No es habitual que los ganadores del premio Gordo de la Lotería de Navidad se dejen ver esa misma mañana por la administración y atiendan a los medios de comunicación. Y ni mucho menos que muestren a las cámaras el décimo ganador. El protagonismo en las pantallas, en las radios y en los periódicos suele ser para los dueños de las administraciones.
Pero ayer todo fue diferente. Varios ganadores se acercaron al Centro Comercial El Mirador a compartir su felicidad, prueba de que los euros alcanzaron a familias nobles, sencillas y humildes, sin ningún inconveniente por mostrarse ante las cámaras.
La administración de la familia Reyes fue un éxtasis. Puro júbilo. Las historias se amontonaron en un día histórico para Gran Canaria. Y es que el centro comercial se encuentra en un lugar de paso entre Telde y Las Palmas de Gran Canaria, lo que ha llevado el premio a muchos rincones, desde Ingenio hasta San Cristóbal. E incluso a Fuerteventura, donde llegó gracias a una trabajadora de un juzgado de Puerto del Rosario.
Pero sobre todo cayó muy cerca, empezando por la dueña de la tienda erótica situada en el propio centro comercial. También se quedó en Jinámar de la mano de las dueñas de la peluquería Pláceres, Tatiana y Rita, que no se acercaron al centro comercial pero no tuvieron problemas en contar sus historias.
Una asociación animalista radicada en Jinámar también fue premiada, y parte de ese dinero lo piensan donar al propio colectivo. De Telde es un persona en situación de dependencia, que se lleva el premio gracias a su cuidadora de Vecindario, que lo adquirió y lo compartió con él. Es el símbolo más puro de la Lotería de Navidad.
Y no se queda atrás una de las historias más emocionantes de la jornada. Es la de Antonio y María, un matrimonio de Carrizal. Ella perdió el trabajo como consecuencia del coronavirus, y él justo se quedó sin empleo el día antes del sorteo.
San Cristóbal y Almatriche también resultaron agraciados. Del barrio marinero procede una joven pareja que trabaja en la hostelería, aunque con el primer premio dejará de hacerlo y han decidido casarse y comprar una casa. Y sobre todo ayudar a su familia.
También le tocó el Gordo a una familia de Almatriche que iba camino de comprar un coche cuando escucharon el número ganador. A buen seguro ahora se podrán permitir un vehículo de una gama superior. Es una de las muchas vidas que ha cambiado el Gordo.
