Ley de bienestar animal

Multa de 500 euros por dejar al perro unos minutos atado en la puerta de la farmacia

Agentes de la Policía Local aplicaron la nueva ley de bienestar animal sin pasar 24 horas de su entrada en vigor

Veterinarios piden una campaña informativa antes de sancionar

Aspecto de la playa canina de A Calzoa, ayer por la tarde, con Samil al fondo.

Aspecto de la playa canina de A Calzoa, ayer por la tarde, con Samil al fondo. / MARTA G. BREA

Borja Melchor

Una joven viguesa dejó a su dálmata atado en el exterior de una farmacia en Ronda de don Bosco unos minutos para comprar unas plantillas y, al salir, le esperaba la Policía Local con una mala noticia: multa de 500 euros que, si la paga de forma anticipada, se rebaja a 250 euros. ¿El motivo? Simplemente, haber dejado a su perro a las puertas del establecimiento –al que no pueden acceder animales a no ser que sean de asistencia, como recordó el Colegio de Farmacéuticos de Galicia, en base a ley autonómica de ordenación farmacéutica– el tiempo que le llevó efectuar la compra, una acción ilegal según la nueva ley de bienestar animal, que entró en vigor antes de ayer, y que puede suponer una sanción de entre 500 euros –como conducir un coche sin permiso, hacerlo con un detector ilegal de radares o circular a una velocidad de 70 km/h por encima del límite permitido– y 10.000 euros.

El primer día de la normativa, sin haber pasado ni siquiera 24 horas de su puesta en marcha, dos agentes municipales ya aplicaron este nuevo marco legal que implica más obligaciones y deberes para las personas con animales a su cargo, como contratar un seguro de responsabilidad civil para las mascotas, una de las cuestiones que más dudas genera.

Lo confirma Francisco Rodríguez, de la clínica veterinaria García Barbón. “Nos están haciendo muchísimas preguntas sobre la nueva ley, sobre todo, al respecto de los seguros”, indica sobre una obligación que se retrasa porque el Gobierno en funciones no puede aprobar el desarrollo reglamentario específico; lo mismo ocurre con el cursillo de formación gratuito de tenencia de perros. “Creemos que la ley está muy mal hecha”, apunta.

Rodríguez destaca que hay “mucha desinformación”. “Una persona me llamó para saber si podía enterrar a un animal en un terreno privado”, apunta. Sobre este tema, la norma indica que la baja de un animal de compañía por muerte debe ir acompañada del documento que acredite que fue incinerado o enterrado por una empresa reconocida oficialmente para la realización de dichas actividades, haciendo constar el número de identificación del animal fallecido y el nombre y apellidos de su responsable o, en su defecto, que quede constancia en las bases de datos de la empresa que se ocupó del cadáver.

“Era obligatorio que perros, gatos y hurones llevasen microchips ya en base a la anterior ley, pero no se han molestado en comprobarlo. No sé cómo lo harán ahora”

Francisco Rodríguez

— Veterinario de la clínica García Barbón

“También me preguntan sobre la identificación de gatos con chips y las esterilizaciones”, apunta. La nueva ley señala que es obligatorio identificar mediante microchip –también los perros, hurones y aves– y proceder a la esterilización quirúrgica de todos los gatos antes de los seis meses de edad salvo aquellos inscritos en el registro de identificación como reproductores y a nombre de un criador registrado en el Registro de Criadores de Animales de Compañía. “Era obligatorio que perros, gatos y hurones llevasen microchips ya en base a la anterior ley, pero no se han molestado en comprobarlo. No sé cómo lo harán ahora”, apostilla. Cree que esta norma puede provocar “más abandonos” y menos interés por tener una mascota por la imposibilidad de pagar el seguro o las restricciones tan severas.

Desde la clínica Tea San Antón, también indican que hay “muchas preguntas” sobre la nueva norma y lo que más asusta es el seguro y el cursillo. Creen que es necesario una campaña informativa previa a las sanciones.

Misma opinión muestran en otra clínica de la ciudad. “Es una ley que se preocupa de los animales bien tratados y se despreocupa de los maltratados: los burros de Mijas, los caballos de Sevilla o los de perros de caza y los que están atados con correas de metal o metidos en casetas toda su vida. Van a multar a personas que cuidan perfectamente a sus mascotas”, lamentan antes de anotar que les parece “vergonzoso” que ya se sancione sin antes hacer una campaña de avisos. “Es normal dejar a un perro atado a las puertas de un negocio unos minutos mientras hacemos un recado; deberían fijarse más en los dueños que los dejan media hora para hacer la compra del mes”, sentencia.

Las opiniones de los dueños

Óscar e Ify, con Elsa, Roberto, Zoe y Kira.

Óscar e Ify, con Elsa, Roberto, Zoe y Kira. / MARTA G. BREA

Elsa, Roberto, Zoe y Kira, las mascotas de Óscar e Ifydesconocía que la obligatoriedad del seguro no la marcaba la entrada en vigor de la norma
Alba, dueña de Luna, Max y Ada.

Alba, dueña de Luna, Max y Ada. / MARTA G. BREA

Alba, dueña de Ada, Max y Luna, apuntaba también la necesidad de que haya más espacios para soltar a los perros: “Una de mis perras tiene que hacer ejercicio por recomendación veterinaria y no puede con correa”. Cree que la norma es positiva porque, entre otras acciones, permitirá a la Policía Local actuar cuando haya animales que pasen mucho tiempo solos, algo que le preocupa. Añadía que se debe hacer gala del sentido común en la aplicación de la ley: “Mucha gente mayor sale con los perros y hace recados: los deja 2 minutos en la puerta y no pasa nada. Si es mucho tiempo, no me parece bien”.

Sergio y Paula, ayer, con Ron en A Calzoa.

Sergio y Paula, ayer, con Ron en A Calzoa. / MARTA G. BREA

Sergio y Paula estaban ayer con Ron en A Calzoa. No entienden que los canes no se puedan quedar unos minutos atados en la entrada de los establecimientos. “Con ocho horas de trabajo al día, hay gente que hace recados a la vez que saca al perro a pasear. Esto puede llevar a que haya más abandonos o que las mascotas se queden más tiempo en casa”, manifestaban. Tampoco veían con buenos ojos que el seguro sea obligatorio para todos los peludos: “Los que son muy pequeñitos no provocarán accidentes, basta con vigilarlos”.

Alejandro y Raquel, con Trotsky, ayer, tras salir de A Calzoa.

Alejandro y Raquel, con Trotsky, ayer, tras salir de A Calzoa. / MARTA G. BREA

Alejandro y Raquel, dueños de Trotsky, manifestaban dudas sobre el cursillo. “Nos informaremos, no sabemos muy bien cómo es”, comentaban antes de criticar que la ley no ponga fin a la tauromaquia y excluya a los perros de caza: “Una aberración”. Ven bien que se prohíba atar a los perros en el exterior de los negocios siempre que no puedan estar vigilados.

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