El premio Gordo más agridulce de Los Dos Patitos del Mercado del Puerto

Un décimo del Gordo en la administración de la calle Tenerife tardó hora y media en confirmarse

El Gordo cae en Las Palmas de Gran Canaria

LP/DLP

Mercedes Ramírez y Enrique Jiménez, propietarios de la administración número 22, llamada evidentemente Los Dos Patitos, saltaron de alegría cuando vieron en la web de Loterías de Estado que en la calle Tenerife de la capital grancanaria había caído al menos un décimo de máquina del Gordo, el 88008 , pero la alegría desbordada se tornó al rato en decepción porque el número no aparecía en el listado oficial de la delegación en Las Palmas y todos asumieron que se trataba de un error, que no había tal premio. La oficina se había llenado de vecinos y amigos para unirse a la fiesta, pues Mercedes y Enrique son muy conocidos en esa zona de la ciudad, a tiro de piedra entre el Mercado del Puerto y la Plaza Saulo Torón de la Playa de Las Canteras.

Aunque aceptaron de buen grado que la suerte había pasado de largo, aunque con un poco de "bajona" porque ya habían preparado dos botellas de cava para abrirlas cuando llegara el cartel con la leyenda 'Vendido Aquí el Primer Premio de la Lotería de Navidad', se mantuvo la incertidumbre porque nadie confirmada o desmentía la contradicción entre los dos listas de administraciones con el Gordo. De los nervios se pasó a la decepción y el local se fue vaciando de curiosos. Las televisiones se fueron y los propietarios volvieron a su tarea de despachar décimos del Sorteo del Niño y otros juegos de azar. En un momento quedaron solos, con su perro Thor, y comentado a los periodistas su sensación de "amargura" por haber pensado que habían hecho feliz a uno de sus clientes con 400.000 euros.

Una hora y media después del sorteo llegó la confirmación de que, efectivamente, Los Dos Patitos había vendido el Gordo, el primero de su historia, aunque tanto en Navidad como en otros sorteos ha repartido infinidad de premios. El cartel aún tardó otros veinte minutos en llegar, a la hora en que la administración ya debía estar cerrada por la hora del almuerzo. Pese al trajín de la mañana, a los propietarios se les cambió la cara de tristeza por alegría cuando una representante de Loterías del Estado llegó con el cartel. Incluso esbozaron una amplia sonrisa para la foto oficial, ya con la tienda cerrada al público y solo con algunos vecinos que se pararon en la puerta a felicitarse.

Del ganador no hay rastro. "Por aquí pasa mucha gente, pero los que piden un décimo de máquina o un número concreto suelen ser de aquí cerca; los turistas peninsulares compran mucho, pero se llevan uno o varios décimos clásicos", explicó Mercedes. Por tanto, tiene "el gusanillo" de que hay un nuevo rico en el barrio y que además compró ese número en los tres últimos días, pues los décimos físicos se agotaron desde el lunes o el martes. "Hay clientes de última hora que compra una terminación concreta, otros prefieren que lo elija yo al azar e incluso hay gente que me pide en número más feo que tenga; creo que entre esos debe estar el ganador", apuntó la ya feliz propietaria de Los dos Patitos.

Suscríbete para seguir leyendo