Ciencia

Canarias estudia ocho algas autóctonas para crear nuevos productos para la alimentación

El BEA-ULPGC participa junto con Andalucía y Galicia en el proyecto Innovalga, para el cultivo de macro y microalgas con destino al consumo humano y animal

José Luis Gómez Pinchetti (3º izquierda) junto con otros miembros del consorcio de Innovalga en la sede del BEA en Taliarte.

José Luis Gómez Pinchetti (3º izquierda) junto con otros miembros del consorcio de Innovalga en la sede del BEA en Taliarte. / ULPGC

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

El Banco Español de Algas (BEA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha acogido esta semana la reunión del proyecto Innovalga, que junto con socios de Andalucía y Galicia, trabajan en la creación de un nuevo catálogo de cultivo de algas para la diversificación de especies y aplicaciones con alto valor comercial en el ámbito de la alimentación y ambiental. En este marco, el centro que gestiona la Fundación Parque Científico Tecnológico de la ULPGC estudia cuatro especies de macroalgas y otras cuatro de microalgas, con potencial desde el punto de vista de cultivo e industrial.

«El objetivo de Innovalga es evaluar nuevas especies de macroalgas y de microalgas que puedan tener interés desde el punto de vista del cultivo, y desarrollar una serie de aplicaciones muy novedosas para usarlas para consumo humano y para alimento animal». Así lo indicó Juan Luis Gómez Pinchetti, director científico y responsable de la Unidad de Biotecnología y Cultivo del BEA-ULPGC, socio de Innovalga, junto con el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (Ctaqua); Anfaco, centro de investigación marina en Vigo; y la Universidad de Cádiz, entre otras instituciones y empresas colaboradoras.

Innovalga -Impulso al sector emergente y sostenible de las micro y macroalgas en España: diversificación de especies y aplicaciones con alto valor comercial y ambiental-, está financiado por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, con los fondos NextGeneration de la Unión Europea. «Necesitamos trabajar con nuevas especies de macroalgas y microalgas que respondan bien a los sistemas de cultivos, no de laboratorio sino a escala de planta piloto, que puedan tener aplicaciones fundamentalmente para la industria de la alimentación, humana y animal».

Especies nativas

Un aspecto importante del proyecto es que cada centro de investigación integrado en el consorcio trabaja con especies nativas de su respectiva región. Y en este sentido, el Banco Español de Algas evalúa en su sede en Taliarte, cuatro especies de macroalgas autóctonas de Canarias, «que ya hemos adaptado a condiciones de cultivo y estamos valorando desde el punto de vista de la productividad de los sistemas de cultivo y de la calidad de la biomasa que somos capaces de producir»; y otras cuatro especies de microalgas de la colección del BEA que tienen potencial desde el punto de vista industrial. Ya han hecho la caracterización a escala de laboratorio, y ahora evalúan la posibilidad de su aplicación industrial.

«Cuando uno trabaja con estas especies, lo primero es ver como las puedes cultivar y si realmente puedes tener cultivos que sean sostenibles y duraderos a lo largo del tiempo. Y después, valoras la biomasa que se produce para su desarrollo, en este caso, en la industria de la alimentación». No obstante, el BEA también analiza otras posibles aplicaciones en el mercado de la cosmética o textil.

A través del proyecto Innovalga, impulsan avances productivos de macro y microalgas basados en el conocimiento, la tecnología y la innovación

Durante la reunión mantenida el pasado martes y miércoles, 14 y 15 de febrero, en la sede del BEA en Taliarte (Telde), -la primera presencial del proyecto que comenzó en 2022 y culmina a finales de 2023-, también se abordó la situación en cada comunidad autónoma -principalmente en Canarias, Andalucía y Galicia-, «sobre la normativa y los cuellos de botellas para el desarrollo del sector, con el fin de identificar posibles soluciones». De esta forma, analizan la normativa vinculada a la producción y transformación de algas, tanto a nivel autonómico como nacional y europeo, para establecer las necesidades y requerimientos para el desarrollo de actividades empresariales relacionadas con la producción y transformación de algas.

Además de generar un catálogo con las especies de macroalgas y microalgas seleccionadas en cada comunidad autónoma, también se van a desarrollar una serie de seminarios sobre la conservación y el acceso a los recursos genéticos con la normativa en vigor, el Protocolo de Nagoya. «Dentro del proyecto Innovalga, también estamos valorando los protocolos normalizados de trabajo, que están surgiendo de Europa, de forma que todo el mundo utilicemos los mismos protocolos de trabajo para todo lo que es el campo de las algas y los productos derivados de las mismas».

Con estas acciones, el proyecto prevé establecer una hoja de ruta con recomendaciones para el sector, administraciones y autónomos, con el objetivo de fomentar el desarrollo de la industria de las algas, cuyos desafíos contemplan la necesidad de avanzar en el cultivo de nuevas especies, potenciando avances productivos basados en el conocimiento, la tecnología y la innovación.

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