Un fisioterapeuta canario desarrolla una prótesis vertebral innovadora

La iniciativa fue reconocida con tres galardones en el último Salón Internacional de Invenciones de Ginebra -

Pretende dar respuestas a fracturas y accidentes

Rodrigo de Pablos Almazán muestra el prototipo de prótesis vertebral que ha desarrollado

Rodrigo de Pablos Almazán muestra el prototipo de prótesis vertebral que ha desarrollado / José Carlos Guerra Mansito

Rodrigo de Pablos Almazán, un fisioterapeuta grancanario de 27 años, ha desarrollado un prototipo de prótesis vertebral que pretende dar respuestas a las malformaciones o desviaciones de la propia columna, las fracturas y a los accidentes que afectan a la médula espinal. La iniciativa fue presentada en el último Salón Internacional de Invenciones de Ginebra, donde fue reconocida con tres galardones el pasado 28 de abril: el premio Francisco García Cabrerizo a la mejor invención española, una Medalla de Oro con felicitación especial del jurado y la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés). 

«Una de las características principales que distingue a esta prótesis de las ya existentes es la forma, ya que tiene la misma morfología que la vértebra natural. Esto permite conferir una protección instantánea contra impactos a la médula espinal», explica el autor, que ahora mismo trabaja en el Centro Multidisciplinar Encentrados.

Perfiles

Además, la prótesis cuenta con un sistema de suspensión interna que se adapta a la postura del cuerpo humano, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas. Ahora bien, ¿qué perfiles de pacientes podrían beneficiarse de este implante? El abanico es amplio. «Sobre todo, las mujeres con más de 50 años que sufren osteoporosis, las víctimas de accidentes deportivos o de tráfico, las personas con obesidad mórbida y los enfermos aquejados de cáncer óseo», manifiesta el profesional. «Antes de dar los primeros pasos en este proyecto, pensé en todas las necesidades que precisan cubrir aquellos pacientes que suelen requerir una prótesis», apunta. Hay que señalar que el implante también podría adaptarse a los niños. No obstante, sería necesario hacer una valoración minuciosa para averiguar las limitaciones que podría llegar a tener por razones asociadas al crecimiento.

Tal y como informa De Pablos, la idea comenzó a gestarse en 2019, cuando finalizó el Grado en Fisioterapia en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Después de un año de intenso trabajo en solitario, y sin ayudas institucionales, consiguió culminar la invención y quiso patentarla en España, pero la pandemia de coronavirus retrasó el proceso.

«Por fin, el 7 de enero de 2021 me reconocieron el derecho. Ahora, mi objetivo es patentar este prototipo a nivel internacional, desarrollar el producto como una idea que permita llevar a cabo ensayos clínicos y encontrar estructuras gubernamentales o inversores privados interesados en ejecutar las primeras fases de estos estudios», cuenta el joven. 

El joven quiere encontrar inversores privados para llevar a cabo un ensayo clínico

Lo cierto es que a este fisioterapeuta aún le cuesta salir de su asombro, pues todavía no ha asimilado el éxito que ha tenido su proyecto en Ginebra. «Me acompañó mi madre, que me ha ayudado muchísimo desde el principio. Aunque sabía que estaba presentando una buena propuesta, ninguno de los dos pensamos que se iba a traducir en tantos premios. De hecho fui, junto con los participantes de la Universidad de Versalles, la persona que más reconocimientos obtuvo», afirma.

Según confiesa, su vocación por esta rama de la fisioterapia irrumpió en su último año de carrera, cuando hizo prácticas en los hospitales universitarios Insular y Doctor Negrín. Fue entonces cuando decidió ampliar sus conocimientos y estudiar el Máster en Terapia Manual del Aparato Locomotor en la Universidad de Alcalá de Henares. «Tenía claro que hacía falta innovar, desarrollar alguna patente que sirviera para mejorar la vida de las personas afectadas por algún tipo de lesión traumatológica», asevera De Pablos. 

Ahora, su máxima ambición se centra en crear su propia empresa y trabajar en el desarrollo de ideas que revolucionen el manejo de estas dolencias. «Ya he elaborado un portafolio con tres nuevas iniciativas. Una de ellas está relacionada con las cirugías de cadera, y estoy muy seguro de que podrá integrarse perfectamente a estas intervenciones», desvela. Otro de sus retos se centra en participar en proyectos con las universidades para facilitar la promoción del alumnado en la investigación. 

«Es muy complicado estar inmerso en más de una tarea sin contar con ayudas, ya que los costes son demasiado altos. Mi intención es dedicarme a otros trabajos cuando comience a recibir beneficios por el prototipo que he elaborado», apostilla Rodrigo de Pablos.

Un proceso complejo

Para el fisioterapeuta Rodrigo de Pablos Almazán, lo más complicado de su labor investigadora son los períodos de incertidumbre. «Lo peor que llevo son esos espacios en blanco en los que no recibo noticias. Soy consciente de que me estoy enfrentando a personas que cuentan con una serie de infraestructuras y un apoyo económico que les permite llevas las teorías a la práctica con mucha más facilidad», confiesa el profesional. «El proceso no es fácil. Aunque los premios ya me han dado un renombre, siempre existe la posibilidad de que en los ensayos clínicos el proyecto no sea viable», remarca. | Y.M. 

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