Opinión

Gemma Martínez

El machismo laboral

La manifestación del 8M en Las Palmas de Gran Canaria, en imágenes

La manifestación del 8M en Las Palmas de Gran Canaria, en imágenes / Juan Castro

Hoy ya no es 8M, pero permítanme que insista en la defensa de la igualdad en esta mi ventana de los lunes. Porque hasta la casi negacionista Isabel Ayuso, esa presidenta de la Comunidad de Madrid que se pregunta cuándo es el día del hombre, reconoce que las mujeres todavía se enfrentan a obstáculos reales y que existen reductos machistas en una sociedad española que debe defender los derechos laborales de las mujeres. Qué menos, presidenta.

Porque todavía somos menos en los comités de dirección; porque todavía se asciende antes a mujeres sin hijos y se da por sentado que en estos casos ellas no tienen    vida propia; porque nuestra retribución todavía es menor que la de algunos compañeros de trabajo aunque ocupen puestos de igual o menor rango;    porque,    maquillada como una promoción profesional, todavía se nos encargan proyectos que son caramelos envenenados; porque todavía se espera de nosotras que lo hagamos todo, todo bien, todo listo para ayer y todo siempre con una sonrisa;    porque todavía se cree que tenemos dotes adivinatorias que nos dan toda la información que necesitamos y que nos indican cuándo es el momento adecuado y cuándo no; porque en ocasiones todavía es el hombre el que da la voz en cada reunión de trabajo y siempre hay menos tiempo para ellas; porque todavía nos piden que moderemos una mesa de debate en la que no hay ninguna otra mujer participante; porque todavía nos proponen asistir a comidas de trabajo para sustituir a un hombre que ha sido baja de última hora; porque todavía nos encargan entregar premios solo para que la fotografía de un foro no sea tan masculina...

No hay negacionismo ni efecto reboteque pueda demostrar que la discriminación laboral de la mujer en España es únicamente un reducto machista. Desde EL PERIÓDICO    seguiremos con el foco puesto en este ámbito y otro año más mantendremos una oferta editorial en defensa de una igualdad real que no debe demorarse más.