Con lluvia y temperaturas de unos 10 grados centígrados, la joven rubia presentó en nombre de la asociación PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) una "estrategia contra la corrida", espectáculo que calificó de "entretenimiento barato, cruel y pasado de moda".

La acompañaron cinco activistas más, temblando igual que ella de frío por ir ligeros de ropa.

"Usamos nuestras voces y cuerpos para comunicar a la gente que los pocos países europeos que siguen practicando este deporte bárbaro y sangriento, deberían salir de la Edad Media para llegar por fin al siglo 21 y abjurar de la corrida de toros", declaró Davorka.

Fuentes de PETA anunciaron que pretenden seguir organizando semejantes acciones en diversas partes del mundo para que se ponga fin a este "mal negocio" y quieren cooperar con grupos para la protección de los animales.

La protesta, en parte por el mal tiempo, apenas llamó la atención, aunque algunos transeúntes sacaron del bolsillo sus teléfonos móviles con función de cámara para hacer fotos, pero parece que no oyeron el ruego de la muchacha pidiéndoles que no fotografiaran sus posaderas, "porque esto no es un desfile de nalgas".