Bergantia embalada

Un vecino de Las Coloradas recrea una urbe medieval con 3,5 millones de piezas de Exin Castillo | Enrique Fernández confía en que su proyecto se exponga en Canarias

Un vecino de la ciudad recrea una ciudad medieval con 3,5 millones de piezas de Exin Castillo, un juego infantil de la década de los años 70. Enrique Fernández, ex trabajador de Renfe, confía en que alguna entidad se preste a exponer Bergante, como así se llama la ciudad que ha creado, pese a sus grandes dimensiones. De momento, espera embalada en 298 cajas en el barrio de Las Coloradas.

Como cualquier ciudad del mundo, Bergantia no ha parado de crecer, aunque lo ha hecho en la mente de Enrique Fernández, un vecino del barrio de Las Coloradas, que desde hace varios años construye una villa medieval con el juego infantil Exin Castillo, famoso lego de la década de los años 70 del pasado siglo en España. Tras mostrar en 2018 una parte de la urbe en el centro comercial Las Arenas, con gran éxito, Bergantia ha ido ampliándose hasta llegar hoy a las 3,5 millones de piezas. Enrique Fernández busca un sitio en Canarias donde exponer su obra.

Este ex trabajador de Renfe construía la primera fase de su ciudad en la azotea de su vivienda cuando contactó en 2018 con LA PROVINCIA/DLP para contar su proyecto, que hoy se encuentra embalado en 298 cajas a la espera de que alguna entidad esté interesada en exponer esta obra de grandes dimensiones y que, según las estimaciones de este aficionado al modelismo, necesitaría de un espacio de 24 metros de largo por 5 de ancho para ser contemplada en toda su dimensión.

Posteriormente, vendría la exposición en Las Arenas, donde ya había recreado en 2005 ‘el castillo más grande del mundo’. Una construcción que se convirtió en el origen de Bergantia al encontrarse con un montón de piezas de Exin Castillo en casa tras la muestra y no saber qué hacer con ellas.

Un detalle de la macrociudad medieval. | | ANDRÉS CRUZ

Un detalle de la macrociudad medieval. | | ANDRÉS CRUZ / Lourdes S. Villacastín

«Cuando expuse en Las Arenas me replantee todo el proyecto. Mi idea era construir el puerto y detrás la ciudad, pero necesitaba como mínimo un espacio de 12 metros de largo por 10 metros de ancho por lo que vi que era más factible construir a lo largo para poder jugar con la modulación y, de este modo, ir incrementando o restando edificios a la ciudad en base al espacio disponible», comenta Enrique en un local que tiene alquilado en Las Coloradas, donde acumula las cajas para poder levantar Bergantia sin problemas en cuanto alguien se lo pida. Cada caja está detallada con el número de piezas y a qué edificación pertenece para no perderse en el laberinto.

En el local tiene recreado algunas construcciones como el puerto, la plaza mayor, la catedral y algunas manzanas de viviendas para dar cuenta de qué tipo de proyecto se trata. En el que también ha incluido 2.400 figuras de plomo pintadas a mano de la colección Altaya para dar mayor veracidad a la ciudad medieval de estilo románico que ha creado, documentándose para ello con libros de historia y arte medieval.

El confinamiento por la covid-19 le vino a este vecino de Las Coloradas «de maravilla» porque le permitió readaptar el proyecto a sabiendas de que era también un periodo de descanso para las exposiciones. Tras la apertura de las salas, Enrique Fernández contactó con Infecar para exponer allí pero, aunque mostraron interés, no le facilitaban un espacio con las condiciones de seguridad que requiere este tipo de estructuras por lo que no se llegó a un acuerdo.

«Me dejaban un espacio al aire libre bajo un toldo; no me daba seguridad en caso de lluvia o de aire porque las estructuras llevan bases de madera para tener estabilidad y si se me mojaban era un fiasco. Además, yo debía controlar el aforo y vigilar. Algo inviable para mi», cuenta este artesano, que ha fabricado a mano algunas piezas de madera para recrear tejados, ventanas, puertas y otros adornos para dar más credibilidad a las edificaciones medievales al no existir piezas de ese tipo en el juego infantil Exin Castillo, que dejó de fabricarse en 2005 cuando la empresa cerró.

«Mientras diseñaba la ciudad sabía que iba a tener este problema», subraya Enrique respecto a que ninguna entidad pública o privada se haya atrevido a exponer su obra pese a mostrar curiosidad por la idea. «Siempre piensan que esto es como un juego, pero están muy equivocados», recalca este vecino de Las Coloradas en defensa de su obra, que requiere no solo de creatividad, sino de documentación y de soluciones prácticas para solventar la estabilidad de las edificaciones. «A partir del metro de altura empiezan a dar problemas de estabilidad, sobre todo si tienen peso, por lo que hay que reforzar con estructuras de madera que también hago yo a mano», puntualiza.

Enrique Fernández tiene claro que la construcción de Bergantia ha finalizado y que el porvenir de su ciudad imaginaria está en manos de algún museo, fábrica que comercialice algún tipo de juguete similar o particular interesado, incluso si está en el extranjero. «No quiero que un día me dé un patatús y todo esto se tire», reflexiona sobre el trabajo y tiempo que ha dedicado a Bergantia. A la espera de que su ciudad medieval encuentre un acomodo espacial digno, Enrique Fernández ya idea otra propuesta, aunque algo menor: la replica de los principales castillos españoles de España.

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