Puerto

La Luz espera contar con un astillero para yates de lujo en nueves meses

La empresa Rodritol empieza a transformar la parcela de 17.000 metros en la que irá el taller

Una excavadora trabaja en la explanada del muelle del Refugio para construir el taller de megayates. | | JUAN CARLOS CASTRO

Una excavadora trabaja en la explanada del muelle del Refugio para construir el taller de megayates. | | JUAN CARLOS CASTRO / M. Reyes

El Puerto de Las Palmas inicia la transformación del triángulo de agua entre el Muelle Pesquero, El Refugio y Sanapú con la construcción de un astillero para megayates, una de las obras impulsadas desde la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APL) por Luis Ibarra dentro del proyecto Puerto-Ciudad, que pretende cambiar la imagen del recinto portuario para abrirlo a la ciudad y hacerlo más amable a sus habitantes, con actuaciones como el acuario Poema del Mar, la pasarela Onda Atlántica o la construcción de una nueva terminal de cruceros.

Rodritol, que es la adjudicataria de la construcción y explotación del taller, ha comenzado la obra en el muelle de Refugio, con una excavadora que trabaja en tierra para preparar el terreno, donde irá la nave grande, la grúa para mover las embarcaciones y las instalaciones anexas a los servicios. La empresa espera terminar el taller en nueve meses, por lo que podría estar operativo a finales de 2023.

La concesión de dominio público otorgada por la Autoridad Portuaria es de 19.177 metros cuadrados. De ellos, poco más de 17.000 se corresponden con la superficie terrestre, 540 con la zona de maniobra y unos 1.500 con la lámina de agua. El proyecto contempla tres edificaciones: una principal de 24 metros de altura, que es la mínima para maniobrar con la grúa sin rozar el techo, y otras dos más pequeñas. Está prevista la instalación de un pantalán flotante y la ejecución de los fosos de los travelift, que son las grúas especializadas para elevar las embarcaciones desde el agua.

La empresa Sato empezó el mes pasado a dragar la lámina de agua entre el Sanapú, El Refugio y el muelle Pesquero, un trabajo que se realiza en paralelo a la construcción del taller en tierra, pues Rodritol necesita zonas de mayor calado para poder operar con los yates en esa dársena.

La previsión es dragar 5.274 metros de fondo marino y crear varias zonas a distintos niveles de profundidad: una de seis a siete metros en el área más próxima a Sanapú, y otra de siete metros en la del Refugio, donde irá el travelift o elevador de embarcaciones, así como otra área de cinco metros en el resto.

Sato ganó el concurso para dragar el muelle con un presupuesto de 164.362 euros y dispone de seis meses para ejecutar el trabajo, según el proyecto de la Autoridad Portuaria, que está obligada a entregar la parcela a Rodritol en condiciones óptimas para hacer la inversión. La empresa se gastará en total 7,8 millones de euros: 4 en la obra en sí y otros 3,8 millones en maquinaria, con un plazo de 35 años para explotar el recinto.

Será el tercer astillero que tiene el Puerto de Las Palmas, tras los de Astican y Zamakona, aunque el primero especializado en embarcaciones deportivas de gran porte, que son los llamados megayates o yates de lujo, al estilo de los que recalan en Baleares. El tráfico de estas grandes embarcaciones que viajan por el Atlántico está sobre los 450 al año.

El Grupo Hidramar también tiene en La Luz instalaciones para realizar reparaciones navales, pero carecen de varadero.

Rodritol es una empresa familiar fundada en 1969 por el empresario Carlos Rodríguez, dirigida ahora por sus hijos Juan Carlos y Octavio Rodríguez Toledo. En 2010 estrenaron una nave de 2.000 metros en el Puerto, con una inversión de 3,5 millones, y dos años después lograron la concesión del varadero que está en el Muelle Deportivo, con capacidad para atender unas 400 embarcaciones anuales en sus 3.108 metros cuadrados, la mayoría de ellas vinculadas a la regata ARC.

La compañía canaria gestiona la tienda Rolnautic, especializada en la venta de repuestos y accesorios náuticos, con almacén y un laboratorio propio para la reparación de equipos electrónicos.

Ahora comienzan a construir el Centro Náutico de Servicios de Atención a Embarcaciones Deportivas de Gran Porte, conocido como taller de megayates, un proyecto por el que apostaron desde finales de 2016, fecha en la que lograron la adjudicación.

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