El alto nivel de infectividad de la variante ómicron del Covid-19 ha disparado la incidencia de casos, situando bajo mínimos la capacidad de rastreo de contagios en Canarias. Según los datos publicados ayer por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, en el día de ayer se notificaron 1.109 nuevos contagios de coronavirus, que eleva a 245.130 los positivos diagnosticados durante la pandemia en las Islas. De éstos, se encuentran en activo 97.466 casos, de los cuales 711 están hospitalizados -el 0,7%-, 91 en UCI y 620 en planta.

Uno de ellos es el fotoperiodista tinerfeño Moisés Pérez, que en la mañana de este martes, 25 de enero, ha contado su experiencia en los micrófonos de COPE Canarias. Y es que el mismo día de Navidad comenzó a presentar síntomas, por lo que decidió hacerse un primer test de antígenos que dio resultado negativo. Aún así seguía con síntomas volvió a hacerse una prueba, que si resultó positiva, y en ese momento decidió llamar al 112 para comunicar su positivo y procedió a confinarse. 

Cuenta que la situación se complicó y pasó "dos días en el suelo, con el azúcar a más de 700, ya que no había comido nada". Asegura que sus familiares solicitaron una ambulancia que nunca llegó, por lo que su hermano lo trasladó el cuatro de enero hasta el Hospital Universitario de Canarias (HUC) donde ingresó directamente en la UVI. Ese mismo día tenía cita para la dosis de refuerzo de la vacuna.

“El no poder respirar por la boca, la sensación de ahogo”, contó en los micrófonos de COPE Canarias (la entrevista completa aquí). Añade que vio pasar a una persona joven “llena de tubos”, sin saber si consiguió salir o no.

Finalmente, tras más de una semana en la UCI quiere mandar un mensaje a todas aquellas personas que niegan la existencia de la enfermedad, que muchas de ellas se manifestaron en distintas zonas de Canarias el pasado fin de semana y les dice que la enfermedad es lo peor que le ha pasado, por lo que ha calificado de imbéciles este tipo de comportamientos, ya que en su caso, recuerda que lo pudo contar pero que otras personas con las que estuvo en el hospital no corrieron la misma suerte.