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Ramón Reyes: “Enfermos de cáncer han quedado en el limbo”

“Enfermos de cáncer han quedado en el limbo”

Ramón Reyes (Sabiñánigo, Huesca, 1950), experto en bioquímica, llegó a la presidencia de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) el pasado junio, con un gran trabajo por delante puesto que la pandemia ha dejado a los enfermos de cáncer “en un segundo plano”, como denuncia en esta entrevista. Sostiene que en España es necesario fortalecer el sistema sanitario para que los enfermos de cáncer no vuelvan a quedar olvidados .

¿Cómo ha afectado la pandemia a la lucha contra el cáncer?

Un diagnóstico de cáncer es un tsunami para las personas, es algo que afecta en todos los aspectos y hace que el colectivo sea muy vulnerable. En España tenemos 780.000 enfermos de cáncer, pero en la primera ola, dedicamos todos los hospitales y la investigación solamente al coronavirus, lo que supuso dejarles en segundo plano y hacer de ellos un colectivo doblemente vulnerable.

Una de las estrategias más importantes consiste en realizar cribados ¿Tienen datos de cómo su paralización en la primera ola ha afectado al diagnóstico?

Hay datos preliminares de que entre el 25% y el 30% de los diagnósticos no se hicieron. Como se diagnostican 280.000 cánceres al año, uno cada dos minutos, eso supone que en ese periodo se dejaron de diagnosticar 20.000 casos. Y en algunos tumores, los retrasos pueden ser críticos, con consecuencias que tendremos que ir viendo. Por eso en la asociación sostenemos que hay una emergencia en cáncer y estamos trabajando con el Gobierno y las comunidades para que se fortalezca el sistema sanitario y no vuelva a dejarse en el limbo a una población tan numerosa, tan vulnerable y que sufre tanto.

¿Y se suspendieron tratamientos como la quimioterapia y otros?

Estamos haciendo un estudio, liderado por la AECC, con las sociedades oncológicas, para evaluar eso también. Hay datos preliminares, de la Asociación Europea de Oncología, que indican que aproximadamente el 37% de los tratamientos se interrumpieron. Aparte de eso, el 60% de los centros hospitalarios vieron afectados drásticamente su actividad con respecto a la oncología y, en algunos casos, como puede ser en España, el 80%. Esto ha supuesto retraso de cirugías, en el 45% de los centros, de quimioterapias y radioterapias, lo que tiene un impacto grave, que estamos evaluando, porque no podemos consistir que esto vuelva a pasar.

¿La situación ha provocado un aumento de la mortalidad entre enfermos de cáncer?

Me cuesta pensar que esto sea así, sobre todo en un espacio tan corto de tiempo como tres meses. Yo diría que el exceso de mortalidad puede deberse al covid y también a otras enfermedades graves que también se han dejado en un segundo plano, como los ictus, los infartos. En España hay 300 muertos al día por cáncer y esa cifra es constante, cada semana, cada mes, cada año, es realmente grave y socialmente lo tenemos asumido, por eso decimos que el cáncer es una pandemia silenciosa, en la que hay que poner el foco.

“Se han dejado de diagnosticar 20.000 tumores debido a la paralización de los cribados por la pandemia de covid”

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¿Cómo se halla la investigación en cáncer, ahora que los esfuerzos se centran en la vacuna contra el virus?

La pandemia paró la investigación, que es esencial porque salva miles de vidas. En los años 50, la supervivencia del cáncer era del 25%, prácticamente era una condena a muerte. En la actualidad, los tumores más comunes tienen una supervivencia del 57% y en el cáncer de mama del 90%. Después del confinamiento inicial, la investigación se ha retomado pero hay experimentos que han tenido que volver a empezar, por lo que esos tres meses a lo mejor se convierten en seis de retraso y eso tendrá un gran impacto. Por eso hemos propuesto al Gobierno un plan nacional de investigación sobre el cáncer, que en España es una asignatura pendiente. Por ejemplo, se han invertido 150 millones al año, que es el coste de seis kilómetros de ave. Por eso hemos entregado 660.000 firmas en el Ministerio de Ciencia y el Gobierno nos ha prometido que van a contar con nosotros para ayudarles a doblar los fondos.

Durante esta segunda ola, ¿también se están paralizando consultas y tratamientos?

De momento las UCI no están totalmente saturadas, por lo que hay camas para enfermos de otras patologías, aunque nos costa que algunas cirugías ya se están retrasado, pero no con las dimensiones de la primera ola. Y en el futuro dependerá del número de enfermos covid, porque no ha habido un refuerzo de personal ni más fondos para tratar al resto de patologías.

La pandemia provoca una situación de incertidumbre y temor en toda la población. En el caso de los enfermos de cáncer, ¿cómo les está afectado psicológicamente?

El diagnóstico del cáncer provoca un tsunami emocional, cuando a eso le sumas un peligro adicional, la constatación de que no estás siendo atendido o que tienes que ir a un hospital donde riesgo de contagio es alto, todo ello crea una enorme inquietud. Hemos hecho un estudio de que indica que el 34% de los pacientes han sufrido problemas psicológicos graves, como depresión o ansiedad profunda. Y no solo los enfermos, los familiares también sufren enormemente. Hay unas 300.000 personas entre enfermos y su entorno que deberían tener asistencia psicológica.

Y la epidemia se ha llevado por delante miles de empleos. ¿Tienen datos de cómo la pandemia económica les está golpeando?

El cáncer tiene un coste de 19.300 millones al año y el 45% lo cubren las familias. Por ejemplo, un tratamiento de radioterapia, durante 15 días, tiene un coste para el paciente de 1.100 euros. Por ello, sabemos que el cáncer provoca pobreza en el 25% de las familias. Por ejemplo, más de la mitad de los diagnosticados en edad laboral sufren una incapacidad permanente, lo que merma los ingresos. Si añadimos el paro y los ertes de la pandemia, calculamos que el 32% de los enfermos en edad activa perderán su empleo. Ya son muchas las familias que tienen que elegir entre gastar en la medicación contra el cáncer o pagar las facturas.

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