Canarias renueva su compromiso con el seguimiento de la ciguatera

La comunidad autónoma ha registrado 21 brotes que suman un total de 125 intoxicaciones alimentarias de este tipo desde 2004

Un instante de la presentación del proyecto.

Un instante de la presentación del proyecto. / LP/DLP

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias participó esta mañana en la presentación del proyecto europeo Eurocigua II, destinado a mejorar el seguimiento epidemiológico y a caracterizar las ciguatoxinas, unas toxinas producidas por microalgas que pasan a los peces que se alimentan de ellas y, posteriormente, a los humanos. Esto provoca una intoxicación denominada ciguatera. De hecho, en el Archipiélago se han registrado 21 brotes que suman un total de 125 casos desde 2004

Al encuentro acudieron los representantes de 11 organizaciones de cinco países europeos –España, Francia, Holanda, Alemania y Portugal – que, coordinadas por el Ministerio de Sanidad, colaboran en este plan que supone la renovación del acuerdo ya rubricado en 2016. En el listado de instituciones que se han sumado a la acción figuran el Servicio Canario de la Salud (SCS), la Universidad de Vigo, el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, el Instituto de Investigación y Seguridad Alimentaria Ambiental y Ocupacional (Anses), el Instituto de Evaluación de Riesgos Alemán (BfR), la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica Portuguesa (Aesa), el Instituto Portugués del Mar (Ipma) y el Instituto Nacional de Salud Pública y Medioambiente Holandés (Rivm), entre otras. 

«Estamos orgullosos de que nuestro SCS y, en concreto, la Dirección General de Salud Pública, vaya a ser uno de los colíderes de este proyecto que es extraordinariamente importante a nivel europeo. Estas toxinas producen efectos negativos en la salud de los ciudadanos a nivel intestinal, cardiovascular o muscular», manifestó el consejero de Sanidad del Ejecutivo autonómico, Blas Trujillo. 

Por su parte, la directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, puso de relieve que la iniciativa aborda «un problema emergente». «En España, hasta hace unos años, solo detectábamos casos importados con una sintomatología importante. El hecho de que el sistema sanitario canario haya podido diagnosticar más casos en los últimos años y que se haya acumulado experiencia ha permitido estudiar y profundizar en la materia. Precisamente, para eso se llevó a cabo el proyecto Eurocigua I», detalló. 

Por tanto, a través del nuevo plan -que abarcará tres años-, además de mejorar en el seguimiento y la caracterización de las ciguatoxinas, se pretende estudiar sus efectos en el medioambiente, potenciar la formación del personal sanitario para poder identificar mejor la sintomatología y optimizar las herramientas diagnósticas. 

Pescados de gran porte

Cabe resaltar que las ciguatoxinas suelen acumularse en pescados de gran porte. En el caso concreto de la región, las especies implicadas en los cuadros clínicos detectados han sido el medregal, el mero, el pejerrey y el abade. La Consejería recuerda que las Islas cuentan con un programa pionero de actuación coordinado por las direcciones generales de Salud Pública y Pesca del Gobierno canario, que se basa en el control de los productos de primera venta antes de incorporarlos a la cadena alimentaria. 

En palabras de Pilar Aparicio, la sintomatología que pueden experimentar las personas aquejadas es, en muchas ocasiones, «inespecífica». Y es que la ciguatera puede provocar síntomas gastrointestinales, cardiovasculares, neurológicos e, incluso, debilidad generalizada, dolores musculares y articulares, cefaleas, temblores o sudoración excesiva

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