La mascarilla seguirá siendo obligatoria en transportes públicos y en las farmacias

El fin del cubrebocas en interiores a partir del día 20 está sujeto a excepciones, y a la evolución de la pandemia

Un ciudadano se quita la mascarilla a la salida de misa en la Iglesia de Santo Domingo, en la capital grancanaria.

Un ciudadano se quita la mascarilla a la salida de misa en la Iglesia de Santo Domingo, en la capital grancanaria. / José Carlos Guerra Mansito

Efe

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, declaró ayer que la mascarilla seguirá siendo obligatoria en todos los transportes públicos «sin ninguna excepción», así como en centros, servicios y establecimientos sanitarios, incluyendo las farmacias. «Va a ser obligatoria en el interior de los centros, de los servicios y de los establecimientos sanitarios. Es decir, en los hospitales, centros de salud, de transfusión de sangre y va a ser obligatoria en las farmacias, como establecimientos sanitarios a los que va gente también vulnerable».

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El real decreto que prevé aprobar el martes, 19 de abril, el Consejo de Ministros y que pone fin a la obligatoriedad de las mascarillas en interiores, también mantendrá su uso obligatorio en los transportes «por avión, por ferrocarril, por guagua, en metro y en barco, en interior, siempre que no puedas mantener esa distancia de un metro y medio». «No hay ninguna excepción en los transportes públicos. En todos hay que llevarla», zanja. Dicho real decreto se publicará el miércoles, 20 de abril, en el Boletín Oficial del Estado, y entrará en vigor ese mismo día.

Mientras, en los trabajos serán los servicios de prevención de cada empresa los que determinen la obligatoriedad en función de las circunstancias donde se desarrolle. «Fuera de ahí, será un uso responsable, especialmente para las personas vulnerables», ha afirmado Darias quien, no obstante, no descarta «que haya que volver atrás con esta relajación en algún momento» y que Sanidad baraja la previsión de cualquier escenario.

Carolina Darias no descarta «que haya que volver atrás con esta relajación en algún momento»

Además, la ministra abre la puerta a una cuarta dosis de la vacuna frente a la Covid-19, algo que la ponencia de vacunas va a empezar a valorar a partir de la semana que viene para dársela a otros colectivos además de los inmunodeprimidos que ya la reciben, «por ejemplo, a mayores de 80 años».

La eliminación de las mascarillas en interiores divide a la comunidad científica. Una medida para la que habría que esperar algo más, según algunos científicos, aunque para otros ha llegado ya el momento, y todos coinciden en no descartar que puedan volver a ser necesarias.

La viróloga del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Sonia Zúñiga cree que sería «prudente» esperar a ver cómo funcionan otras medias, como que los casos confirmados de Covid-19 con síntomas leves ya no tengan que aislarse o el fin de las cuarentenas para los contactos estrechos de un positivo, antes de suprimir las mascarillas y «podría ser sensato» retirarlas de «manera gradual», comenzando por ambientes con menor riesgo, como colegios, pues los niños tienen «mucho menor riesgo de sufrir enfermedad severa».

La ministra de Sanidad abre la puerta a una cuarta dosis de la vacuna frente al coronavirus

Los datos del pasado día 12 indican que la incidencia Covid en mayores de 60 años era de 435 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, pero para la inmunóloga Carmen Álvarez, de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), habría que esperar a una incidencia inferior a 50 casos.

Para el microbiólogo de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi «ya es hora» de retirar la mascarilla en interiores, pero que no vayan a ser obligatorias «no significa que no sean recomendables». Asegura que la pandemia no ha terminado, el virus sigue circulando y «el riesgo cero no existe», pero «todo es cuestión de evaluar riesgo-beneficio», pues la Covid-19 no es lo mismo que en 2020, ya que la cantidad e inmunizados es muy alta, bien porque se han infectado o vacunado. En todo caso, un sitio cerrado, mal ventilado y con mucha gente «sigue suponiendo un cierto riesgo», por lo que es «recomendable» mantenerla en el transporte público, lugares concurridos, centros sanitarios y «siempre que estemos con personas vulnerables», agregó.

En estos dos años, el especialista apuntó que «tenemos que haber aprendido tres cosas importantes»: las mascarillas son el «mejor arma» para evitar la transmisión cuando no se puede guarda una distancia superior a metro y medio. «Donde surge el mayor número de brotes y contagios es en interiores con mala ventilación y si se está mucho tiempo», señaló Álvarez. Y la tercera es que en toda enfermedad infecciosa que se transmite por el aire, «si se tiene síntomas, aunque sean leves, o se puede estar con personas de alto riesgo, la responsabilidad es de proteger a los demás y, por lo tanto, usar mascarillas, es fundamental».