Opinión | Reseteando

Manoseo a la momia Erques

La reproducción de la momia guanche en uno de los atractivos de la exposición “Ciencia y Leyenda”

La reproducción de la momia guanche en uno de los atractivos de la exposición “Ciencia y Leyenda”

El oportunismo nacionalista de pedir el regreso de la momia guanche de Erques a Tenerife es puro posado. La petición sancionada por el Parlamento regional para sacar el vestigio del Museo Arqueológico Nacional no repara, en modo alguno, la minuciosa y paulatina aculturización bordada por los ejecutivos canarios de la etapa democrática. Una experiencia es la resiliencia del Museo Canario frente al racaneo para no dotarlo de la financiación suficiente para abrir de una vez su nueva sede. O sea, que menos gestualidad con la queridísima momia de Erques. Dicen que la reclamación encaja perfectamente con la descolonización en el seno de los museos que promueve el ministro Urbasun. No sé si una sociedad hipermestiza como la isleña estaría en esos parámetros identitarios. Me parece de mayor solidez el conocimiento: Canarias necesita poner en valor su pasado, porque todavía sigue siendo una desconocida, víctima de fallos grotescos sobre su historia o localización geográfica por los que observan el Archipiélago desde el exterior. Y en el interior también reina un importante cacao, un desorden manifiesto en torno a los estudios sobre el origen de los antiguos isleños, las relaciones entre ellos, la Conquista, el habla, las costumbres... Se echa en falta la celebración de un congreso para estructurar la dispersión teórica, también en el arte, la literatura, música, arqueología... Sin dejar a un lado la labor de los científicos, que desde sus laboratorios y con los adelantos de que disponen están en condiciones para el cerramiento de más de un círculo sobre el Archipiélago. El amancebamiento entre cultura y turismo en las Islas nos ha alejado por desgracia del saber, pensando que esos turistas que van a la Ópera, al Festival de Música o a la Casa-Museo Pérez Galdós resultan el summun del progreso. Eso es simple taquilla, sinergias y potencia para los hoteles y los bares de tapas y menús. Pretenden rebañar nacionalismo con la momia Erques y su dignidad, pero se pide coherencia, no fuegos artificiales frente a un presupuesto famélico para cultura.

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