Piedra lunar

Poética de Jerónimo Saavedra (La música y el humanismo-I)

Funeral de Jerónimo Saavedra

Funeral de Jerónimo Saavedra / José Carlos Guerra

José A. Luján

José A. Luján

Estaba convencido Jerónimo Saavedra de que la palabra ‘poética’ estaba ceñida a la sola acepción que por la generalidad de hablantes se arrastra en referencia a la concepción literaria planteada por Aristóteles. En nuestras conversaciones itinerantes para elaborar el libro «Triana ruta de la memoria», tuvimos la oportunidad de comentar que aparte del significado habitual, la palabra ‘poética’ también recoge la acepción de la configuración de un pensamiento que se conforma con las ideas de una manera particular. Esa conformación se logra con la continuada elaboración de un sistema de principios, conceptos generales y modelos que permiten el acercamiento a la descripción de una personalidad. Es una visión que también la encontramos trazada en el propio Aristóteles.

Consideramos, pues, que este término no está ceñido en exclusiva al análisis o percepción de la creación literaria, sino que se aplica también a la cosmovisión que ha ido aquilatando una persona en su cúmulo biográfico.

Detectar los conceptos que configuran el eje transversal de una personalidad nos lleva a la construcción de los fundamentos espirituales e intelectuales de un personaje. En el caso de Jerónimo Saavedra, logramos espigar las nociones que emanan de su experiencia vital y que nos relató en los paseos temáticos que desarrollamos en el citado libro. Ahora los ofrecemos de manera periódica en esta columna para que el lector se aproxime a los rasgos de su personalidad, considerando que Saavedra desde el punto de vista periodístico y biográfico, es el hombre del año, además de los trabajos que se puedan hacer en el inmediato futuro, hasta llegar al fondo de su pensamiento y de su cosmovisión. Desde la actual perspectiva, tras su fallecimiento, pretendemos fijarlos en la memoria de los lectores de esta columna de manera progresiva. Saavedra es un personaje inagotable, y sus poliédricas referencias biográficas nos enriquecen desde la continua fuente experiencial. El haber podido franquear, de manera narrativa su respirar y su vivir, con generosa complicidad, nos ha permitido seleccionar más de una treintena de rasgos con los que hemos podido elaborar un perfil biográfico válido para analizar la intrahistoria de nuestro ilustre personaje, tanto para el tiempo presente como para el futuro. Estos fundamentos de su personalidad los iremos desgranando en el cobijo de esta «Piedra Lunar» que desde que nació acoge la realidad de la ‘piedra’ y la ‘luna’ soñadora.

Pasión por la música (I). La música es el huerto que, al modo de Fray Luis de León, tiene plantado en la amplia terraza de su biografía, y que en una constante primavera tiene de bella flor cubierto. La música es cultivada de manera continua por Jerónimo Saavedra y, de forma indirecta, ha impregnado su entusiasmo al entorno de colegiales, amigos y ciudadanos en general.

Versatilidad humanística (II). Considera lo que en las últimas décadas ha venido en llamarse «Humanidades» como una experiencia formativa de carácter transversal e integral. Según se deduce de sus confesiones biográficas, su pensamiento está impregnado por el cúmulo de diversas materias. Saavedra se interesa por un amplio espectro de temas que incluimos bajo el paraguas de «Cultura» como son la Literatura, el Arte, la Historia, la Música, la Religión, la Economía, la Sociología, la Masonería, pero sin llegar a plantear una teorización académica de los mismos sino desde una postura personalmente reflexiva, divulgativa, conversacional, de proximidad que propicia el debate y la especulación. Discursos políticos, conferencias, presentación de libros y de exposiciones plásticas corroboran la visión integradora de su pensamiento.

Afición a la ópera (III). Desde sus años juveniles Saavedra asiste al Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, donde se inicia su afición a la ópera. Asiste a representaciones tanto en esta su ciudad natal como en las ciudades europeas donde reside por motivos académicos. Es un género que cultiva tanto en audiciones domésticas como en los festivales anuales que se desarrollan en diversos lugares.

Sensibilidad artística (IV). Su personalidad está atravesada por el amor al arte en todos sus géneros, hecho que se manifiesta y consolida a partir de la sensibilidad y la búsqueda de la belleza.

El lenguaje inclusivo (V). Al igual que ha planteado la Real Academia Española, Saavedra considera innecesario la inclusión del doble género en el ámbito expresivo. Confiesa que en su formación lingüística, siempre se ha planteado que el género masculino, tanto en el habla como en la escritura, abarca el masculino y el femenino. Hay que considerarlo como género gramatical y no tiene un fin discriminatorio.

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