Sin atril ni batuta, con una simpatía y un humor poco habitual en una personalidad musical de esta categoría. Así se mostró el director inglés Philip Pickett ante los miembros de su orquesta y coro, y ante lo más de 100 cantantes no profesionales del Archipiélago, durante el ensayo general que tuvo lugar anoche como previo a la interpretación del Oratorio de Haendel que tendrá lugar hoy, a las 20.30 horas, en el auditorio Alfredo Kraus.

El evento, organizado por la Obra Social de La Caixa, y que se realiza durante estas fechas cada dos años, llega hoy a su tercera experiencia con todos los boletos para convertirse en todo un acontecimiento sonoro tras la perfecta conjunción entre orquesta y coro que se produjo en las tres horas que dura la ejecución de esta obra.

El Coro y Orquesta del New London Consort, así como los solistas Faye Newton (soprano), Clare Wilkinson (contralto), Robert Sellier (tenor) y Jonathan Brown (bajo) mostraron estar en la élite mundial del repertorio barroco. Pero el centenar de voces amateurs que hoy vivirán su minutos de gloria, siguieron de forma sutil y perfecta todas las indicaciones del maestro.

El nivel de compenetración era tan alto, y todos se sentían tan relajados, que el director británico tuvo tiempo de abandonar el escenario y ponerse a dialogar con sus padres unos minutos en el patio de butacas. Pocas interrupciones, en definitiva, para este trabajo en el que participan la Coral Chelys Odalys, Coral Francisco Brito, Coral Haderech, Coral Vega de San Mateo, Coral Cum Decore de Santa Brígida, Coro Schola Cantorum de la ULPGC y el Coro de Cámara Enclave XXI. La ejecución de la primera parte, centrada en el Adviento y la Navidad, y que anuncia la venida de Cristo, ofreció grandes momentos de exaltación marcados por una gran intensidad expresiva. La obra es una sucesión de arias con algún solo y algún duetto, recitativos y coros. Pero Pickett es una director al que le gusta dotar de frescura y teatralidad las piezas que interpreta. No obstante, tiene un pasado de colaboraciones con músicos de rock como Fairport Convention. Tras la primera parte, el maestro aseguraba, en un descanso de veinte minutos, que el trabajo había sido fácil, tras haber repetido este concierto los últimos seis o siete años en lugares como Granada, Sevilla o el País Vasco.

"Es mi concierto favorito", aseguraba, "y el evento del año porque la atmósfera que se crea es maravillosa. Es un proyecto fantástico que no realizo en otro país sino en España". Pickett reconoció sentirse además muy contento con Canarias. "Ha sido toda una sorpresa", señaló. "He estado trabajando con este grupo muy intensamente y hay un buen nivel individual, pero todos juntos suenan con mucha fuerza". Sobre el entusiasmo que mostraba ante los cantantes, el director reconocía que le gusta trabajar "la música con voces que sean jóvenes, y no muy experimentadas, hacerlo sin presiones, y donde pueda sentir más y mejor el feeling".

Pickett también recordó que todas las agrupaciones corales de las Islas han trabajado muy duramente. Y han preparado la obra primero individualmente y después de forma conjunta en seis ensayos, bajo el asesoramiento de un equipo de profesionales que comenzaron el pasado mes de noviembre. "Durante esta preparación, los cantantes han formado parte de un emotivo espacio de comunicación y convivencia en numerosos ensayos conjuntos. Por ello, el resultado es algo más que una nueva versión de El Mesías. Se trata de cantar juntos el mensaje de esperanza y concordia entre los pueblos que inspira el gran oratorio de Haendel".

Pickett alterna su trabajo de director con otros proyectos musicales. El New London Consort es una orquesta que suele ejecutar un repertorio de música medieval y renacentista. Pero gran parte del material se extrae de una investigación original del propio director en las bibliotecas de Europa. Y es una orquesta que también muestra solvencia dentro del Barroco.

Hugo Escobar, director de dos de los coros que participan, reconoció que los ensayos habían sido siempre muy alegres y joviales porque Pickett da una interpretación no tan drástica de la música. "Este coro participativo es una oportunidad para compartir una experiencia musical única con una orquesta y un coro de alto nivel. Empezamos en el verano y hemos hecho nueve ensayos desde entonces".