Los rituales para llamar a la buena suerte en 2024 más típicos en Canarias

Empezar el Año Nuevo con buen pie le gusta a todo el mundo, pero los más supersticiosos siguen a rajatabla uno o varios rituales para llamar a la buena suerte en 2024.

No obstante, hay otros que piensan que no hay tener ninguna superstición para estrenar de la mejor manera posible el 1 de enero, sino realizar de manera simbólica algunas acciones. En todo caso, es una buena oportunidad para poner en marcha los nuevos propósitos para los doce meses siguientes.

Nochevieja es el momento ideal para reunirnos con amigos y familiares, dejar atrás el 2023 y dar la bienvenida a 2024 llevando a cabo una serie de costumbres con arraigo dentro de la cultura popular de Canarias, que pasan de generación en generación cada año.

Quemar lo malo del Año Viejo

Algunas personas no quieren volver a vivir situaciones desagradables o indeseadas por las que pasaron el año que está a punto decir adiós. Por ese motivo, se convierten en brujitas y hacen cenizas el recuerdo de esas vivencias. Para ello escriben en un papel lo malo del Año Viejo al que prenden fuego con un mechero o en una hoguera.

Tomar las 12 uvas de la suerte

Por cada campanada se come una uva de la suerte a las doce de la noche. La tradición dice que si logras comerte las doce uvas a tiempo, tendrás un buen año.

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Llevar alguna prenda de color rojo

El rojo es el color del amor y la pasión. La costumbre manda vestir alguna prenda de ropa interior o exterior de color rojo o complemento (color de labios, uñas, zapatos, bolso...) para tener amor durante todo el año. Es color rojo es una forma también de atraer la buena suerte.

Besar a alguien tras las doce campanadas

Darle un beso a nuestros seres queridos que tengamos alrededor en ese momento tras las campanadas, significa empezar en buena sintonía el nuevo año y recibir amor para todo lo que resta.

Abrir las ventanas de la casa

Dejar las ventanas abiertas de la casa durante la cena para que salgan las malas energías y entren las buenas.

Bañarse en el mar

Berlín, Londres, Praga, Rusia o Dublín son algunas de las ciudades europeas en las que es tradición bañarse en agua helada cada 1 de enero en lagos o ríos. En Canarias, con temperaturas más agradables en el mar y sol, está cada vez más arraigada la costumbre de darse un chapuzón en el mar el día de Año Nuevo. Es un buen aliciente para recuperarse de los excesos de la Nochevieja.