Sorteo Extraordinario de Navidad

El Gordo es diferente en Cantabria

El valor del premio asciende a unos 4.000 euros, y no es para nada como te lo imaginas

Archivo - Un apostante en una administración de loterías

Archivo - Un apostante en una administración de loterías / EUROPA PRESS - Archivo

Irene Mireia Vera Pérez

Últimos preparativos para la celebración del esperadísimo sorteo de Lotería de Navidad 2021. Dentro de algo más de una semana volveremos a contemplar una de las escenas más emblemáticas de la época navideña: los niños de San Ildefonso cantando los premios, las bolas girando dentro del bombo, a algunos pocos afortunados celebrando su suerte con una lluvia de champán... Si bien es cierto que la población ya está familiarizada con el funcionamiento de este evento, algunas personas han decidido adaptar la tradición y darle un enfoque aún más llamativo. Nos referimos al Cuevanucu cántabro. Si no sabes en qué consiste, aquí te contamos más sobre ello:

Esta versión del sorteo incluye una variable poco común. Y es que convertirse en el ganador del Gordo navideño en Cantabria implica que los millones se sustituyan por kilos de comida y bebida. De este modo, el valor del cuévano asciende a unos 4.000 euros. Gana la papeleta con el mismo número del primer premio de la Lotería de Navidad o de El Niño, en caso de que no aparezca ninguna persona a solicitarlo.

El Cuevanucu reparte una cesta repleta de productos típicos de la tierra, así como de experiencias de ocio y bienestar para disfrutar en la comunidad autónoma. Entre ella se encuentran visitas a cuevas cántabras, planes de turismo rural, música, entradas a museos regionales, elementos del vestuario característico del folclore, sesiones de spa, etc.

Actualmente, el lote se compone de lo siguiente: nueve animales vivos, 13 kilos de embutido, 30 botellas de vino y licores, 30 kilos de legumbres, 22 cajas de pasteles y dulces, 45 latas de conserva, 50 kilos de patatas y varias piezas de carne y pescado. ¡Casi nada!

Objetivos del Gordo cántabro

La idea detrás de esta iniciativa que fusiona la cultura con la gastronomía es crear un sorteo que refuerce el sentimiento identitario cántabro. Aparte, destaca por sus fines sociales, ya que la organización Adic se compromete a donar la totalidad del premio a comedores sociales siempre y cuando nadie reclame lo reclame.

El origen de esta tradición navideña

El sorteo arrancó en la década de los años ochenta. En la actualidad, constituye una de las fuentes de financiación principales de la Asociación de Defensa de los Intereses de Cantabria (Adic). ¿Y de dónde surge esta denominación? La tradición toma su nombre del cesto o canasto de mimbre que utilizaban antiguamente los pasiegos para guardar sus enseres y moverlos de un lugar a otro. En él, era habitual transportar objetos como leña, quesos, hierba y demás.