Entrevista | Lluís Serra Majem Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

«Debemos crear nuevos grados y cerrar los que no tienen demanda»

«Pensaba que se podrían hacer cambios rápidos, pero es una institución muy difícil de mover», afirma el rector de la ULPGC

El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra Majem, muestra un cartel de la manifestación que ayudó a hacer posible la creación del centro académico que ahora representa. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra Majem, muestra un cartel de la manifestación que ayudó a hacer posible la creación del centro académico que ahora representa. | | JOSÉ CARLOS GUERRA / Antonio Cacereño

Antonio Cacereño

Antonio Cacereño

El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Lluís Serra Majem (Barcelona, 1959) acaba de cumplir dos años en esa responsabilidad. Es catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la ULPGC desde 1995. Impartió clases en la Universidad de Barcelona ocho años. En esta entrevista  realiza balance de su mandato y analiza algunas cuestiones de la actualidad universitaria en las Islas.

Acaba de cumplir dos años de su mandato como rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. ¿Cuál es la valoración?

Personalmente hay una valoración muy positiva de sentimiento, de que realmente estoy contento, estoy satisfecho, pero también estoy un poco frustrado. La maquinaria es muy difícil de mover y de mejorar. Yo pensaba que se podrían hacer cambios más rápidos, pero es difícil. Es una institución difícil de mover. Pero estoy muy satisfecho, muy agradecido. Yo desde que me levanto hasta que me acuesto soy el rector. Paso todo el día de rector. No vivo para otra cosa.

Este curso ha subido el número de alumnos. ¿Qué medidas se han tomado para atraer a nuevos estudiantes y frenar el abandono de los estudios?

Realmente antes se cogían las estadísticas a principios de año y había muchas matrículas que no se formalizaban. Y si cogemos esas estadísticas estábamos en la línea de las 4.000. Pero nosotros hemos visto que cuando analizamos las matrículas ya avanzado el curso, prácticamente terminándose, había una caída muy importante y bajábamos hasta 3.200. Teníamos una bajada que hemos logrado romper y subir otra vez hasta los 3.800 ó 3.900, pero no el primer día de clase o las primeras semanas, sino ya consolidado el curso. De alguna forma, aquí tenemos en cuenta la gente que abandona durante el curso. Por ejemplo, durante la pandemia, empezaron 4.100, pero terminaron 3.200 el primer año. Había mucha gente que, visto lo visto, lo dejó. La universidad aún tiene mucho que hacer. Hay que hacer autocrítica. Y tenemos muchas cosas pendientes por resolver y por mejorar. Pero, en primer lugar, externamente, se ha visto un cambio, se ha visto una cierta mejor proyección social, una mayor implicación con la sociedad. Y esto la población lo percibe positivamente. Y otro tema es que gracias a un programa de mentoría muy exitoso, en el cual hemos implicado a 400 alumnos, hemos conseguido mejorar tanto la captación como la atención a los alumnos de primer año, que es un año muy crítico, sobre todo en algunos grados.

¿Cuáles son las profesiones con más presente y con más futuro?

Bueno, la verdad es que las sanitarias siempre han tenido mucho presente y la pandemia lo ha puesto de relieve. Y también tienen futuro. Pero también tienen mucho futuro otras profesiones, como por ejemplo las tecnológicas, las ingenierías, ingeniería informática, todos los grados de computación... Hay una gran demanda. Incluso de ingenieros de telecomunicaciones, que había bajado un poco, hay una gran demanda en el mercado. A mí lo que me ha impresionado más este año de las jornadas de puertas abiertas han sido los grados de ingeniería, que están llenos de gente. Hay mucha gente interesada en los distintos grados. Ojalá se refleje en mayores matriculaciones, más mujeres también en estas titulacones. Es muy importante. Y la verdad es que con el mapa de titulaciones estamos abiertos a muchos otros grados que son de vital trascendencia. Producción Audiovisual, por ejemplo, Cinematográfica. Una serie de grados que van a ser decisivos en los próximos años y en los que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria también quiere estar.

En la mesa de reuniones de su despacho en el Rectorado de Juan de Quesada. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

En la mesa de reuniones de su despacho en el Rectorado de Juan de Quesada. | | JOSÉ CARLOS GUERRA / Antonio Cacereño

¿Y cómo se adapta la Universidad a Las Palmas de Gran Canarias a la competencia de las universidades privadas? ¿O Son complementarias?

Sí. Yo creo que no son meramente competencia. Por ejemplo, el tema de medicina, que haya 50 plazas más en la universidad privada no es una competencia para nosotros porque estamos con 3.000 solicitudes para 150 plazas. Por lo tanto, no es competencia en este sentido. Sí que lo puede ser en lo que es el funcionamiento de las prácticas en el sistema sanitario. Que haya dificultades para colocar a tantos alumnos en un espacio sanitario tan pequeño. Pero, en general, no son competencia. Somos complementarios. En el contexto de Canarias, las universidades públicas atienden al 90% de los estudiantes universitarios y el 10% va a las privadas, aproximadamente. Para el resto de España este porcentaje es del 20%. Por lo tanto, la competencia aquí en Canarias, si cabe, es menor que en otras partes de España, como Madrid, por ejemplo, o Barcelona. O Navarra.

¿Qué demandas detecta que no atendemos en Canarias y que propicia que los alumnos se vayan fuera?

Bueno, todas las demandas no atendidas en sanitarios, pues lógicamente aquí podemos hacer poco porque no podemos crecer de forma indefinida en las carreras sanitarias. Hay algunos grados que sí que..., por ejemplo, el grado en Psicología, que nosotros no lo tenemos aquí todavía y que lo vamos a incluir en el mapa de titulaciones y lo vamos a ofertar quizás el próximo año o el siguiente. Este es un grado importante que ha tenido mucha demanda y que la pandemia lo ha, digamos, desatado. Y luego también algunos dobles grados. Sobre todo de titulaciones tecnológicas con empresariales y gestión. Ahí tendríamos que mejorar un poco. Y usted sabe que Periodismo tampoco lo ofertamos en la Univesidad de Las Palmas de Gran Canaria. Ni Filosofía. Son algunos grados que no están en nuestra cartera de titulaciones y que propician que la gente se vaya a hacerlos a otros lados. Pero es evidente que no podemos ofertar todo lo que el mercado desearía. Vamos a intentar ofertar el máximo posible y desde luego, cuando un grado no tiene una demanda, hay que pensar en cerrarlo. Es decir, del mismo modo que tenemos que adaptarnos a nuevos grados, como no podemos crecer de forma indefinida porque nuestro número de personal es el que hay, pues tenemos que cerrar otros.

«Pretendemos ofertar pronto Psicología, Cine e Ingeniería Biomédica y Física y Matemáticas»

Salir fuera también forma parte de la formación de los jóvenes.

Por supuesto. Por supuesto. Yo estoy totalmente a favor de salir fuera. Pero, en cualquier caso, los alumnos tienen hoy por hoy un programa que es fantástico, que es el Erasmus. Una persona que hace un grado aquí se puede ir un año a Polonia o se puede ir a Alemania o a Italia. Y esto en mi época era impensable porque económicamente no era viable. Ahora lo pueden hacer y lo están haciendo y tenemos cifras de movilidad muy altas. Estamos enviando a más de 1.200 alumnos cada año fuera, con lo cual somos de las universidades por el tamaño que tenemos, con mayor número de alumnos Erasmus recibidos y de otros programas de intercambio y también de las que más enviamos fuera. Por supuesto que ir fuera yo creo que es bueno. Creo que deberíamos explorar más entre las distintas universidades o en las redes de universidades, que es un poco el futuro de Europa, y ver ahí cómo podemos hacer grados en los cuales los alumnos, los estudiantes, puedan ir, hacer un grado en una universidad y otro en otra, y que tengan una convalidación global por parte de estas redes. Es un tema que me gustaría trabajarlo mucho en los próximos años.

El rector reflexiona durante la entrevista. | | ’JOSÉ CARLOS GUERRA

El rector reflexiona durante la entrevista. | | ’JOSÉ CARLOS GUERRA / Antonio Cacereño

¿Puede profundizar en las novedades del nuevo mapa de titulaciones en el que tengo entendido que están trabajando?

Sí. El mapa ha sido un trabajo importante, sobre todo, de encuestas. Encuestas a la comunidad universitaria, a los jóvenes de bachillerato o de formación profesional, a los empleadores, a gente de administraciones..., 40.000 personas hemos entrevistado. Y ahí se han dibujado los mapas. Digamos que es un mapa de titulaciones que podría ser a medio, corto y largo plazo. A corto plazo tenemos lo que hablábamos de Psicología, junto con Producción Audiovisual, un grado más orientado a los resortes cinematográficos... Y también tenemos dos grados que se van a ofertar de forma casi, casi, inmediata, que es el grado de Ingeniería Biomédica y el de Ingeniería Física y Matemáticas. Luego tenemos, a más largo plazo, Nutrición y Dietética, expertos en Gastronomía... y otros grados que, progresivamente, iremos viendo con qué prioridad los vamos incorporando.

«El 90% de los universitarios de las Islas estudia en los centros públicos y el 10% en privados»

¿Qué medidas se toman para hacer frente al envejecimiento de las plantillas del personal docente e investigador y a las jubilaciones que se prevé en los próximos años?

La verdad es que desde el Vicerrectorado de Profesorado se ha trabajado mucho y ha habido una oferta de convocatoria de plazas muy extensa. Hemos casi doblado el número de jubilaciones anticipadas y de funciones de nuestro profesorado y se están sobre todo incorporando a través de la figura del doctor contratado. También hemos incorporado para Ciencias de la Salud el contrato de doctor vinculado por primera vez y luego también reponiendo plazas de titular y de catedrático. El problema, como usted dice, es el envejecimiento de la plantilla, pero también el envejecimiento del candidato a la plaza. Nosotros llegábamos a la titularidad en mi época a los 30 años y a los 40 ya éramos catedráticos. Hoy en día esto es impensable y a los 40 y pico años son contratados como doctores. Luego falta ser titular y catedrático. los procesos de acreditación son tediosos. Difíciles. Hay que enviar a la ANECA mucha documentación. Ni siquiera los usuarios lo hacen ellos mismos. Tienen que encargarlo a empresas para que les preparen los currículum. Y todo esto frena mucho los procesos. Yo espero que se relaje un poco. O sea, que se rebaje un poco el grado de exigencia y que podamos impulsar más la reposición de palzas. Pero de entrada yo pienso que vamos bien. Estamos respondiendo bien con la maquinaria de convocatorias a las jubilaciones. Claro que hay catedráticos en esta universidad que no se pueden sustituir, que son personas increíbles con una historia increíble. Pero, bueno, tenemos que buscar también el talento entre los jóvenes, porque esta universidad no se puede parar y tiene que tener siempre un nivel alto,

En en este proceso de renovación de plantillas que se afronta, ¿qué medidas se prevén para equilibrar el número de mujeres y hombres catedráticos? ¿Cómo aumentar la cuota femenina en las cátedras y entre los honoris causa?

De verdad que hay que hacer acciones concretas, porque si no es así las cosas no cambian. Y, por ejemplo, en nuestra propia institución había solicitudes para seguir nombrando doctores honoris causa. Claro, todos eran hombres. Entonces yo me reuní con la directora de Igualdad y dije, mira, esto lo vamos a terminar porque esto no puede ser. Y ahora lo que hemos decidido hacer para el año que viene es que va a haber un acto en el cual se van a nombrar a doce mujeres de reconocido prestigio de nuestro entorno, pero también a nivel internacional, para doctoras honoris causa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Estas doce, unidas a las tres que hay, pues van a equilibrar mucho el balance de hombres y mujeres, en los doctorados honoris causa. Y en general el procedimiento tiene que ser parecido para el resto. Pero en el resto es mucho más difícil. Nosotros lo que tenemos que garantizar es que haya un equilibrio paritario entre las comisiones, por ejemplo, que haya el mismo número de hombres que de mujeres para que no se produzca una discriminación en la selección y, luego, incentivando la presencia de mujeres en la carrera docente e investigadora, que no es fácil. Hay que dar pequeños incentivos para que realmente les suponga algo interesante, porque realmente la carrera docente investigadora es un proceso largo y a veces difícil de compatibilizar con una familia.

«Vamos a nombrar a doce mujeres de reconocido prestigio doctoras honoris causa»

¿Hasta qué punto gestionar la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se parece a gestionar una pequeña ciudad donde conviven cada día varios miles de personas a las que garantizar una serie de servicios, mientras que al mismo tiempo se producen procesos de fricción y de alianza entre ellas?

En cierto modo. sí. Yo creo que se parece a un municipio con la diferencia de que la mayoría de votantes sólo están temporalmente en la institución. Están durante cuatro años, o cinco, o seis, quizá. Los alumnos votan igual que el resto, pero sólo están un tiempo corto, determinado. Por lo tanto, comprometerlos con la democracia es difícil en estos casos, pero al final son determinantes. En nuestro caso fue determinante el apoyo de los alumnos y, por tanto, para mí, el alumno está en el centro y es a quien nos debemos. No tenemos que servir los intereses de un colectivo u otro de la universidad o de un grupo, o de una facultad,... Nosotros nos debemos a todos los estudiantes y esto lo tiene que entender el personal de administración y servicios y lo tiene que entender el personal docente y de investigación. Yo pienso que lo importante es mucha comunicación. La gente lo que quiere es que se la escuche, que analicemos sus problemas, que estemos ahí, que no nos encerremos en la gobernanza del Rectorado y que estemos en la periferia, en las facultades, en los centros. Eso es lo que intentamos hacer. Estar más fuera y ver las necesidades. Atender las solicitudes. Estar viendo qué necesidades hay de reparación de infraestructuras en los distintos centros. Estar más en la periferia que en el propio entorno del Rectorado. Y la verdad es que a mí me satisface ver que cuando vas por los campus al rector se le empieza a conocer. Antes no sucedía y creo que esto es importante. Empezamos a tener una cierta interacción con el alumnado, que es en definitiva nuestra razón de ser. Y sí, un municipio, efectivamente, donde todos nos conocemos y donde todos vamos a seguir trabajando y conviviendo.

Serra Majem se pone las gafas para consultar un dato. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

Serra Majem se pone las gafas para consultar un dato. | | JOSÉ CARLOS GUERRA / Antonio Cacereño

¿Hasta qué punto las circunstancias del nacimiento de esta universidad, un clamor ciudadano que fue necesario llevar a las calles para ser atendido, influye en la gobernanza de la institución?

Mucho, mucho. Yo pienso que estamos mucho, muchísimo más obligados a que cada cosa que hacemos revierta en la sociedad. Yo soy muy consciente de ello, a pesar de que en aquel entonces yo no estaba en las manifestaciones, porque yo llegué hace apenas 30 años y por tanto no lo viví. Pero me lo han explicado tanto, la gente me lo dice tanto y son tantos los ejemplos de amigos, de conocidos, de padres, de madres, de abuelos, de abuelas... que me comentan estos acontecimientos que realmente los hago propios y para mí es muy importante. De hecho ahí tengo un cartel que me lo recuerda. Ese fue un cartel de los que se llevaron a la manifestación Universidad. Ahora sí y estamos preparando ya los actos del 35 aniversario para el año que viene y hemos constituido una comisión. El acto de las mujeres honoris causa será uno de los actos. Y vamos a llevar a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria a la calle, a la sociedad, como siempre. Todas las actividades que hacemos, actividades culturales,... siempre las abrimos a la sociedad lo máximo posible, porque entendemos que nos debemos a la sociedad.

¿Y de eso son conscientes quienes trabajan en la universidad y, más allá, son conscientes los alumnos también de esa suerte de compromiso?

Pues a lo mejor no lo suficiente, a lo mejor no lo suficiente, porque realmente uno de los problemas que tiene esta institución es que para muchos sus problemas es lo más importante. Y a veces se piensa más en los problemas individuales, del grupo, de la facultad, del centro, del departamento,... que en la institución, en su global, en su totalidad. Tenemos que enseñar a sentir más orgullo por la institución, por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Sentir orgullo de los colores, igual que sentimos orgullo por los colores de la Unión Deportiva Las Palmas. Pues debemos sentir orgullo por la institución y esto es pedagogía de gota a gota, poco a poco. Y a veces pequeñas salidas de tono de algún miembro de la comunidad universitaria o de algunos estudiantes, pues rompen un trabajo de muchos meses. Pero hay que seguir, hay que seguir con esta labor porque para mí es importante.

«La financiación de la universidad debe compensar mejor la existencia de campus en varias islas»

¿Hay más alianzas y más cooperación que fricciones en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria?

Yo entiendo que sí. Además, al rector en esta institución se le aprecia, se le aprecia mucho, es decir, se le tiene un un cariño especial. No es si es un rector u otro. Al rector, digamos, se le mantiene al margen de la fricciones, normalmente, por lo menos entre la gente universitaria de verdad. Yo creo que en general hay más compromiso y alianzas que fricciones, aunque cada uno defiende lo suyo, lógicamente. Es difícil tener esta visión global, ese compromiso de institución de lo que representa la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Tenemos que infundir más sentimiento de orgullo, de pertenencia al grupo. Pero sí que al rector se le respeta bastante. Si acaso a lo mejor algún vicerrector sufre más en las comisiones, en las reuniones. El gerente sufre más el contacto, pero al rector se le mantiene bastante al margen de este tipo de cosas. Normalmente somos los que damos las noticias buenas.

¿Cuáles son las líneas de cooperación y de alianzas en esta universidad de las que más satisfecho se siente?

Tenemos todo el esfuerzo de renovación de la plantilla y yo creo que es importante la colaboración de todos los departamentos en contribuir a renovar estas plantillas. En 2022 se han convocado más de 150 plazas de profesorado. Es un récord histórico. Hacía años que no veíamos cifras así. Cuando se han jubilado no llega a 90, po lo tanto estamos ya reponiendo más de los que se jubilan. Yo me siento también muy orgulloso de las alianzas en investigación y del trabajo que se hace desde la propia investigación de la universidad y del parque científico en áreas importantísimas como los PERTE de los chips, el turismo sostenible, el laboratorio de arqueología... Todo lo que se ha hecho en la recuperación de La Palma con muchos expertos. Y de alguna forma es un esfuerzo de toda la universidad por establecer alianzas de cara a la Agenda 20/30. Y cómo podemos contribuir nosotros con nuestra materia gris, nuestros investigadores a resolver los retos que nos presenta la Agenda 20/30. De esto yo me siento especialmente orgulloso porque al final están los sabios. Cuando el Gobierno de Canarias necesita un experto o cuando el gobierno europeo o el Gobierno español recurre a nuestra universidad. Y esto es un motivo de mucho orgullo.

¿Y cuáles son las fricciones que más le incomodan y que ha tenido que afrontar?

La verdad es que personalmente a mí la fricción no me incomoda. Yo me siento bien discutiendo y además no defiendo nunca posturas rígidas. Yo soy capaz de atender una negociación si veo que la otra parte tiene más razón que yo. Pero bueno, hay temas que son difíciles de aceptar. Por ejemplo, en el tema de las plazas de Medicina hemos tenido algunas diferencias. Hay gente que dice, bueno, el anterior equipo electoral sigue haciendo política, pero yo no lo percibo así. Yo entiendo que la gente está haciendo su vida y no veo que haya una oposición a la acción del rector de forma constante. No lo veo. Pero sí que es difícil estar resolviendo los pequeños problemas, los pequeños incendios que se van desatando todos los días. Hay que estar encima, porque cuando no es una cosa, es otra. A mí me gustaría poder resolver los temas de gestión más rápidamente. Yo entiendo que hemos sido capaces de hacer una digitalización, una transición digital, espectacular en muy poco tiempo y hemos cambiado el procedimientos pero todavía tenemos cuellos de botella importantísimos en contratación, en investigación, en movilidad,... que hace que no podamos responder muchas veces en tiempo y forma. Para mí esto supone una verdadera frustración.

En este momento de la conversación me da la impresión de que su responsabilidad es la de hacer posible una estructura de gobierno que garantice primordialmente los retos educativos, pero también la convivencia.

Por supuesto, por supuesto, la convivencia es fundamental y tenemos que ser una institución ejemplar. Que el resto de instituciones puedan ver a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como un ejemplo de cómo debe funcionar una administración publica.

«Ya es hora de igualar los recursos económicos que recibimos con los que se dan a La Laguna»

¿Y ejercer estas funciones le ha supuesto dejar a un lado parte de su desarrollo profesional, de su tarea investigadora?

Yo prácticamente hago pocas cosas ya. Dirijo alguna tesis, sigo revisando algunos artículos porque tengo un equipo externo no solo en la ULPGC, sino en otras universidades, que sigue con su actividad. Pero yo dedico prácticamente muy poco tiempo de mi día a día a lo que hacía antes. A veces escribo algún artículo para la revista Pella Gofio, que se publica en LA PROVINCIA. Cosas de estas puntuales con los medios, pero realmente ya no estoy en proyectos de investigación, ni voy a reuniones de investigación, ni estoy por la noche trabajando artículos con colaboradores. Esto es ahora cero. Pero es una renuncia que la hago con gusto, de verdad. Entiendo que es lo que me toca ahora y entiendo que compatibilizar mi actividad académica y docente con la tarea actual es difícil. Yo quiero seguir dando clases, eso sí, porque no podemos perder el contacto con el alumno. Y para el año que viene me he comprometido a dar un mínimo de 30 ó 60 horas de clase al año. Pero presentar un proyecto de investigación, defenderlo, gestionar contratos de investigación con investigadores, pagos de material inventariable,... Esto ya no es posible.

Ya que renuncia a eso como rector, ¿qué es lo que hace para que prospere la ciencia y la investigación en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria?

Posiblemente mucho más. Facilitar el trabajo de los demás es nuestro objetivo. El hacer a la gente que trabaja con nosotros más feliz. Que los estudiantes sean más felices y que aprendan más, que el personal de administración y servicio sea más feliz y trabaje más a gusto, y que nuestro personal docente e investigador desarrolle la investigación y la docencia mejor. Más cómodamente y de una forma, digamos, más efectiva. Ahí está el gran reto.

¿Y qué es más importante en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, o debería ser a su juicio, la formación o la investigación?

Yo creo que van juntas. La formación no la podemos separar de la investigación. Es evidente que la docencia se nutre de la investigación. Es muy difícil pensar que una persona, que las hay, ¿eh?, sea muy buen docente sin investigar. Hay algunas. Pero la mayoría son docentes porque son buenos investigadores, porque participan del desarrollo del conocimiento. Y luego, nuestra contribución a la sociedad no es solo formar ingenieros, médicos, veterinarios o traductores. Es importante. Nuestra contribución dsede la universidad es aportar conocimiento que al final repercuta en una transferencia del mismo y en una generación de riqueza. Sabemos que la inversión en universidad, entendiendo inversión en docencia, pero también en investigación y desarrollo y transferencia, multiplica su valor en la sociedad. Hay estudios en otras universidades. Actualmente, el Ministerio está haciendo un estudio en las universidades españolas públicas,... pero en Cataluña se considera que la inversión en universidad tiene una repercusión de ocho veces su valor en la sociedad. Es decir, se traslada en un incremento de valor de ocho veces.

¿Qué aporta la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria al tejido productivo de la región?

Yo pienso que aporta mucho. La generación de conocimiento, la investigación, en Canarias se desarrolla fundamentalmente en las universidades. Pero una parte de esta investigación, se tiene que desarrollar de forma aplicada en las empresas. En nuestro caso, las empresas del sector marítimo tienen mucha importancia... las del sector pesquero... También, por supuesto, el turístico... Y de alguna forma la capacidad de figuras como doctorados industriales, doctorados que hacen su labor investigadora en la industria es algo que estamos promoviendo y que hemos incrementado de una forma importante. Se han aumentado las plazas de doctorado en los últimos dos años y las seguiremos aumentando. Nosotros pensamos que el conocimiento tiene que ir ligado a una transferencia al sector privado, a la industria. Y por lo tanto tenemos cada vez más implicación con los empresarios. A mí me dicen que nunca habían tenido tantas reuniones no sólo con el rector o con la vicerrectora, sino con directores de transferencia e innovación, directores de investigación, directores de infraestructuras... Están continuamente interaccionando con el sector privado, cosa que antes no existía.

¿Y cómo valora el plan de financiación de las universidades canarias elaborado por la Comunidad Autónoma?

Yo creo que tiene una valoración positiva. Se nos presentó hace unos días el documento y se tuvo la oportunidad de discutirlo con los expertos que han hecho este plan,n expertos de la Universidad de Zaragoza. Y la verdad es que como concepto está bien. Pero luego vimos que en los indicadores que se han utilizado no se han tenido en cuenta aspectos de nuestra idiosincrasia insular. Aspectos ligados, por ejemplo, a la mayor dificultad de movilidad de nuestros estudiantes. Aspectos ligados a que tengamos campus en el caso de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria repartidos en tres islas: Gran Canaria. Fuerteventura y Lanzarote. Aspectos ligados a las prácticas que son obligatorias en esta universidad y no lo son en muchas universidades privadas y que aquí son obligatorias. No se han tenido en cuenta muchos de estos aspectos, sobre todo en lo que son las prácticas sanitarias. Y por tanto, en términos generales, estamos de acuerdo y agradecemos el esfuerzo de la Consejería de Educación, pero el documento tiene que madurar y perfeccionarse en cuanto a los indicadores y a la información de los indicadores. Es difícil que podamos llegar a un acuerdo en el plazo que quería la Consejería. Pero yo espero que este documento sirva de base para construir el definitivo y que podamos llegar a un acuerdo en los próximos meses tranquilamente.

La financiación de la Universidad de La Laguna es superior. ¿Cómo son las relaciones entre ambas instituciones?

Tradicionalmente, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad Laguna han tenido una diferencia de financiación por gasto medio por estudiante y nos gustaría que este contrato programa eliminara estas diferencias históricas. A veces eran diferencias fruto de cuando había una inversión importante aquí, porque esta universidad tenía que construirse y allí reclamaban más dinero. ¿Y cómo se les compensaba? En el Capítulo uno, que se consolida. Por lo tanto, tienen más Capítulo uno que nosotros. Y yo creo que esto debería de equilibrarse de una vez por todas. Vamos a llegar a un recorrido de 35 años el año que viene y yo pienso que con el contrato programa deberían reducirse drásticamente estas diferencias y adquirir una posición equitativa. Y a ellos también les pesa un poco más la investigación. No porque seamos distintas, porque tenemos resultados parecidos. Pero ellos, al tener asimilado el Instituto Astrofísico de Canarias, tienen, digamos, mucha investigación que les llega por el Astrofísico y les contabiliza como Universidad de La Laguna. Nosotros no tenemos Astrofísico y el Astrofísico ya de por sí recibe muchas inversiones del Estado y de la Comunidad Autónoma. Yo creo que nos llevamos magníficamente bien los dos equipos de la Universidad de La Laguna y de la nuestra. Nos reunimos muy a menudo. Y la idea es trabajar, no para competir, no para competir por los recursos, sino para juntos reclamar lo que la sociedad canaria necesita: una universidad de calidad, con una docencia de calidad y una investigación de calidad que revierta en el bienestar y en la calidad de vida de sus ciudadanos.

«Probablemente optaré a un segundo mandato para completar lo que hemos empezado»

Las dos universidades públicas canarias habían solicitado al Gobierno de Canarias un pacto de I+D que permita alcanzar en las Islas la media española. ¿La propuesta ha caído en saco roto o es inviable?

Ahí está el pacto de la ciencia que suscribimos no solamente las dos universidades, sino toda la sociedad civil, incluidos sindicatos e instituciones de diversa índole, empresarios... También en la Agenda 2030 nos implicamos mucho las universidades porque al fin y al cabo son instrumentos que permiten el desarrollo de la I+D+I. Pero, bueno, esto es complicado. A mí los compromisos de techo de PIB me dan un poco de miedo porque ya he visto que muchas veces se han incumplido. Entonces la LOSU habla del 1% de inversión en universidades, también en Ciencia y Tecnología tenemos un porcentaje del 1%... Estamos muy por debajo. Nosotros estamos por debajo de la media nacional, muy por debajo de Europa y muy por debajo de la media nacional, y por tanto nuestra necesidad de incremento es mayor que en otras zonas. Yo abogo porque en una próxima legislatura pudiera haber una mayor simbiosis entre la Consejería de Universidades y la Consejería de Ciencia e Innovación. Que pudieran ir más juntas. Y nosotros como universidades nos sentiríamos muy cómodas porque nuestro papel no es sólo docente de expedir títulos, que esto lo hacen muchas academias y lo hacen muy bien, sino que también la parte de investigación y transferencia es fundamental.

¿Cuáles son las luces y sombras de la nueva ley de universidades, la LOSU?

No es lo que tenía que haber sido. Ha sido una ocasión no perdida, pero sí una ocasión no aprovechada en su totalidad. Pienso que la universidad necesita sobre todo una reforma importante en su gobernanza, en la forma en cómo el equipo electoral elegido por sufragio dentro de la comunidad universitaria puede ejercer su política sin lo que decía ates, sin tener que estar continuamente negociando o asumiendo retos o asumiendo demandas que a veces son difíciles de cumplir por los distintos estamentos. A mí me gusta un mandato de seis años. Se hace la labor y uno se va. Esto está bien porque no tienes que estar pendiente de la reelección, que es lo que nos pasa a veces, que estamos, forzando la máquina para no dejar muchos enemigos en el proceso y que luego no te voten. Esto es algo que es un problema de la universidad española. Pero en general algunos aspectos que son más positivos suponen un cambio y un reto. A mí me gusta más ver estas novedades que la la nueva ley nos da a la universidad, que nos da un papel mucho más allá de los 25 o 30 años, nos da un papel de formación continua de las personas por encima... hasta los 100 años. Nos da un papel de formación continua y yo creo que esto importante porque todo cambia tan rápidamente hoy en día que es necesario establecer programas de formación que adapten a las distintas profesions a estos cambios o incluso a las personas. Nuestra experiencia en Peritia et Doctrina ha sido espectacular. Tenemos 1.200 alumnos. Vemos como en el título de Ciencia y Tecnología personas que no sabían utilizar un correo electrónico o no sabían utilizar las redes sociales, pues al cabo del curso son capaces de hacerlo. Y salen con una autonomía nueva, espectacular. Como tenemos ya esta experiencia que no tienen otras universidades a nosotros el reto nos gusta. Igual que los microcréditos, ser capaces de romper un poco con la estructura de los grados aislados y que una persona pueda hacer un grado mediante la matriculación en cuatro o cinco microcréditos distintos a lo largo de a lo mejor diez años y completar un grado de esta forma. También es un es un reto importante el puente que establece la ley entre la Formación Profesional y la universidad. Yo creo que esto es muy importante. No somos enemigos, uno no va a FP o va a la universidad, uno va a la FP primero y luego puede ir a la universidad o primero a la universidad y luego puede ir a la FP. Creo que esto es bueno y es positivo. Y pocas cosas más buenas de esta nueva ley. Nos obliga a reformar los estatutos y por tanto va a haber un trabajo enorme de adaptación de los nuevos estatutos... Pero bueno, lo vamos a hacer. Y desde luego yo me comprometí para un primer mandato de cuatro años y muy probablemente voy a optar a un segundo mandato también para poder completar todas las actuaciones que hemos empezado con mucha ilusión. Y veo al equipo realmente ilusionado y comprometido. Yo no había visto nunca gente tan comprometida con la institución como el equipo que me toca dirigir ahora mismo.