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Emmanuel Macron, funámbulo de la geopolítica

Emmanuel Macron.

Emmanuel Macron. / AFP

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

A su regreso de China, donde se entrevistó con su homólogo Xi Jinping, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha hecho a un diario de su país unas declaraciones que parecen caracterizarle una vez más como un funámbulo de la geopolítica.

«La autonomía estratégica es por lo que debe luchar Europa», afirma el francés, quien constata que si durante mucho tiempo el continente no ha sabido construir esa autonomía, la batalla ideológica al menos está ganada, y sólo falta ponerla en práctica.

El problema, explica Macron al diario Les Échos, es que una vez aclarada su posición estratégica, Europa pueda verse atrapada «en el desorden del mundo y en crisis que no son las nuestras».

Para el jefe del Estado francés, la autonomía estratégica resulta crucial para evitar que los europeos seamos «vasallos» cuando Europa está en condiciones de convertirse en un tercer polo junto a EEUU y China.

«No podemos caer en la lógica de bloques», afirma también Macron, que no duda en denunciar «la extraterritorialidad» del dólar, sumándose así a las críticas que hacen de esa situación de privilegio de la divisa norteamericana rusos, chinos y la mayoría de los países emergentes o en desarrollo.

En relación con la autonomía estratégica por la que aboga desde hace tiempo, el Presidente advierte de que si se acelera el incendio en el actual duopolio, los europeos «no tendremos tiempo ni dinero para financiarla».

Sobre la nueva política de Washington en relación con China, Macron se pregunta si la precipitación del conflicto militar y político en torno a Taiwán es algo que pueda redundar en interés de los europeos, a lo que él mismo responde negativamente.

En Pekín, el presidente chino se refirió a la necesidad de una «arquitectura de seguridad europea», como viene reclamando el Kremlin, pero ésa no será posible, argumenta Macron en alusión a Ucrania, mientras haya en Europa países invadidos o conflictos congelados.

Preguntada por esas palabras de Macron, la politóloga francesa Caroline Galactéros, experta en geopolítica, las calificó en declaraciones a la emisora de su país Sud Radio de puro «pensamiento mágico».

Ya dijo en su día el Presidente que no se debía «humillar» al presidente ruso, pero en realidad, critica aquélla, Macron no ha hecho mientras tanto nada para llevar a la práctica tan «magníficas declaraciones».

La pregunta que hay que hacerse, según Galactéros, es si existe realmente esa Europa de la que habla Macron cuando en la última cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid, se evidenció el «seguidismo» de los europeos que el Presidente ahora critica.

El hecho, argumenta la politóloga, es que la visión que tiene EEUU del mundo, o al menos la de los demócratas del presidente Joe Biden y del actual Departamento de Estado, así como la de los «neocons» republicanos, parece justificar la permanencia de las guerras: si no hay guerras ¿hace falta el escudo norteamericano?

Así, Washington desafía ahora a Pekín con las visitas a Taiwán de dos presidentes sucesivos de la Cámara de Representantes que ponen en cuestión la política norteamericana desde la época de Nixon de una «sola China», y se pretende arrastrar a los europeos, OTAN mediante, a una batalla que poco o nada tiene que ver con ellos.

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