Desde que se anunciase de forma oficial su relación con Antonio David Flores, la periodista de 'El Programa de Ana Rosa' Marta Riesco se convirtió en la gallina de los huevos de oro de Mediaset España.

Todos los medios querían conseguir las primeras palabras de la nueva ilusión del ex marido de Rocío Carrasco y padre de Rocío y David Flores, pero la joven decidió que solo rompería su silencio en el que todavía es su programa y que, una vez diera las explicaciones pertinentes, no hablaría más de su vida privada porque quería seguir manteniendo su condición de periodista por encima de la de personaje.

Sin embargo, la situación tornó a una completamente diferente a la que ella esperaba y, en medio de otra sonada ruptura, Riesco habló largo y tendido en una conexión en directo de Sálvame con la que se postuló, sin quererlo, como uno de los posibles nuevos fichajes del programa.

Una conexión que provocó que la periodista tuviese un enfrentamiento con su todavía pareja y que, además, provocó un cisma tan grande que incluso llegaron a dejar la relación durante unos días.

La exposición de la reportera fue tan grande que se vio superada por una situación que la obligó a tomarse una baja laboral para poder poner tierra de por medio y analizar, desde la barrera, el rumbo que había tomado su vida tras confesar su amor por el ex guardia civil.

Pasadas unas semanas, Marta Riesco ha vuelto al trabajo pero lo que no ha hecho es volver a salir en pantalla. A la joven reportera se le ha retirado del foco y, según comparten compañeros de la periodista, ahora se encuentra desempeñando sus tareas desde la redacción del programa.

¿Por qué Marta Riesco ya no está delante de las cámaras?

Inesperado toque de atención

Según apuntan diversos medios, Marta Riesco habría sido relegada a este segundo plano mediático a modo de "castigo" por intervenir en Sálvame y por hablar más de la cuenta en un espacio que no es su programa.

La decisión de la colaboradora de hablar no se corresponde, según opinan en la dirección de El Programa de Ana Rosa, con ese perfil bajo que la joven querría adoptar para que no se hable de su vida íntima.