerpo para mejorar la seguridad de los policías, así como el servicio a la ciudadanía.

La Concejalía de Seguridad y Emergencias ha adquirido 52 nuevas armas de fuego de última generación que van a sustituir a las unidades más desfasadas, que fueron adquiridas en el año 2003. Estas pistolas HK USP, calibre 9 mm, son más seguras al contar con una mayor precisión, fiabilidad y manejabilidad.

Su vida útil es superior a 40 años y es utilizada por multitud de fuerzas y cuerpos de seguridad.

Con esta adquisición, se completa la reposición del arsenal de la Policía Local y se unifica el armamento, ya que antes había tres modelos de armas diferentes. 

El concejal de Seguridad y Emergencias, Josué Íñiguez, explicó que «las pistolas son una de las piezas clave en el equipo de cualquier cuerpo de seguridad. Aunque lo ideal es no tener que darles uso, estas deben estar siempre a punto». 

Íñiguez ha señalado que «el objetivo de esta apuesta importante que hemos venido haciendo desde que llegamos al Gobierno es seguir manteniendo los altos niveles de seguridad ciudadana de Las Palmas de Gran Canaria, el único municipio entre los diez más importantes de España en el que ha bajado la tasa de delitos en el último año».

45.000 euros

La renovación del armamento de la Policía Local ha supuesto una inversión global de 45.000 euros. Junto a las nuevas armas reglamentarias se han adquirido 700 kits de limpieza individuales para que cada policía pueda proceder a su limpieza y mantenimiento, tal y como establece la normativa. Se trata de un kit compuesto por diferentes materiales y un disolvente y aceite lubricante no tóxico y biodegradable.

En cuanto al taller de armas, se trata de la primera vez que el cuerpo cuenta con un espacio propio para la reparación de armas dañadas por desgaste o por accidente y de material complementario, agilizando los tiempos y disminuyendo los costes económicos. Estos recursos se enmarcan en el plan de renovación y mejora de la dotación de la Policía Local, que ha propiciado otras incorporaciones recientes como los chalecos antibalas a medida, las emisoras o las videocámaras portátiles, que permiten a los agentes grabar sus intervenciones en casos de alteraciones graves de la seguridad ciudadana. A esto se suman la reciente incorporación de los dispositivos electrónicos de control táser, un arma no letal empleada por los cuerpos y fuerzas de seguridad que inmoviliza de forma temporal a sus objetivos mediante una descarga eléctrica.