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Crisis del coronavirus ANÁLISIS

Los test rápidos ¿sirven para algo?

"Hay indicios de que las promesas de las pruebas de anticuerpos Covid-19 se han sobrevalorado y sus limitaciones, subestimado"

Un test con resultado negativo. JESÚS DIGES

Muchos gobiernos los anuncian como la salida de la sociedad de los confinamientos generalizados, pero otros tantos científicos afirman que aún se desconoce si estas pruebas rápidas aportan toda la información que queremos que tengan. Estos test rápidos de anticuerpos llaman nuestra atención por su potencial para ayudar a que la vida vuelva a la normalidad al revelar quién ha estado expuesto al nuevo coronavirus y ahora podría ser inmune.

Docenas de compañías de biotecnología y laboratorios de investigación se lanzaron a producir los test rápidos para diagnosticar la exposición al coronavirus. Los gobiernos de todo el mundo han comprado millones de kits, con la esperanza de poder orientar sus decisiones sobre cuándo relajar las medidas de confinamiento y distanciamiento social y hacer que las personas vuelvan a trabajar. Algunos incluso han sugerido que estas pruebas podrían usarse como un 'pasaporte de inmunidad', otorgando al propietario la autorización para interactuar nuevamente con los demás.

Muchos científicos comparten este entusiasmo. El objetivo inmediato es una prueba que pueda avisar a los médicos y a otros trabajadores esenciales si todavía están en riesgo de infección. En el futuro, también podrían evaluar si los candidatos a vacunas confieren inmunidad a las personas.

Pero como con la mayoría de las nuevas tecnologías hay indicios de que las promesas de las pruebas de anticuerpos Covid-19 se han sobrevalorado y sus limitaciones se han subestimado. Los kits han inundado el mercado, pero la mayoría no son lo suficientemente precisos como para confirmar si una persona ha estado expuesta al virus.

E incluso, según los científicos, si las pruebas son fiables, no pueden indicar si alguien es inmune a la reinfección. Pasará un tiempo antes de que los kits sean tan útiles como se quiere. Los países todavía están reuniendo la evidencia de que funcionan como esperan que lo hagan. Varios estados compraron cientos de miles o millones de test que tuvieron que devolverse por su baja fiabilidad. Algunos científicos afirman que "no tener test es peor que usar un test poco fiable".

Encuestas

Los investigadores de todo el mundo también están utilizando pruebas de anticuerpos para estimar el alcance de las infecciones por coronavirus a nivel de la población, lo cual es extremadamente valioso dado que muchos lugares no están haciendo suficientes pruebas estándar, y las personas con síntomas leves o sin síntomas probablemente no se contabilizarán. Estas encuestas evalúan una parte de la población y la utilizan para estimar infecciones entre la comunidad en general. Más de una docena de grupos en todo el mundo están llevando a cabo estos estudios.

Un estudio calcula un aumento de más de 50 veces en las infecciones por coronavirus en comparación con los casos oficiales, pero algunos expertos han expresado su preocupación por la fiabilidad de los tests de anticuerpos.

Una IFR (tasa de mortalidad por infección) precisa puede mejorar los modelos que se utilizan para tomar decisiones de salud pública. Si una enfermedad resulta ser menos mortal de lo estimado previamente, esto podría replantear las discusiones sobre las medidas que se están introduciendo para contenerla, y su impacto social y económico

Pero a los científicos les preocupa la fiabilidad de las pruebas de anticuerpos, particularmente en lo que respecta al número de falsos positivos que producen, lo que podría aumentar artificialmente las estimaciones de la tasa de infección.

Cuando un virus invade el cuerpo, el sistema inmune produce anticuerpos para combatirlo. Los kits rápidos, detectan la presencia de anticuerpos utilizando componentes del virus, conocidos como antígenos. Las pruebas generalmente se dividen en una de dos categorías: pruebas de laboratorio (normalmente PCRs) que deben ser procesadas por técnicos capacitados y pueden tardar hasta un día, y pruebas de Punto de Atención Continuada o Centros de Salud que dan resultados rápidos en 15 minutos o media hora. En Estados Unidos algunas compañías los comercializan para que se usen en casa.

Estas pruebas no detectan el virus en sí (para ello hace falta hacer una PCR o una prueba de detección de antígenos del virus), por lo que tienen un uso limitado en el diagnóstico de infecciones activas, según las agencias de salud. Pero en algunos países, como los Estados Unidos y Australia, las pruebas se están utilizando en algunos casos para diagnosticar a las personas sospechosas de Covid-19, pero que dan negativo en una prueba de PCR. (Un estudio realizado por investigadores del Shenzhen Third People's Hospital en China encontró que las pruebas de PCR no siempre detectaban a los pacientes infectados con el virus).

Los primeros estudios en personas que se han recuperado de Covid-19 han detectado tres tipos de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2, y los fabricantes e institutos de investigación han desarrollado pruebas que se dirigen a estos anticuerpos. Por ejemplo, la compañía biofarmacéutica alemana Euroimmun ha desarrollado una prueba de laboratorio que detecta la inmunoglobulina G y la inmunoglobulina A específicas frente al SARS-CoV-2.

Debido a la emergencia en curso, la Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) ha relajado las reglas que rigen el uso de tales pruebas. Ha autorizado su uso en laboratorios y por personal sanitario para diagnosticar la infección activa por Covid-19, con la salvedad de que no han sido revisados por la FDA y que los resultados no deben usarse como la única base para confirmar que alguien tiene la enfermedad. Australia también ha introducido autorizaciones de emergencia similares.

Las pruebas de anticuerpos en personas que podrían estar infectadas activamente pueden ser una parte importante del manejo de pacientes en hospitales y el rastreo de contactos, aunque los resultados deben interpretarse con cautela.

Haz test a los test

Sin embargo, un problema grave es que en la mayoría de los casos no se examinó rigurosamente la fiabilidad de los kits. Durante una reunión en el Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes del Parlamento del Reino Unido el 8 de abril, Kathy Hall, directora de la estrategia de tests para Covid-19, dijo que ningún país tenía una prueba de anticuerpos validada que pueda determinar con precisión si un individuo ha tenido COVID-19.

Los kits deben probarse en grandes grupos de personas para verificar su precisión: cientos de personas que han tenido Covid-19 y cientos de personas que no lo han hecho. Pero hasta ahora, la mayoría de las evaluaciones de prueba han involucrado solo a algunas decenas de personas porque se han realizado en muy poco tiempo.

Parece que muchas de las pruebas disponibles ahora no son lo suficientemente precisas para identificar a las personas que han tenido la enfermedad, la "sensibilidad de la prueba", y aquellas que no han sido infectadas, conocida como "especificidad de la prueba". Un test de alta calidad debería alcanzar el 99% o más de sensibilidad y especificidad. Eso significa que las pruebas deben mostrar solo 1 falso positivo y 1 falso negativo por cada 100 resultados verdaderos positivos y verdaderos negativos.

Pero algunas pruebas de anticuerpos comerciales han registrado especificidades tan bajas como el 40% al principio de la infección. En un análisis de nueve pruebas comerciales disponibles en Dinamarca, tres pruebas de laboratorio tenían sensibilidades que oscilaban entre el 67 y el 93% y especificidades del 93 al 100%.

En el mismo estudio, cinco de las seis pruebas tenían sensibilidades que oscilaban entre el 80 y el 93% y la especificidad del 80 al 100%, pero algunos kits se probaron en menos de 30 personas. Un kit en particular no se empleó por su baja fiabilidad.

En general, la sensibilidad de todas las pruebas mejoró con el tiempo, con la mayor sensibilidad registrada dos semanas después de que aparecieron los primeros síntomas. Algunas de estas pruebas también se están utilizando para evaluar a personas en otros países, incluidos Alemania y Australia. Este estudio se repitió con varios tests serológicos en otro centro de investigación y los resultados obtenidos con otros tests similares tampoco coincidían en los resultados usando las mismas muestras y contrastando resultados con la prueba de la PCR.

Los test serológicos son incluso menos fiables que las pruebas de PCR que se realizan en los laboratorios. De hecho la OMS recomienda que estos tests se empleen con cautela. Sin test fiables podemos acabar haciendo más daño que bien. El momento en que se hacen es crítico.

Una incógnita que afecta a ambos tipos de prueba es la interacción entre la etapa de desarrollo de la enfermedad y la precisión de la prueba. Si una prueba se realiza demasiado pronto después de que una persona se infecta y el cuerpo no ha tenido tiempo de desarrollar los anticuerpos que la prueba está diseñada para detectar, podría pasar por alto una infección. Pero los científicos aún no saben lo suficiente sobre la dinámica de las respuestas inmunes del cuerpo humano al SARS-CoV-2 para decir exactamente cuándo se desarrollan anticuerpos específicos.

Por el contrario, los falsos positivos surgen si una prueba usa un antígeno que no solo se dirige a los anticuerpos producidos para combatir el SARS-CoV-2, sino que también recoge anticuerpos para otro patógeno. Un análisis de la prueba de anticuerpos de Euroimmun encontró que aunque detectaba anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en tres personas con Covid-19, dio un resultado positivo para dos personas infectadas con otro coronavirus.

Resolver todos estos problemas lleva tiempo e implica prueba y error. Recordemos que se tardó varios años en desarrollar pruebas de anticuerpos para el VIH con más del 99% de especificidad.

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