Garantizar el servicio del comedor escolar a 12.764 niños de familias vulnerables en situación crítica -grupo denominado de cuota cero, por lo que no abonan dinero por la prestación- se convirtió ayer en uno de los grandes caballos de batalla del Gobierno de Canarias en medio de la crisis generada por el coronavirus. El Ejecutivo regional, a través de la Consejería de Educación, estudia la posibilidad de entregar un bono para supermercados que sustituya la ayuda directa para desayunos y almuerzos en los colegios.

Este plan, que aún no está aprobado -a la espera del Real Decreto del consejo de ministros que decrete el estado de alarma en España, como anunció ayer Pedro Sánchez-, no fue la única posibilidad que manejó el Ejecutivo regional para garantizar la ayuda a los escolares de cuota cero. La primera opción que se valoró en la Comisión Ejecutiva convocada por Educación fue abrir, desde el lunes, los comedores de los propios centros escolares y dar comidas en grupos reducidos -alternativa que fue descartada por recomendación de expertos sanitarios con el objeto de frenar la propagación del Covid-19-.

A lo largo del día también se barajó abastecer a las familias vulnerables con un servicio de entrega de la comida a domicilio -de la mano de empresas de catering que habitualmente trabajan con los centros educativos del Archipiélago-, posibilidad imposible de acometer ante el inminente estado de alarma en el que entrará el país.

En ese escenario, con ambas alternativas fuera de la mesa de negociación entre varias administraciones -en la aplicación del sistema también participará la Federación Canaria de Municipios (Fecam)-, Educación ha optado por aplicar el sistema de bonos para supermercados, servicio que se aplica para otro tipo de ayudas y en el que contará con la colaboración de la viceconsejería de Derechos Sociales. Para afrontar esta medida, Canarias recibirá 1.275.000 euros de una bolsa de 25 millones que el Gobierno de España inyectará como anunció Pedro Sánchez tras la celebración del Consejo de Ministros de este jueves.

Continuidad pedagógica

La Consejería de Educación, pese a la suspensión durante dos semanas de las clases, tramitó ayer una orden para organizar el funcionamiento de los centros educativos de las Islas. Cada escuela, dentro de su autonomía pedagógica y sus recursos organizativos, establecerá sistemas de comunicación con el alumnado -a través de Plataforma Moodle, Evagd, Google Classroom, Blogs, etc- para la continuidad del aprendizaje.

Desde Educación se recalca que "con el objeto de mantener el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje lo más normalizado posible, se han de adoptar medidas que permiten atender tanto a los criterios de Salud Pública decretados por las autoridades sanitarias, como a la atención al alumnado".

Educación recomienda "al profesorado" organizar "su trabajo de forma que se planifiquen las actuaciones que puedan ser desarrolladas sin necesidad de acudir al centro educativo". "Durante el periodo de suspensión temporal de la actividad docente", añade, "el profesorado realizará actividades de formación en línea, de actualización de la competencia profesional, así como aquellas relacionadas con el uso de entornos virtuales de aprendizaje.

Los contenidos del currículo serán el eje de la labor docente en este período. La consejera, María José Guerra, afirma que los profesores tendrán "mucho trabajo" en reprogramar, recortar, refundir o modificar itinerarios. Fundamental la evaluación continua en la mitad del curso.

La consejería ha activado todos los recursos digitales, unos 6.000 entre plataformas, redes sociales y dispositivos destinados a suministrar materiales a profesorado, alumnado y familias para aprovechar la "cuarentena social".

En el caso de los niños más pequeños se recomiendan otras actividades al margen del ámbito digital como la lectura de cuentos, las manualidades o hacer puzzles en común.