José Poveda: «Es casi imposible que haya otra epidemia de viruela del mono»

El catedrático de la ULPGC llama a la calma ante el bajo nivel de transmisión de la enfermedad

El Archipiélago se mantiene sin casos de la patología

Tubos para introducir las muestras de los pacientes sospechosos de sufrir la viruela del mono

Tubos para introducir las muestras de los pacientes sospechosos de sufrir la viruela del mono / LP/DLP

La Agencia de Salud Pública de Barcelona declaró el pasado jueves un brote de viruela del mono (Mpox) en la ciudad tras constatar dos nuevos casos en julio y cuatro en agosto, sin relación epidemiológica entre ellos. Según adelantó El Periódico, un diario del mismo grupo editorial que LA PROVINCIA, los pacientes se contagiaron fuera de Cataluña, pero el organismo decidió dar la voz de alarma para que los centros sanitarios puedan dar una respuesta más precisa a las nuevas detecciones. Ahora bien, ¿la situación actual podrá derivar en una propagación como la que se registró el pasado año? Según José Poveda, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y profesor de Epidemiología y Medicina Preventiva en la misma institución educativa, es muy poco probable que esto suceda. «Es casi imposible. Hay que tener en cuenta que desde enero se han notificado 56 casos en España y que en las últimas semanas solo se han reportado seis episodios aislados», apunta. 

De momento, el Archipiélago se mantiene sin cuadros de Mpox. A juicio del doctor, ha sido la vacunación y la información que se les ha dado a los grupos de riesgo –fundamentalmente a los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres sin protección–, lo que ha permitido emprender medidas de control eficaces. «Al principio, no había dosis suficientes de vacunas y esto dio lugar a una epidemia. De hecho, se produjeron más de 89.000 casos en todo el mundo y 114 fallecimientos. Ahora, el contexto es otro», valora. 

Un virus sin erradicar

No obstante, a pesar de que en la actualidad la transmisión de la infección viral es baja, no se ha conseguido acabar con la propagación. ¿El motivo? Tal y como indica Poveda, el hecho de que la población diana no haya completado la pauta vacunal. «En general, para estar bien protegidos, es necesario recibir dos dosis de la profilaxis. Algunas personas han accedido solo a una y no es suficiente», advierte el experto, que además informa de que se está utilizando una vacuna heteróloga –contiene un virus diferente al que provoca la enfermedad–. «Son vacunas de tercera generación indicadas para la viruela, pero también se pueden utilizar para prevenir el Mpox», agrega. 

Canarias recibió el 4 de agosto de 2022 las primeras 203 unidades de la vacuna contra la viruela del mono. El suero, comercializado bajo el nombre de Imvanex en Europa y de Jynneos en Estados Unidos, se administra por vía subcutánea y está destinado a la población que recibe el tratamiento preexposición (prep) contra el VIH, a las personas que han sido contacto estrecho de casos confirmados y a aquellas que creen que pueden estar en riesgo de contagio.

La comunidad autónoma ya ha administrado 1.302 dosis de las vacunas contra la dolencia

En base al protocolo que sigue el Ministerio de Sanidad, la pauta de inoculación recomendada en preexposición es de dos dosis espaciadas en un intervalo de al menos 28 días, si bien las personas con antecedentes de vacunación frente a la viruela se puede valorar la posibilidad de no administrar una segunda dosis. En los casos de posexposición, solo es necesario un pinchazo. Según los datos que maneja la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS), en las Islas ya se han administrado 1.302 inyecciones de la profilaxis

Fue el 23 de julio de 2022, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote multinacional de viruela símica como una emergencia de salud pública de importancia internacional, un estado que se mantuvo hasta el pasado 10 de mayo ante el descenso significativo del número de contagios. «Lo cierto es que ya deberíamos haber sofocado este virus, pues se trata de un microorganismo que solo se contagia por el contacto directo con material contaminado, o bien, por mantener relaciones sexuales sin protección con personas infectadas. Hemos pasado de un nivel epidémico a un nivel endémico, pero no hemos logrado erradicarlo», asevera el catedrático de la ULPGC. 

Cabe recordar que esta enfermedad se caracteriza por provocar una gran variedad de síntomas. Así, entre las señales que pueden alertar de su presencia figuran la existencia de manchas rojizas que evolucionan hasta convertirse en pápulas sólidas, la inflamación de los ganglios linfáticos, la aparición de fiebre y la manifestación de dolores musculares. Las personas que han mantenido contacto directo con sujetos aquejados de la patología deben comunicar lo antes posible su situación a los centros sanitarios y, a partir de ahí, seguir las indicaciones que pauten los especialistas. 

Primer contacto e inmunidad

«Los virus que provocan las enfermedades variólicas logran una inmunidad que puede durar toda la vida. Así sucedió con la viruela humana y por eso la pudimos erradicar, pero hay que tener en cuenta que hay sujetos que tienen un nivel inmunitario comprometido por manifestar una coinfección con el virus del VIH», advierte José Poveda, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Según aclara el experto, esta circunstancia puede provocar que las personas no logren una inmunidad duradera después de entrar en contacto por primera vez con el virus Mpox, algo que no es habitual que suceda en individuos sanos. «Otro de los aspectos que hay que destacar es que la población que nació antes de 1975 y que recibió la vacuna de la viruela, también está protegida frente a la infección símica», añade el doctor. | Y.M. 

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