Cruce de Caminos

La historia de la pintura está llena de obras en las que muchas de las cosas que aparecen representadas lo hacen sólo como si fuesen parte de un decorado, elementos que están ahí para acompañar a quienes tienen el verdadero papel protagonista: las personas y sus acciones.

Sin embargo, una mirada más cuidadosa y atenta permite descubrir que muchas de esas cosas o "elementos secundarios", articulan la verdad de esas representaciones, su posibilidad, su realidad y consistencia.

Un cineasta en reposo comienza a fijarse en uno de esos elementos, tantas veces representado en las obras de arte: un árbol. Poco a poco éste adquiere un protagonismo absoluto y pasa de ser mera cosa a ser parte sustancial del mundo.