Volando bajito

El destino

Ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC)

Ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC) / 1-1-2 CANARIAS

Marisol Ayala

Marisol Ayala

Hace años, unos diez, que trato de saber de ellos, pero no hubo manera. Hablo de tres hermanos de cuya existencia supe por un recorte de prensa en el que detallaban un accidente de tráfico a la altura de la potabilizadora en Las Palmas de GC. Las páginas de sucesos de hoy nada tienen que ver con las de hace 15 años. El redactor ponía toda la carne en el asador, sin ahorrar drama. Un amigo directivo de la Casa del Niño me dio todas las claves para saciar mi curiosidad periodística y abrir más puertas. El titular de prensa era brutal: «Tres niños pierden a sus padres en un accidente de tráfico horas después de pisar por primera vez la ciudad». Me empeñé en conocer la historia y poco a poco atamos hilos y lo hicimos entre mi amigo y yo. Los chicos eran hijos de un matrimonio andaluz que disfrutaba de una situación económica envidiable. Basta con decir que en 1992 vinieron a la isla de vacaciones, algo que por entonces estaba al alcance de pocos. El matrimonio y sus hijos llegaron a Las Palmas en barco. Alquilaron un coche porque la familia estaba decidida a conocer la isla. Conducía el padre. A la altura de la potabilizadora el coche derrapó y puso fin a un viaje de placer. Los padres perdieron la vida y los hijos fueron a parar a la Casa del Niño. Los abuelos y tíos andaluces no tenían medios para hacerse cargo de los chicos. Allí vivieron lo que quedaba de su niñez. Los funcionarios trataron de hacerles la vida lo más llevadera posible. Con el tiempo y más edad los chicos comenzaron a vivir en la casa de los educadores y esa fue la última vez que supe de ellos. Colaboradores del centro hicieron lo posible por reagruparlos pero no quisieron.

Hace unas semanas recibí un correo. Era del hermano mayor: «Perdone, no quiero verlos, he sufrido mucho». Y aquí ponemos punto y final a la historia de un fracaso. Hace unos días supe que uno de los niños no eligió el mejor camino.

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